Expertos VIU | Dr. Vicente Gea Caballero. Enfermería: Presente y futuro, retos y oportunidades
Este 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermera. Una fecha que celebra el trabajo e impacto social de este colectivo de profesionales sanitarios, y que sirve también para recordar las reivindicaciones que desde él se vienen reclamando hace años. Porque aunque, pandemia mediante, la figura de la enfermera se encuentre en un punto álgido de reconocimiento a nivel de opinión pública, el desconocimiento acerca de la extensión real de sus funciones, cualificaciones y responsabilidades sigue siendo muy alto; y, más importante aún, a nivel institucional queda todavía un importante camino por recorrer, para que enfermeros y enfermeras ocupen el lugar que les corresponde, teniendo en cuenta el papel indispensable que cumplen dentro de nuestros sistemas sanitarios.
Por ello, hemos querido aprovechar esta efeméride para conocer un poco más acerca de la realidad de la profesión enfermera. Con este fin le pedimos a nuestro decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, Dr. Vicente Gea Caballero que nos hiciera un hueco en su apretada agenda para respondernos a la siguiente entrevista, petición a la que accedió amablemente.
El Dr. Vicente Gea Caballero es Doctor en Enfermería, cuenta con una extensa experiencia práctica que le ha llevado, entre otros puestos, a ser director de Enfermería de Atención Primaria. Conjunto a esta labor asistencial, ha desarrollado una prolífica carrera investigadora con más de 60 artículos científicos indexados en JCR, muchos de ellos en revistas de primer cuartil y numerosos artículos científicos indexados en Scopus, entre otros logros. Además, cuenta con una extensa experiencia docente, ejerciendo en la Universidad Internacional de Valencia, en la Universidad de Valencia y en la Universidad Europea de Valencia, además de haber sido Profesor de Salud Pública y Coordinador de Practicum de Enfermería Comunitaria en la Escuela Universitaria de Enfermería La Fe de Valencia. Actualmente también es editor de la revista científica RIdEC (Asociación de Enfermería Comunitaria) y Secretario de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria SESPAS.
A pesar de que prácticamente todo el mundo está familiarizado con el término, aún existe mucho desconocimiento acerca del rol real de los y las enfermeras ¿Nos puedes explicar, a grandes rasgos qué actividades laborales llevan a cabo los y las profesionales de la enfermería y cuáles son sus principales campos de actuación?
Es cierto, todo el mundo conoce la práctica de las enfermeras y probablemente con la pandemia se ha visibilizado más que nunca lo esenciales que son para los sistemas sanitarios y para la sociedad. Sin embargo, más allá de la asistencia técnica, es probable que la población conozca poco qué hacen las enfermeras en su práctica diaria.
En realidad, las funciones de las enfermeras son cuatro: la asistencial, pero también otras como el trabajo en gestión, en investigación y en docencia. Todas confluyen en lo que hacen las enfermeras: el cuidado profesional. La más amplia es sin duda la asistencial, y las competencias son innumerables y en la mayor parte de los casos, avanzadas. Nada tiene que ver la actividad actual con periodos anteriores de la historia, con títulos de ATS (no universitarios) o el Diplomado en Enfermería. En la asistencia, las enfermeras ejercen ese rol de cuidado de las personas en situación de enfermedad, no sólo en hospitales, también en los centros de salud y en los domicilios de las personas, pero no es un mero rol técnico. Está basado en un plan de cuidados riguroso, sistemático y científico, de ayuda a las personas y sus familias, con una visión holística y enfocada a cualquier nivel de desarrollo humano y nivel de gravedad. Conviene destacar también que la atención a las personas no es únicamente en situación de enfermedad, pues la atención preventiva (reducir la exposición a factores perjudiciales y los riesgos en las personas para prevenir o retrasar la aparición de problemas de salud y enfermedades); también la promoción de la salud y la educación para la salud, a nivel individual y comunitario, la mejora del entorno de vida de las personas, la acción comunitaria y la protección y cuidado de colectivos sociales especialmente vulnerables. También hay una responsabilidad profesional enorme en la atención social y sanitaria, en residencias de la tercera edad, la atención a las personas frágiles, atención domiciliaria, y como no, a la dependencia, el cuidado a las cuidadoras e incluso en el cuidado paliativo y al final de la vida, pues estas personas y familias en especial precisan cuidados profesionales. Y por supuesto, y más actual que nunca, el trabajo en los servicios de Salud Pública, epidemiología, vacunación, promoción y prevención, con enfoques más poblacionales y menos individuales, pero que se han mostrado como valiosos e imprescindibles en situación de crisis sanitaria y social. Y por ello, es una palanca social que puede ayudar a transformar la realidad sanitaria.
Finalmente, el resto de funciones, como la gestión de centros sanitarios; hay enfermeras que ejercen roles de liderazgo en los más altos puestos de dirección de hospitales y coordinación de centros de salud, en residencias, también en gestión académica o gestión de equipos de investigación. Las enfermeras ejercen docencia a cualquier nivel, desde la enfermera en centros escolares, pasando por estudios técnicos de ciclos medios y superiores, y en la universidad, incluyendo programas de doctorado. Finalmente, y probablemente la menor en frecuencia, las enfermeras que profesionalmente se dedican a investigar, en equipos enfermeros o multidisciplinares, lo que ayuda a que el cuidado sea cada vez mejor y a que la Ciencia en sí avance y se fortalezca, midiendo la verdadera aportación y los resultados del cuidado humano. Es un campo en el que hay que crecer más aún.
¿Cuáles crees que son algunas de las confusiones o creencias equivocadas más extendidas sobre el papel de las enfermeras?
Creo que es indudable que, aunque pueden ser diversas, principalmente hay dos graves creencias claramente erróneas en relación con la práctica enfermera.
La primera de ellas es que el rol de las enfermeras es meramente técnico y asistencial (“pinchar, curar, administrar medicación”). Como hemos podido exponer, la competencia en cuidados básicos y técnicos, pero también el roles avanzados y complejos es amplísima, con miles de intervenciones registradas; y en el proceso y acto de cuidar, la técnica es sólo una tarea más. El cuidado biopsicosocial, la unidad de atención paciente-familia, el desarrollo del plan de cuidados, la promoción, prevención y rehabilitación, garantizar el confort, el bienestar y la calidad de vida, asegurar el cuidado humanizado en un mundo tecnificado... sería de nuevo interminable exponerlo.
El otro punto es el que las enfermeras sean ayudantes de titulados en medicina. Esta visión trasnochada, caduca, anacrónica y hasta un poco rancia, no refleja el desarrollo de la Enfermería como disciplina y ciencia, que alcanza incluso el grado de Doctor o que por ejemplo ha permitido que enfermeras sean Gerentes de Áreas de salud o, por qué no, consejeras de Salud en Gobiernos autonómicos.
El eje y el centro del sistema sanitario es el/la paciente y su familia, y la organización y ejecución de la actividad enfermera es responsabilidad exclusiva de la propia enfermera. Además, la práctica sanitaria actual es la del trabajo en equipo, con un objetivo único y con un rol colaborativo y que tiende a perder jerarquía, porque lo único que debe importar es resolver los problemas de salud de la gente de la forma más rápida, efectiva y eficiente posible, y eso supone que cada profesional aporta sus conocimientos y experiencia para lograrlo. Y no hacerlo así, es una irresponsabilidad.
¿Desde tu punto de vista, hacia dónde debe seguir evolucionando la enfermería como profesión? ¿Cuál debe ser el papel de la investigación dentro de ella?
La enfermería profesional es aún una ciencia muy joven que está en pleno crecimiento. Las tendencias actuales la dirigen hacia dos claras metas; por un lado, la inevitable especialización. En un mundo hiper-especializado, la atención a la salud y la enfermedad no es una excepción y la figura de enfermera generalista, versátil, y con capacidad resolutiva máxima en cualquier campo, patología, o problema es importante, pero debe complementarse con otras figuras enfermeras. En ese sentido, debe potenciarse la especialización, madurar las especialidades existentes, estudiar si son necesarias nuevas especialidades, y desarrollar perfiles profesionales para optimizar la atención sanitaria y el cuidado.
Por otro lado, hay una clara tendencia hacia el desarrollo de figuras de práctica avanzada en enfermería, existentes en otros países y que parece comenzar a madurar en España, aún sin regulación, pero que básicamente es una enfermera con conocimientos avanzados, experiencia amplia y competencia en campos concretos de atención y cuidado. Estas figuras son muy resolutivas y prestan, como su nombre dice, cuidados avanzados y complejos. La investigación sobre esta figura aporta una evidencia muy robusta al respecto de su efectividad y eficiencia al poder asumir competencias aún no habituales en España, como la gestión completa de los pacientes con enfermedades crónicas o también por ejemplo la prescripción farmacológica como parte del proceso asistencial. Se ha podido ver como resuelven la casuística en salud, al menos tan eficientemente como cualquier otro profesional, y con gran satisfacción por el usuario.
En ese último sentido, la investigación es la que permite saber qué es viable y qué no, que es una solución y qué no lo es. Debe investigarse la práctica profesional no sólo para encontrar las mejores prácticas para los pacientes, también para demostrar que las enfermeras están en condiciones de asumir responsabilidades que incomprensiblemente se les niegan por tradición, pero no basadas en datos o en evidencias.
¿Crees que a raíz de la pandemia se ha visibilizado más la labor de los y las profesionales de la enfermería? ¿Estamos en un punto de inflexión en cuanto a reconocimiento social hacia la profesión?
El año 2020 fue declarado el año internacional de las enfermeras por la OMS en la campaña mundial Nursing Now Es indudable que en el año de las enfermeras, la pandemia ha dejado patente que no es posible un sistema de salud sin enfermeras. Faltan enfermeras, faltan muchas enfermeras en este país, y la pandemia nos lo mostró día sí, día también. Debemos realizar esfuerzos para contratar más enfermeras porque es conocido que la falta de enfermeras no sólo demora la atención o reduce la calidad, sino que provoca un aumento de la mortalidad y de las complicaciones y eventos adversos.
En cuanto al reconocimiento social, diría que la sociedad, la comunidad, en el trato más individual y personal con sus enfermeras, siempre han reconocido su práctica, resolutividad y valor. Sin embargo, globalmente esto se diluye, y es posible que la pandemia se convierta en un punto de inflexión para ser más visibles y más reconocidas socialmente. Pero esperamos también que ese reconocimiento alcance a niveles políticos e institucionales, puesto que se prescinde en exceso y habitualmente de la presencia de enfermeras en foros y grupos formales en los que deberían ser protagonistas o componentes, y donde se toman decisiones en planificación sanitaria ignorando su sabiduría y experiencia. Y porqué no, en el reconocimiento de su nivel laboral, incomprensiblemente aún A2, cuando la atención que prestan es esencial, compleja y de altísima responsabilidad, algo que debería ser urgentemente rectificado.
¿Cómo se está trabajando desde la Facultad de Ciencias de la Salud de VIU para contribuir al crecimiento y avance de la enfermería?
En VIU y en la Facultad de Ciencias de la Salud, los estudios de Enfermería son una auténtica prioridad, aunque es cierto que no sólo los estudios de Enfermería. Tenemos claras cuáles son las necesidades de la sociedad y de las personas, y por ello trabajamos para ofrecer títulos que respondan a lo que consideramos necesidades, no solo de las personas, sino también de los grupos, las comunidades y del sistema de salud. Al Máster Universitario de Dirección y Gestión de Enfermería se ha sumado el de Urgencias y Emergencias Sanitarias; completan la oferta otros como el de Epidemiología y Salud Pública, Gerontología y atención centrada en la persona, Bioética, Nutrición y salud, etc. Todos ellos ayudan claramente al desarrollo profesional enfermero y a trabajar para lograr la excelencia en el cuidado. No obstante, seguiremos innovando con nuevos títulos de alta demanda para ser una Universidad responsable y pragmática, orientada al futuro para ayudar a los/las profesionales, y responder a esas necesidades, que, junto a la oferta formativa del resto de profesiones, permitan a VIU ser referentes en formación en salud online y su primera elección. Además, las enfermeras docentes en VIU son investigadoras adscritas a Grupos de Investigación, como por ejemplo el Grupo de Investigación SALCOM de Enfermería y Salud Comunitaria, o las Cátedras, en las que participan activamente enfermeras con actividad científica y social, con el objetivo de empoderar la figura enfermera.