¿Qué es la psicología sistémica?
La psicología sistémica lleva a cabo un estudio exhaustivo de la comunicación y relación que existe dentro de un grupo en el cual exista una interacción, lo que también podemos llegar a denominar como un sistema. Al fin y al cabo, en el entorno de la psicología estamos habituados a considerar los sistemas como estructuras que están formadas de distintas partes entre las que existe algún tipo de relación directa. Aún dentro de esta definición grupal, la psicología sistémica también se utiliza en el casos de sujetos individuales, valorando en estos casos los diferentes sistemas que pueden formar parte del contexto de esta persona particular.
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Sus orígenes como técnica de psicología
Para situarnos en el origen de este tipo de psicología tenemos que retroceder a tiempo atrás, cuando esta orientación comenzó a ser aplicada en el análisis de entornos familiares donde existía una persona que estaba enferma con una condición severa, como una psicopatología complicada. Se usaba de forma que se pudiera comprobar y analizar cada caso concreto, viendo que había un miembro que dirigía el establecimiento de una relación de tipo patológico en toda la estructura familiar. Se veía que en este tipo de caso el enfermo no permitía que se estableciera esta orientación, resistiéndose a la elaboración de un sistema en el cual las demás personas de la familia trataban de lograr lo contrario: que se mantuviera la unidad. Lo que había nacido como recurso para poder tratar estos grupos familiares con un enfermo severo terminó expandiéndose en otro tipo de entornos. Se probó a aplicar la orientación cuando no había un individuo que estuviese enfermo realmente. La condición en estos casos pasaba a ser más general. Se tenían como referencia las relaciones psicológicamente complicadas que podían estar provocadas por una situación en la familia distorsionada de la realidad. En ocasiones también se tomaba en cuenta que existieran problemas de comunicación en el grupo, patrones de conducta poco adecuados o incluso confusión en el establecimiento de los roles principales en la familia. La técnica funcionó en estos nuevos entornos de aplicación.
Adopción masiva del sistema
Con los años se comprobó la efectividad de la psicología sistémica y se abordó la tendencia desde otros puntos de vista y con novedades cuantiosas. El momento clave se produjo en el siglo pasado, justo en el momento en el cual la sociedad adoptaba unas formas muy distintas de pensar. La filosofía ambientalista llevó a que cambiaran los recursos y las tendencias y a que se establecieran otras prioridades. Se llegó a la conclusión de que las personas eran individuos que se desarrollaban en base a as condiciones del ambiente que les rodeara. Esto influyó en la forma en la que se aplicó la psicología sistémica, abordando novedades. Por ejemplo, este tipo de terapia redujo sus sesiones y adoptó una mayor comodidad al no requerir que todos los miembros de los grupos estuviesen presentes al mismo tiempo. Con que una parte de la unidad estuviera sería suficiente, dado que el cambio producido en ellos bastaría para cubrir también a los demás. Esto llevaría a la evolución de los sistemas tratados. A través de estos cambios los pacientes pasaron a ser clientes con responsabilidad, los psicólogos comenzaron a participar de manera activa y se trabajó en la búsqueda de alternativas emocionales. El punto de vista de este tipo de psicoterapia ya establecida sobre unas tendencias más actuales radica en buscar aquello positivo y las posibilidades y no concentrarse en lo negativo o las debilidades. En la actualidad la psicología de tipo sistemático puede llevarse a cabo en sesiones que van desde un periodo de dos horas a uno más largo de incluso ocho horas. Está dirigido a personas que tengan algún tipo de dificultad, sistemas y grupos en los que se requiera un punto de apoyo para llegar al cambio. No se trata de dar solución a un individuo que tiene una enfermedad mental, sino que en su defecto se abordan casos vinculados con problemas en las comunicaciones, en las relaciones o en las dificultades que le puede ocasionar a cualquier tipo de persona el requisito de adaptarse a un nuevo ambiente. Es un tipo de filosofía que no resuelve el problema o que no empuja al paciente a que llegue a su destino con ayuda, sino que se le proporcionan herramientas para que pueda aprender a vivir de forma adecuada, siendo consciente de las dificultades a las que se enfrenta y viviendo alrededor de ellas.