Inteligencia Artificial y predicción climática: una alianza con gran potencial para hacer frente al cambio climático

Según señala la Organización Meteorológica Mundial (OMM), 2023 fue, a nivel mundial, uno de los años más cálidos registrados, con olas de calor extremas, sequías e inundaciones afectando a diversas regiones del planeta. En América Latina, grandes extensiones del territorio han experimentado sequías prolongadas, afectando la agricultura y los recursos hídricos.  Además, la región ha sido testigo de un aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, como huracanes e inundaciones. Esto, además de los evidentes costes económicos y en las infraestructuras, ha tenido un precio humano elevado, provocando la pérdida de hogares, entornos y medios de subsistencia, y obligando al desplazamiento de poblaciones.

Por ello, es fundamental contar con la mayor cantidad de medidas de prevención, mitigación y respuesta rápida ante este tipo de fenómenos; algo en lo que la Inteligencia Artificial puede tener mucho que aportar. “Con la IA es posible realizar analítica descriptiva sobre datos históricos que ayuda a entender lo que ha pasado y por qué; con esta información los modelos de IA pueden ser retroalimentados para realizar analítica predictiva, que basado en datos actuales y en experiencia previa genere escenarios probables”, explica la experta de VIU, Dra. Yudith Cardinale Villarreal, directora del Centro ESenCIA y docente de la Maestría Oficial en Big Data y Ciencia de Datos de la Universidad.

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Dra. Yudith Cardinale

De hecho, la IA ya se aplica a tareas de prevención de emergencias climáticas y ha hecho avances no solo en la anticipación de los fenómenos climatológicos, sino también en la elaboración de planes de acción e iniciativas para mitigarlos. Esto es posible gracias a los históricos de variables identificadas por expertos o la misma IA, a la identificación de patrones de comportamiento estacionales e inherentes de cada fenómeno y a la capacidad de la IA para detectar anomalías y analizarlos a profundidad. 

El Dr. Óscar Garibo, docente de la Maestría Oficial en Big Data y Ciencia de Datos de VIU y miembro del Centro ESenCIA, explica que para conseguir estos resultados es necesario efectuar un intenso proceso de entrenamiento de los modelos, que puede ser costoso tanto en recursos como en tiempo, pero que hecho de la manera adecuada, luego puede producir resultados asombrosos. “Ahora mismo disponemos de sistemas basados en métodos numéricos tradicionales y dinámica de fluidos que son capaces de predecir con mucha exactitud los niveles que alcanzará el agua en una zona determinada en caso de inundación, pero el problema reside en que para cuando se obtiene la predicción de esos modelos el agua ya ha pasado y el daño ya está hecho”, detalla el experto. Sin embargo “Un modelo de IA puede, potencialmente, ofrecer resultados ANTES de que la inundación se produzca y, por lo tanto, se podrían desalojar espacios y prevenir tanto daños materiales como personales”, explica.

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Dr. Óscar Garibo

Estas aplicaciones de la Inteligencia Artificial, no solo ofrecen beneficios a nivel de prevención e intervención, sino que, por el impacto que pueden tener en estos campos, también proporcionan beneficios económicos. Por ejemplo, como señala el Dr. Garibo “la predicción de la escasez de los recursos hídricos beneficiaría a dos grandes sectores: por un lado, el de la agricultura y la ganadería, ayudando a cambiar los cultivos y la ubicación de las granjas. Por el otro, el sector turístico, donde se podrían anticipar las condiciones climáticas para adecuar las ofertas turísticas, las actividades y los lugares donde se realizarían, garantizado seguridad a los viajeros”.

Por su parte, la Dra. Cardinale resalta “los beneficios para el sector de la salud, gracias a que, con ayuda de la IA, se facilitaría tanto el estudio de las epidemias y enfermedades endémicas; como el realizar inversiones apropiadas que mitiguen los efectos adversos de los cambios climáticos en las comunidades, por parte del sector gubernamental y financiero”.

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Dra. Vanessa Moscardó

Además, la Dra. Vanessa Moscardó, directora del Pregrado en Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial de VIU, y también miembro del Centro ESenCIA, recalca el potencial que tiene la IA aplicada a la meteorología para mejorar la calidad de vida de las comunidades, explicando que “Con una capacidad predictiva como la de la IA, la ocurrencia de los fenómenos climatológicos extremos no vendría por sorpresa ya que las autoridades competentes les pondrían sobre aviso y les darían indicaciones de cómo actuar. [Además se brindaría] dotación de herramientas competentes a los sectores previamente mencionados para optimizar su estrategias y trabajo diario”.

Para conseguir esto, señala que “Un punto crítico sería la interrelación de los datos disponibles registrados. De esta forma, ser capaces de modelar y considerar el impacto de los comportamientos climáticos en todos los sectores y ámbitos potenciales, e identificar posibles acciones de mitigación que pueden llevar a cabo cada uno de estos”.

De esta forma, y tal como explican los expertos y expertas de VIU, la Inteligencia Artificial; en combinación con el Big Data y el indispensable elemento humano; puede convertirse en una aliada poderosa frente a los efectos cada vez más intensos del cambio climático y el calentamiento global, especialmente en los ámbitos de prevención, mitigación e intervención, que resultan altamente beneficiosos para el bienestar de las comunidades afectados por estos fenómenos climatológicos extremos, y que además tienen una repercusión económica significativa en amplias regiones del mundo.