Itzayana González: la importancia de la percepción del riesgo ante los desastres naturales
Itzayana González Ávila es ingeniera ambiental y sanitaria y se encuentra realizando su doctorado en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS) de Brasil. Uno de los directores de su tesis doctoral es el Dr. Daniel Jato Espino, investigador senior y docente de VIU. Gracias a esta conexión, la Universidad Internacional de Valencia se ha convertido en la institución de destino de su estancia predoctoral, que se encuentra realizando en Cantabria gracias a una beca del gobierno de Brasil.
La estancia predoctoral de González Ávila en VIU es una muestra más de la vocación internacional y cooperativa de la investigación en la Universidad, y de cómo, a través de sus investigadores e investigadoras y grupos de investigación, se establecen redes de cooperación que contribuyen a generar conocimiento con un impacto social real.
Para conocer mejor el trabajo que Itzayana González está realizando en el marco de su investigación predoctoral y cómo está viviendo su estancia, nos pusimos en contacto con ella y le realizamos la siguiente entrevista.
¿Nos puedes contar un poco sobre ti?
A modo de presentación tengo que decir que soy colombiana, nacida en Bogotá. Allí me gradué en 2016 como ingeniera ambiental y sanitaria. En 2018 decidí realizar mi Máster en Brasil en el área de recursos hídricos y saneamiento ambiental en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS). Continué en esta institución hasta el día de hoy como doctoranda en el área de desastres naturales. En el transcurso de estas experiencias tanto profesionales como personales he visto, como dice el cantante brasileño Gonzaguinha, que “somos el resultado de las marcas de las lecciones diarias de otras personas”, lo cual se puede aplicar en cualquier contexto.
Itzayana González junto al Dr. Daniel Jato en Ampuera, Cantabria, dónde González se encuentra realizando su investigación
¿En qué consiste la investigación que estás realizando en tu estancia predoctoral?
El gran tema que abarca mi investigación es la gestión del riesgo de desastres naturales, con énfasis en las inundaciones. Para que un desastre se efectué tienen que haber factores humanos y naturales interactuando, de modo que el estudio de estos factores y su dinámica es complejo y requiere de constante estudio. Así, el trabajo que vengo desarrollando en compañía de mis directores Masato Kobiyama (UFRGS) y Daniel Jato Espino (VIU) está enfocado en cómo las comunidades rurales perciben el riesgo de los desastres. Actualmente estamos comparando percepciones del riesgo de inundaciones en algunos pueblos de Brasil y uno en España. Trabajar de la mano de la sociedad es esencial para realizar una gestión eficaz de los posibles desastres; sin embargo, es un trabajo arduo y con varios obstáculos para la implementación.
¿Qué diferencias estás encontrando entre el caso de estudio de España y el de Brasil?
La estructura e infraestructura de los pueblos o áreas rurales difiere mucho entre los países. Por ejemplo, las vías de acceso, el material de las casas, la densidad poblacional, el nivel educativo o la fuente de ingresos, entre otros, influencia el riesgo y su percepción. Además, las condiciones del entorno como valles, planicies de inundación, relieves con alto grado de pendientes son factores que moldean la percepción del riesgo. Hemos identificado que los recursos humanos y económicos que los habitantes tienen a su disposición para enfrentarse a los desastres son importantes a la hora de definir estrategias adecuadas para la reducción del riesgo. Cuestiones como el historial de desastres, proceso de ocupación, tradiciones comunitarias y aspectos culturales se deben tener en cuenta al trabajar con cualquier comunidad. De tal manera, reconocemos que se debe hacer un análisis del contexto socio-natural en el cual viven las comunidades en riesgo que sea previo a la elaboración de planes estratégicos para disminuir los riesgos.
Itzayana González en Ampuera, Cantabria
¿Por qué elegiste este tema?
El riesgo de desastres se evalúa de acuerdo a qué tan vulnerable es un grupo social a cierto fenómeno natural y, adicionalmente, se analiza el peligro como proceso. En este sentido, existen diversas técnicas para estimar el riesgo. No obstante, hasta hace algunos años la parte social era generalmente rezagada y se le daba más peso al estudio del fenómeno natural. De forma que los grupos más fuertemente afectados son los más vulnerables, como, por ejemplo, personas en condición de discapacidad, grupos étnico-raciales, ancianos, niños, etc.
Considero que para disminuir el potencial impacto del desastre, las comunidades tienen que reconocer sus fortalezas y debilidades y prepararse para actuar en las tres etapas que supone la gestión del riesgo: antes, durante y después del desastre, o lo que podría entenderse como acciones de prevención, respuesta y rehabilitación. Así, veo que hay muchas posibilidades de fortalecer la autogestión de la sociedad frente a peligros recurrentes.
¿Cómo se gestó tu estancia en VIU?
Pertenezco al Grupo de Pesquisas em Desastres Naturais (GPDEN), en donde una investigadora cercana al grupo, Mariana de Brito, me recomendó al profesor Daniel Jato como posible contacto académico para viabilizar la estancia fuera de Brasil. Dados los temas de investigación, la trayectoria de Daniel y su excelente profesionalidad pudimos entablar comunicaciones vía email y comenzar todo el proceso. Para mí fue muy importante poder realizar este proceso vía online ya que facilitó mi postulación a la beca y VIU como institución me brindó el apoyo necesario.
¿Cómo está siendo la experiencia?
La experiencia está siendo muy enriquecedora, estoy ampliando mi red de contactos profesionales y realizando intercambio de conocimientos culturales. Los avances en mi tesis doctoral hasta ahora han sido muy satisfactorios y me siento feliz de haber tenido el apoyo de Daniel desde el comienzo. Sin lugar a duda, al volver a Brasil me llevaré una maleta llena de conocimientos y buenas experiencias.