Industria 5.0: los avances del futuro al servicio de la empresa

La industria 4.0 se ha instaurado entre nosotros y es algo frecuente, que las empresas traten de ponerse al corriente. Pero hoy en día, con miras a un futuro más cercano se espera, nada más y nada menos: que la industria 5.0. No obstante, ¿qué es lo que entendemos por esta nueva generación de la industria? ¿qué nos espera en un futuro cercano y qué es lo que puede aportar a nuestra sociedad y nuestras empresas?

El gran cambio de la humanidad

Lo que hemos aprendido a lo largo de los últimos años con la industria 4.0 se ha encontrado en concentrarnos en el aprovechamiento del Internet de las Cosas. Con este sistema hemos conectado las máquinas a un entorno laboral, les hemos proporcionado información y nos hemos nutrido de una conectividad diaria. Bajo esta forma de trabajar los humanos supervisamos la comunicación que se crea entre las máquinas y los entornos de trabajo que se han automatizado. Pero este sistema tiene claras limitaciones, limitaciones que vamos a superar con la adopción de la industria 5.0.

A partir del momento en el que ingresamos a la siguiente generación lo que vamos a hacer es crear una forma de trabajar en sintonía entre las máquinas y nosotros. Se van a crear equipos y conjuntos de trabajo, en los que una parte estará formada por robots y la otra por humanos. La colaboración de ambas será lo que permita alcanzar el siguiente nivel de rendimiento en lo que se refiere al progreso industrial. 

Es en ese momento, que nos dejaremos de preocupar por la posibilidad de ser reemplazados por las máquinas. Y en cambio, podremos trabajar en cómo hacer que estas máquinas sean una herramienta para ayudarnos en nuestro trabajo.

¿Qué caracteriza a la industria 5.0?

Uno de los rasgos identificables de la nueva generación industrial va a residir en un formato de producción más controlado y personalizado. Las empresas podrán construir exactamente la cantidad de productos que necesiten con unas características muy concretas y diferenciadas. Estos catálogos que ya se crean con amplitud y variedad tendrán también la personalización propia que ofrece esta nueva manera de trabajar.

Pero lo más importante del proceso de cambio es cómo se van a repartir las tareas. Los robots se ocuparán más que nada de las tareas más repetitivas, que no requieren espíritu, alma o toma de decisiones. También serán los que harán el trabajo de mayor riesgo y contacto, poniéndose en circulación para ello nuevas generaciones de robots que tendrán más autonomía, capacidad de movimiento y polivalencia en sus tareas.

Debido a la manera en la que vamos a trabajar mano a mano con los robots, dividiéndonos las tareas de manera que cada grupo trabaje lo que tenga una mayor productividad. Lo que hará la industria, será ganar en velocidad de trabajo y calidad en los resultados. La cadena de producción se verá potenciada con una dosis extra de eficacia que permitirá que el rendimiento y proyección de las empresas alcance nuevas cotas de éxito. Y esto es algo que se seguirá fomentando, a medida que se continúe perfeccionando la manera en la que se repartan las tareas entre las personas y los robots.

Por último, y no menos importante, la industria 5.0 también aportará un apoyo medioambiental importante, adoptando un perfil absolutamente ecológico que piense en la protección del planeta. Las iniciativas cada vez tienden a utilizar más las energías renovables y a intentar que por todos los medios posibles, se emitan menos residuos medioambientales, dado que será algo que beneficiará tanto a corto como a largo plazo. Todo ello convertirá la adopción de la quinta generación industrial en un cambio sin precedentes para la humanidad.

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