Diferencia entre alimentación y nutrición: ¿no son lo mismo?
¿Cuál es la diferencia entre alimentación y nutrición? Aunque habitualmente se utilizan los términos de alimentación y nutrición como sinónimos, son cosas muy distintas.
En este artículo veremos qué es lo que distingue a ambos términos, así como otros directamente relacionados.
Diferencia entre alimentación y nutrición
Veamos en primer lugar cuál es la diferencia entre alimentación y nutrición, para luego pasar a otros conceptos derivados.
La alimentación:
- Es un conjunto de acciones voluntarias por las cuales suministramos alimentos al organismo.
- Dentro de estas acciones, se incluye la selección de alimentos, el cocinado y la ingestión.
- Aunque parezca sencillo, es un proceso complejo, ya que sobre él influyen diferentes factores como pueden ser las preferencias y/o necesidades individuales, los factores psicológicos, la disponibilidad de alimentos, la situación socioeconómica, la cultura, la religión y la publicidad, entre otros.
Por su parte, la nutrición es algo totalmente diferente:
- Según la OMS, la nutrición es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo.
- En otras palabras, es una combinación de procesos mediante los cuales el organismo incorpora, transforma y utiliza los nutrientes contenidos en los alimentos.
- Es un acto involuntario que incluye todos los procesos desde el momento en que se ingiere el alimento hasta que se excretan sus desechos.
De este modo, queda claro que existe una diferencia entre alimentación y nutrición y que no son lo mismo.
Diferencia entre alimento y nutriente
Ahora que ya hemos comprendido la diferencia entre alimentación y nutrición, veamos otra pareja de conceptos que se derivan directamente de dichos términos: alimento y nutriente.
- Un alimento es aquel producto que comemos o bebemos y que aporta nutrientes al organismo. Por ejemplo, la fruta, la carne o la leche.
- Un nutriente es cualquier sustancia química que se consume habitualmente como componente de un alimento y que proporciona energía, es necesario para el crecimiento, para el desarrollo y para el mantenimiento de la vida. Los nutrientes se suelen clasificar en: 1) macronutrientes, grupo al que pertenecen los hidratos de carbono, los lípidos y las proteínas y 2) micronutrientes, grupo al que pertenecen las vitaminas y los minerales.
Confusiones y errores comunes en el uso de estos términos
Aunque tengamos claras las definiciones anteriores y cuál es la diferencia entre alimentación y nutrición, encontraremos igualmente errores en el empleo de estos términos.
Ejemplos de ello los podemos encontrar cuando oímos hablar de la pirámide nutricional, de la educación nutricional o de recomendaciones nutricionales, ya que en estos casos, se debería cambiar el apelativo de “nutricional” por “alimentaria”. ¿Por qué? Sencillamente porque en todos esos casos hacemos referencia a alimentos y no a nutrientes.
Esta mezcla de términos se puede deber a que, en ciencia, la gran mayoría de la información se escribe en inglés y en dicho idioma se suele emplear el término “nutrition” para hacer referencia a ambos términos. Pese a que estos errores son habituales, es importante conocer la diferencia e intentar utilizar los términos correctos, ya que, por ejemplo, podríamos nutrirnos sin necesidad de alimentarnos mediante cápsulas o preparados comerciales. Sin embargo, perderíamos la posibilidad de disfrutar de todo lo que conlleva el acto de la alimentación.
Recomendaciones finales sobre alimentación y nutrición
A modo de conclusión, debemos procurar seguir una alimentación variada, equilibrada y saludable para alcanzar un estado nutricional óptimo en cada una de las fases de la vida. Es decir, una alimentación en la que predomine el consumo de frutas, verduras, hortalizas, cereales integrales, legumbres y frutos secos, en menor proporción los productos de origen animal y como aderezo el aceite de oliva, preferiblemente el aceite de oliva virgen extra.
Evitemos los alimentos precocinados, la comida rápida, los refrescos, las bebidas azucaradas (incluidas las bebidas light o zero) y el alcohol. Esto permitirá evitar la aparición de determinadas enfermedades crónicas relacionadas de forma directa con el patrón alimentario seguido, como la obesidad, la diabetes tipo 2 o algunos tipos de cáncer, entre otras.
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Aurora García Tejedor
Directora del Máster Universitario en Nutrición y Salud.