Alberto García Iglesias ¿Por qué es tan importante la salud de nuestros riñones y cómo cuidarlos?
850 millones de personas padecen enfermedad renal crónica (ERC), y hay más de dos millones de personas en el mundo recibiendo tratamiento de diálisis o viviendo con un riñón trasplantado. De hecho el riñón es el órgano sólido más transplantado a nivel mundial con diferencia (en gran parte gracias a que se puede donar en vida). Sin embargo, las funciones y cuidados de los riñones suelen ser relativamente desconocidos entre la población general; especialmente si los comparamos con el conocimiento existente sobre el corazón, los pulmones o el hígado, por ejemplo.
Por ello, le pedimos a Alberto García Iglesias, Enfermero especialista en Diálisis y alumni de la Maestría Oficial en Dirección y Gestión de Enfermería de VIU, que nos aclarara algunos conceptos básicos sobre estos órganos y nos explicara cómo cuidarlos y ante que signos estar alerta respecto a su funcionamiento.
¿Cuál es la importancia de los riñones dentro de nuestro organismo? ¿Qué funciones cumplen?
Tener una buena salud renal es esencial para mantener nuestro organismo en óptimo estado. Estos pequeños órganos, situados debajo de la caja torácica, uno a cada lado de la columna vertebral, son los principales encargados de eliminar todos los desechos y sustancias perjudiciales de nuestro organismo, para así asegurar su correcto funcionamiento.
Los riñones son los órganos responsables de tres funciones vitales que el cuerpo necesita para funcionar de forma correcta:
Regula los niveles de agua:
El mantenimiento de un adecuado equilibrio hídrico es esencial para la salud. Así, nuestros riñones permiten regular los niveles de agua, asegurándose de retener líquidos cuando el cuerpo más los necesita, y eliminarlos a través de la orina cuando las cantidades son excesivas.
Elimina desechos y toxinas:
La acumulación de productos de desecho y toxinas pueden incidir negativamente en el correcto funcionamiento de los órganos de nuestro cuerpo; es por eso, que necesitamos un medio para filtrar y eliminarlos. Los riñones son los encargados de desempeñar dicha función, asegurándose de que los desechos como la urea, producida cuando el cuerpo desintegra proteínas durante el proceso digestivo, o la creatinina, una sustancia derivada de la actividad muscular, sean eliminados de manera adecuada.
Produce hormonas:
Las hormonas son “mensajeros químicos” producidos por diferentes órganos del cuerpo, incluyendo los riñones, que controlan numerosas funciones del organismo como la producción de glóbulos rojos, la absorción de calcio, y la presión sanguínea; todos ellos factores de gran importancia cuando se trata del cuidado de la salud.
¿Cuáles son las patologías más frecuentes que afectan a los riñones?
Los riñones, como he indicado anteriormente, desempeñan un papel fundamental en el equilibrio del organismo. Son los encargados de depurar y filtrar la sangre y desechar, a través de la orina, las sustancias tóxicas.
No obstante, sus funciones se pueden ver alteradas por distintas patologías. Las enfermedades que afectan de forma puntual o crónica al correcto funcionamiento de los riñones se conocen como nefropatías. Las más comunes son las siguientes:
Enfermedad renal crónica: es el trastorno de los riñones provocado por distintas enfermedades que hacen que los riñones no puedan filtrar la sangre correctamente.
Cáncer de riñón: las células renales mutan y se convierten en cancerosas, impidiendo que se realicen las funciones adecuadamente.
Insuficiencia renal aguda: patología que provoca que los riñones pierdan su capacidad de depuración.
Cálculos renales: esta enfermedad se conoce comúnmente como piedras en el riñón y produce unos depósitos duros de minerales que se forman dentro de estos órganos y que provocan distintas complicaciones.
Nefropatía diabética: es una enfermedad renal grave provocada por la diabetes y hace que los riñones no puedan desempeñar sus funciones de forma normal.
Glomerulonefritis: la glomerulonefritis es una patología caracterizada por la inflamación de los glomérulos (unidades donde se filtra la sangre, actuando a modo de colador).
Traumatismo renal: es la afectación a los riñones que se da por alguna presión violenta ejercida sobre estos órganos.
Poliquistosis renal: se conoce también como enfermedad renal poliquística. Es un trastorno hereditario y provoca quistes en estos órganos que afectan a sus funciones.
Pielonefritis: es una infección renal que empieza en la vejiga o la uretra pero se puede extender a los riñones, reduciendo la realización de las funciones de forma correcta.
Síndrome nefrótico: los daños en los vasos sanguíneos provocan que se expulse demasiada cantidad de proteínas en la orina.
¿Qué debemos hacer para cuidar la salud de nuestros riñones? ¿Existen alimentos y/o hábitos que sean especialmente beneficiosos para estos?
Procurar dormir bien. El insomnio crónico está relacionado con una peor salud renal.
Lo que le pasa al corazón afecta a tus riñones. Por lo tanto; es importante hacer ejercicio (evitar el sedentarismo), evitar el tabaco y el alcohol y mantener a raya el colesterol.
Mantener un peso adecuado. El sobrepeso o aumento de la masa corporal “obliga” a nuestros riñones a “trabajar” más ya que necesitan más esfuerzo para eliminar los desechos.
Evitar la sal. Reducir el consumo de sal disminuye muchos de los factores de riesgo que afectan a la salud renal. En este sentido, recomiendo evitar el consumo de alimentos ultraprocesados por su alto contenido en sal y sodio.
Mantenerse hidratado. Esto ayudará al correcto funcionamiento de nuestros riñones. Se optimiza la función de filtrado y prevenimos la aparición de depósitos de sales minerales que puedan provocar cálculos renales.
Cuidado con el abuso de medicamentos. La función de filtrado de los riñones también influye en la eliminación de los medicamentos. Así, el tratamiento de larga duración del dolor crónico con antiinflamatorios no esteroideos pueden causar daño al riñón. Se debe consultar al médico el mejor método de alivio del dolor y que, a su vez, no sean perjudiciales para nuestros riñones.
Con respecto a la alimentación, las frutas y las verduras frescas son los alimentos que más favorecen la función depurativa de los riñones, ya que además de contener una importante cantidad de agua, son ricos en potasio que aumenta la producción de orina. En concreto, la piña natural por su alto contenido en vitamina C, potasio y enzimas como la bromelina, es una joya para los riñones porque ayuda, entre otras cosas, a combatir las infecciones e inflamaciones del riñón. También recomiendo el consumo de alimentos lo menos procesados posibles.
¿Ante que síntomas debemos estar alerta en relación a la salud de nuestros riñones?
Principalmente hay que estar alerta ante la aparición de los siguientes síntomas:
Cambios en la frecuencia de la micción. Aumento de las micciones durante la noche (nicturia) o aumento/disminución de la cantidad de orina.
Cambios en el aspecto de la orina. Cambios en el color u olor.
Retención de líquidos. Que se manifiesta con hinchazón en piernas, tobillos, pies y párpados principalmente.
Aumento de cansancio o fatiga. Dificultad respiratoria.
Anemia.
Picor en la piel (prurito). Debido a la acumulación de toxinas en nuestra piel.
Nauseas / vómitos, además de pérdida de apetito o de peso.
También debemos prestar atención a nuestras cifras de tensión arterial. Los problemas renales también causan hipertensión.
¿Cuáles son los tratamientos más frecuentes para la insuficiencia renal y las otras enfermedades renales más habituales?
Cada enfermedad renal requiere un abordaje y tratamiento distinto por lo que es importante acudir al especialista, en este caso al nefrólogo, para que haga un diagnóstico adecuando (con la ayuda de análisis de orina, sangre , pruebas por imagen y/o extracción de muestras de tejido) y en base a este diagnóstico, proceda a indicar el mejor tratamiento.
En el caso de la insuficiencia renal y hablando de las etapas más avanzadas de la enfermedad; se establecen tres tratamientos de reemplazo de las funciones de los riñones:
Hemodiálisis. Que consiste en utilizar una máquina que mueve la sangre hasta un filtro fuera de nuestro cuerpo para eliminar las toxinas y el exceso de agua. Este tratamiento se puede hacer en un centro sanitario o en domicilio con el equipamiento adecuado.
Diálisis peritoneal. En este caso se utiliza el revestimiento de nuestro abdomen, llamado peritoneo, para filtrar la sangre dentro de nuestro cuerpo.
Transplante. Cirugía que consiste en la colocación de un riñón sano de una persona que acaba de fallecer, o de una persona viva, en nuestro cuerpo.
Es importante indicar que estos tratamientos no revierten el fallo renal ya que es un proceso irreversible. Pero sí ayudan a que los pacientes tengan una mejor calidad de vida.