Tu historia hace Ciencia | Dra. Elisa Nespoli, una carrera brillante con las estrellas como guía
La representatividad y la visibilidad de los referentes femeninos en ciencia sigue siendo una tarea fundamental. La falta de ejemplos notorios y numerosos es una de las grandes barreras que explican la desigualdad de género en campos como la investigación o las carreras STEM. Esta falta de representatividad se traduce en una falta de confianza, que tiene como consecuencia una perdida insostenible de talento en el área científica.
Por ello, desde VIU hemos creado esta sección, destinada a celebrar y visibilizar a las científicas de VIU durante todo el año, contribuyendo de esta manera a la presencia en el universo digital de más referentes femeninas que puedan inspirar a las niñas de hoy a ser las científicas de mañana.
En esta ocasión, conoceremos un poco más sobre la Dra. Elisa Nespoli, italiana, doctora en Ciencias Físicas, especialista en Estrellas binarias de Rayox X y Objetos compactos, docente de la Maestría Oficial en Astronomía y Astrofísica y directora del Diplomado Universitario en Astronomía Observacional, ambos pertenecientes a la Escuela Superior de Ingeniería, Ciencia y Tecnología de VIU.
Aunque a Elisa Nespoli le fascinaba la ciencia ficción desde pequeña y soñaba con alcanzar las estrellas en el papel de astronauta, la vocación por la ciencia no le encontró hasta que llegó el momento de decidir en qué carrera universitaria se matriculaba “Hasta el verano anterior estuve dudando entre filosofía, arquitectura, ciencias de la comunicación y ciencias físicas. Elegí la Física porque me parecía más un reto y un camino menos usual, pero realmente mi nivel de interés era en aquella época el mismo hacia muchas disciplinas diferentes.”
A pesar de haber sido siempre una estudiante de buenas notas en la escuela, el desafío autoimpuesto de la Física resultó más complicado de lo previsto, pero gracias a su perseverancia y a la fascinación que le despertaban estos nuevos campos del saber, Elisa terminó no solo dominando la carrera, sino que la convirtió en su profesión y una de las mayores constantes de una vida que la llevaría a recorrer algunos de los puntos más espectaculares del planeta “El proceso de la matrícula fue indoloro, sabía que contaba con el apoyo de mi familia, eligiera lo que eligiera. Empecé con bastante confianza, porque en la escuela mis notas siempre habían sido buenas en todas las materias. Sin embargo, al proceder de un bachiller con orientación humanístico/clásica, tuve cierta dificultad inicial. La Física antes, y la Astronomía después, acabaron gustándome tanto que no quise darme por vencida y finalmente terminé la carrera en los años previstos.”
Una vez acabada la carrera, Elisa decidió seguir formándose y después de un intenso proceso de investigación, que incluyó una beca predoctoral Cinc Segles de la Generalitat Valenciana, en 2010 leía su tesis y obtenía el Doctorado en Ciencias Físicas por la Universidad de Valencia. A este logro le siguieron otros, como una estancia de un año en la Agencia Espacial Europea (ESAC, Madrid), entre 2012-2013 y distintas becas postdoctorales que le permitieron seguir formándose en Astronomía y Astrofísica y vivir experiencias reservadas a pocas personas “Me he convertido sin querer desde hace 18 años en “ciudadana del mundo” debido al eterno desplazamiento que caracteriza la vida profesional de los investigadores hoy en día. No me quejo, esto me ha permitido vivir en países muy diferentes y de los que he aprendido mucho, como son Chile, España, Estados Unidos y Holanda” un periplo gracias al cual ha podido combinar sus distintas aficiones “Además de la astronomía, me apasiona viajar, la fotografía, la naturaleza. He tenido el privilegio de poder juntar mis pasiones viajando a sitios a la vez perdidos y maravillosos por trabajo, para realizar observaciones astronómicas en los grandes observatorios internacionales, desde el desierto de Atacama, en Chile, al Teide, en Canarias.”
En 2014 se incorpora a la Escuela Superior de Ingeniería, Ciencia y Tecnología de la Universidad Internacional de Valencia, impartiendo primero docencia en la Maestría Oficial en Astronomía y Astrofísica, a la que suma luego, desde 2020, la dirección del Diplomado Universitario en Astronomía Observacional. Actualmente, después de pasar gran parte de su vida recorriendo el mundo, planea establecerse de forma fija en un lugar, finalmente “Mi marido y yo, ambos investigadores, conseguiremos estabilizarnos precisamente este año, cuando nos mudaremos los dos a España con plazas indefinidas.” cuenta.
Aunque la vocación científica no fue una constante desde su infancia, si lo fue el apoyo de su familia a la hora de poder decidir con libertad que estudiar, e incluso, a la hora de ofrecerle referentes científicos cercanos “Tengo la suerte de proceder de una familia con cierto background científico. Mi abuela era farmacéutica, mi abuelo ingeniero, como mi padre también” A estos referentes familiares, se sumaron otros a nivel mediático, especialmente uno que le causó una profunda impresión “Fuera de la familia, mis referencias siempre fueron los grandes divulgadores. Hay un divulgador italiano, Piero Angela, que cuando yo era niña literalmente llevó la ciencia a la casa de todo el mundo con un programa de televisión, Quark, que tuvo un éxito enorme. Este señor, con 93 años, aún se dedica a la divulgación hoy en día, y lo hace aún con el entusiasmo, la amabilidad y la sencillez que siempre le caracterizaron.” Además, relata “Crecí leyendo a muchos autores de ciencia ficción, y un referente entre todos fue Isaac Asimov, por ser científico y saber/poder destilar ciencia, lógica y pensamiento científico en su obra literaria. De más mayor me enamoré de Richard Feynman, empezando por sus textos de física en la universidad y luego conociendo mejor el hombre tan brillante a través de su fantástica obra de divulgación.”
Con perspectiva, no resulta extraño que Elisa Nespoli haya desarrollado una carrera tan brillante como la que lleva a día de hoy: a su talento, perseverancia y ética de trabajo se unió el apoyo sin condiciones de una familia comprensiva, en que la ciencia siempre fue una opción, sin importar el género. Un entorno y un apoyo que ahora transmite a su hija de 7 años, a quien, cuando llegue el momento de elegir que carrera estudiar, le aconsejaría “Elige pensando en ti y en lo que te apasiona, porque el verdadero logro es poder convertir una pasión en tu trabajo diario. Yo me considero muy afortunada en haberlo conseguido, y es lo que le deseo a cualquier niño de hoy.” un consejo que hace extensivo a todas las niñas que sueñan con seguir una carrera en ciencias, pero no cuentan con referentes que les ayuden a creer que ese sueño es posible “Intenta tener las ideas claras sobre lo que más te apasiona, no siempre es fácil. Y una vez lo encuentres, no lo pierdas de vista. Lee, infórmate, encuentra referentes femeninas, habla con tus profesoras. No te dejes afectar por tu entorno si tu entorno no sabe verte por lo que eres y lo que vales.”