Investigadores de VIU participan en un innovador estudio para promover cambios actitudinales positivos hacia las personas migrantes en estudiantes de enfermería

El Dr. Vicente Gea-Caballero, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de VIU; y la Dra. Ana Pellín Carcelén, adjunta al decano de la misma facultad, han participado en un innovador estudio destinado a determinar el impacto de las técnicas formativas Speak out y Biblioteca humana, en las actitudes de estudiantes de Enfermería hacia personas migrantes.

El estudio se llevó a cabo en 2019 en la Escuela Universitaria de Enfermería La Fe tomando como muestra a 201 alumnos de enfermería, que se dividieron en un grupo de control integrado por 127 miembros que recibió la formación tradicional; y otro compuesto por 74 integrantes, que recibieron la formación con las sesiones complementarias utilizando las técnicas formativas Speak out y Biblioteca humana. 

Según explica el Dr. Gea-Caballero, se trata de un “un método de estudio experimental, con un diseño cuasiexperimental”, y señala que el estudio “se enmarca en la necesaria competencia intercultural que los/las profesionales de las ciencias de la salud deben primero adquirir en su formación, y posteriormente practicar y desarrollar en su práctica profesional”. 

Para poder llevar a cabo el estudio de forma exitosa, ha sido fundamental la colaboración de Farmamundi, la ONG de cooperación al desarrollo, acción humanitaria y de emergencia con la que la Facultad de Ciencias de la Salud firmó un convenio de cooperación en octubre de 2022. Como explica el Dr. Gea-Caballero “La colaboración de VIU con la ONG Farmamundi es muy importante para ambas instituciones, y también ha sido esencial en el estudio, pues no habría sido posible sin sus equipos, sus proyectos y las organizaciones sociales colaboradoras como Valencia Acoge o Aminata, entre otras”.

Las técnicas utilizadas en la formación son, expone la Dra. Pellín Carcelén “técnicas participativas en las que se interactúa entre personas con un objetivo claro: trabajar emociones y actitudes a partir de compartir conocimientos y experiencias, así como sentimientos”. 

En el caso del Speak Out, se realiza en un grupo relativamente grande, que en el caso del estudio en participó VIU, explica la Dra. Pellín Carcelén “estaba integrado por entre 15 a 20 participantes de los que aproximadamente 3 o 4 eran las personas migrantes”. En las sesiones de Speak Out, se aborda un tema concreto, problema o experiencia, que han vivido esas personas migrantes, desde una visión global. En las sesiones del estudio “se habló del proceso migratorio, de la atención sanitaria y de la atención recibida por parte de los profesionales, o de la mutilación genital femenina, por ejemplo”, señala la Dra. Pellín Carcelén.

Por su parte, la biblioteca humana, es una técnica que se realiza en un grupo reducido: “Una persona inmigrante se reunía con un máximo de 4 ó 5 estudiantes y les contaba su vida, su experiencia concreta en relación con los temas de interés. Posteriormente se abría una sesión reflexiva y una fase de discusión y conversación, en las que se indagaba sobre esas experiencias y sobre cómo se sintió en cada situación”, cuenta la Dra. Pellín Carcelén. 

La elección de estas técnicas correspondió a su adecuación a los objetivos que perseguían los investigadores, que eran mejorar el aprendizaje y sensibilizar al alumnado. Para optimizar la interculturalidad de la experiencia formativa, las personas migrantes participantes eran de diversa procedencia, ofreciendo una diversidad amplia de perspectivas y experiencias.

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Los resultados del estudio fueron muy positivos, como señala el Dr. Gea-Caballero: “En el grupo de intervención, las actitudes mejoraron sensiblemente en su puntuación total, y en 4 de las 5 dimensiones estudiadas, de forma significativa y por ello atribuible con confianza a la intervención formativa. Además de actitudes globales, se lograron cambios en Principios y políticas de igualdad, derechos de las personas; en distancia social positiva, favorabilidad positiva y negativa”. Por otra parte, señala, “En las diferencias entre grupos; es importante que el grupo control también recibió formación a lo largo de los estudios y por lo tanto también se esperaba un cambio; hubo diferencias significativas en el grupo de intervención en 3 de las 5 dimensiones trabajadas: Principios y políticas de igualdad, favorabilidad positiva y negativa”. 

Por su parte, la Dra. Pellín Carcelén, señaló que “Los resultados son reconfortantes. Saber que a partir de intervenciones como estas se han podido transformar las actitudes de futuros profesionales de la salud, es muy positivo. Sabemos también que a partir de estas actividades los profesionales mejoran su competencia intercultural, y seguir mejorando la preparación en la atención sanitaria es algo que nos preocupa mucho”.

Refiriéndose a la relevancia del estudio y del tema escogido, el Dr. Vicente Gea-Caballero fue enfático al señalar que “A nosotros como docentes, pero también como profesionales sanitarios que hemos ejercido la práctica asistencial -gran parte del equipo lo hace actualmente- la atención a personas de diversos orígenes, razas, territorios o creencias nos preocupa mucho”. Una preocupación a la que se suma la que sienten hacia “realidades como el derecho al acceso a la asistencia sanitaria, los prejuicios en la atención sanitaria o la violencia de cualquier tipo. Creemos firmemente en que socialmente no es admisible que haya desigualdades que afecten a la salud, y, por ello, tener la oportunidad de trabajar con estos colectivos para sensibilizar y activar a profesionales sanitarios como agentes activos y expertos en atención intercultural en el sector salud y sociosanitario nos parece relevante y prioritario”. 

Una opinión reafirmada por la Dra. Ana Pellín Carcelén, quién además explica que “el modelo explicativo dominante actual de la pérdida de salud de las personas es el modelo de desigualdades sociales de la OMS; y pretendimos trabajarlo porque las personas migrantes son uno de los colectivos de mayor riesgo en desigualdad. Cualquier situación que genere desigualdad en salud evitable, injusta y sistemática, es algo que la sociedad, pero en especial los profesionales sanitarios, debemos combatir”. 

Ambos investigadores fueron categóricos en señalar la importancia de la colaboración con Farmamundi para seguir desarrollando líneas formativas y de investigación en estos ámbitos, indicando que la actividad de la ONG a nivel de proyectos de desarrollo comunitario y transformación social, aporta una invaluable perspectiva a la formación de los estudiantes de grado y postgrado de la Facultad de Ciencias de la Salud de VIU permitiéndoles que no solo estudien los problemas, sino que los ‘vivan’ en primera persona.

En consecuencia, explican, desde la facultad se seguirán implementado actividades formativas con Farmamundi, ya que, como señala el Dr. Gea-Caballero “además de la transcendencia de la actividad en sí misma, hemos comprobado que son intervenciones efectivas que nos ayudan a innovar y obtener mejoras en un campo tan complejo como es el de las emociones y las actitudes, además de los conocimientos y las habilidades. Y esto, cuando hablamos de cuidados profesionales a la salud y la enfermedad, es fundamental”.