Expertas VIU | Beatriz Sánchez-Hernando, docente de VIU, recibe prestigioso premio a la investigación
Beatriz Sánchez-Hernando, docente de la Maestría Oficial en Dirección y Gestión de Enfermería ha sido distinguida con el Premio Antonio Galindo de Investigación en Enfermería Comunitaria, por un proyecto de investigación que ha realizado al frente de un equipo de investigadores entre los que se encuentra el Dr. Vicente Gea, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de VIU. Sánchez-Hernando es enfermera especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria, diplomada en Salud Pública, máster en Investigación en Atención Primaria y doctora en Ciencias de la Salud. Para conocer un poco más sobre el proyecto con el que ganó el premio y sus planes para el futuro respecto al proyecto, le realizamos la siguiente entrevista.
¿Nos puedes contar acerca del proyecto de investigación con que os concedieron el Premio Antonio Galindo de Investigación en Enfermería Comunitaria?
El premio Antonio Galindo es un prestigioso premio de investigación que otorga la Asociación de Enfermería Comunitaria en colaboración con el Colegio de Enfermería de Cáceres. Este premio es un enorme estímulo para mí ya que se reconoce todo el esfuerzo invertido en el proyecto y nos ayuda en la financiación de nuevos artículos, pero además supone un importante empuje a la investigación en enfermería familiar y comunitaria en general ya que pone en valor la labor investigadora, aún no demasiado extendida en algunos ámbitos de la profesión. La combinación de las competencias asistencial, docente e investigadora supone un gran reto para la enfermería en general y para la enfermería familiar y comunitaria en particular y premios como este suponen un gran estímulo para desarrollar la competencia investigadora, que también forma parte de nuestra disciplina.
¿Por qué elegisteis esa temática y ese grupo etario?
La verdad es que se podría decir que el tema vino a mí, en vez de ir yo a buscarlo. Por una serie de circunstancias me quedé sin tema para mi TFM hace unos años y pedí ayuda a unos compañeros del departamento de Educación para la Salud de Salud Pública. Ellos me hicieron una serie de sugerencias y la que más me gustó fue el tema de Escuelas Promotoras de Salud. Después de leer un montón sobre el tema, decidí hacer un proyecto de evaluación para aquel TFM.
Este proyecto gustó mucho en el departamento y me animaron a desarrollarlo y, gracias al empuje y colaboración de otros colegas decidí continuar con la investigación, además, el hecho de ir de la mano con profesionales de la altura de los doctores Vicente Gea, Raúl Juárez, Ángel Gasch e Isabel Antón garantizaba el éxito del proceso. En principio el proyecto recogía un rango de edad más grande, pero al intentar llevarlo a la realidad, vimos que no era operativo. Pensamos en dirigirlo a los adolescentes de 1º y 2º de ESO porque es un momento crítico de inicio de consumo de tóxicos y también de desarrollo de habilidades socioemocionales, datos que recogimos en el estudio.
Beatriz Sánchez-Hernando conclusiones
Beatriz Sánchez explica las principales conclusiones obtenidas
¿Qué conclusiones habéis obtenido hasta el momento?
En base a lo observado, podemos afirmar que existe una asociación positiva entre las habilidades para la vida y el rendimiento académico en los adolescentes, tanto en habilidades sociales, como en autoeficacia y en balance afectivo. Observamos que aquellos estudiantes que tuvieron un mayor nivel de habilidades para la vida obtuvieron mejores resultados académicos.
Según nuestros resultados, podemos afirmar que aquellos estudiantes que mantuvieron un estilo de vida saludable obtuvieron mejores resultados académicos. Específicamente, respecto a la alimentación, así como comer alimentos saludables se asoció con un mejor rendimiento académico, comer alimentos poco saludables se asoció con peores resultados académicos. Respecto al sueño, encontramos una asociación positiva entre el número de horas de sueño nocturno y el rendimiento académico. También encontramos una asociación significativa entre el rendimiento académico y la frecuencia semanal de actividad física, el número de horas semanales de actividad física en el tiempo libre y la práctica individual de ejercicio físico. Hábitos menos saludables como el abuso de pantallas durante la semana y el consumo de substancias tóxicas como tabaco, alcohol y otras sustancias, concretamente cocaína, hachís, LSD y pegamento se relacionaron negativamente con los resultados académicos, además, la exposición temprana a estas sustancias se vinculó con peores resultados académicos.
Obtuvimos una herramienta cuyas propiedades psicométricas y la adaptación cultural a la población española tienen una validez factorial, por lo que podrían utilizarse para la evaluación de programas de promoción de la salud en centros educativos, como las Escuelas Promotoras de Salud.
En este estudio no se han podido encontrar relaciones entre el programa EPS y la situación de salud ni los resultados académicos. Nuestros hallazgos sugieren que el grado de implementación de los programas de promoción de la salud en EPS, y/o su impacto en las habilidades para la vida, los hábitos de vida y el rendimiento académico de los estudiantes, pueden ser insuficientes.
¿Qué aplicaciones prácticas pueden tener los hallazgos obtenidos en el estudio?
Hay varios puntos a destacar.
Por un lado, hemos construido y validado una herramienta de evaluación que es totalmente innovadora y sirve para evaluar programas educativos basados en la promoción de la salud. Es una herramienta muy completa y relativamente sencilla que permite medir cambios de comportamiento en un margen determinado de tiempo, tras la implementación de un programa en un centro determinado o para llevar a cabo otro tipo de mediciones.
Por otra parte, otra de las grandes conclusiones que ya esperábamos obtener es que los y las adolescentes con mejores resultados en salud (hábitos diarios, habilidades para la vida y nivel socioeconómico) tienen mejor rendimiento académico. Esto tiene que suponer un concepto clave para el desarrollo de políticas educativas. La inclusión de promoción de la salud en el entorno escolar es muy importante tanto para la mejora de los propios resultados en salud como para la mejora de los resultados académicos, por lo que se debería exigir su implementación en el currículum educativo de todos los centros educativos.
Por último, no pudimos encontrar mejores resultados en los centros educativos acreditados como Escuela Promotora de Salud, hecho que nos hace pensar que quizás la implementación del programa en los centros es incompleta.
¿Cuáles son los siguientes pasos a seguir en esta línea de investigación?
A partir de aquí se abre una serie de líneas de trabajo muy importantes entre los diferentes departamentos de Salud y Educación.
En primer lugar, se deberían integrar en los planes de estudios actividades, intervenciones y programas de educación y promoción de la salud, en las estrategias y políticas educativas de todos los centros educativos. Con ello se podrán conseguir mejores resultados en salud, aumentar la satisfacción personal y el bienestar, así como una mejora del rendimiento académico.
Además, el proceso de acreditación y evaluación del programa Escuelas Promotoras de Salud debe ser continuo y sistemático y los certificados de acreditación deben renovarse periódicamente. Por ello la recomendación que surge de este estudio es que se evalúe sistemáticamente el grado de implicación e implantación del programa Escuelas Promotoras de Salud en Aragón, trabajando conjuntamente desde las comisiones de salud y educación en la mejora de los requisitos de acreditación del programa. En este sentido se deberían considerar estudios de diseño longitudinal para poder valorar cambios en los comportamientos de los estudiantes en relación al programa Escuelas Promotoras de Salud.