Energía undimotriz: ¿Qué es? ¿Qué potencial tiene? y ¿Cuál es su futuro?

La importancia de realizar una transición energética de fuentes no renovables, como los combustibles fósiles; a una basada en fuentes renovables; ya parece haber sido asumida tanto por el público general, como por los organismos, instituciones y empresas que tienen la capacidad directa de impulsar este cambio.

Prueba de ello, es que, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), las energías renovables han liderado la instalación de nueva capacidad energética a nivel mundial durante los últimos 5 años; calculándose que para 2030 las energías renovables y la energía nuclear proporcionarán la mayor parte del suministro eléctrico mundial.

De entre las energías renovables, las que lideran la producción son la solar y la eólica. De hecho, en 2023 la energía solar representó el 73% del crecimiento de las energías renovables, alcanzando los 1419 GW de capacidad instalada.

Sin embargo, hay vida y energía más allá del sol y el viento, y los mares y océanos son un perfecto ejemplo de ello. Para conocer un poco más acerca de una fuente energética específica de estos entornos, la energía undimotriz, nos pusimos en contacto con nuestro experto, el Dr. Sergio Trigos, doctor en Biología Marina y Oceanografía Biológica, licenciado en Ciencias del Mar, y docente de la Maestría Oficial en Energías Renovables de VIU.

Comencemos por lo fundamental ¿Qué es la energía undimotriz? 

El origen etimológico de la propia palabra, nos da las pistas para definir este tipo de energía. La palabra undimotriz se divide en el prefijo undi-, procedente del latín unda, que significa onda u “ola” y de la palabra motriz, que hace referencia a “movimiento”.

En estos términos, podemos definir la energía undimotriz, como aquella que producida por la energía cinética de las olas. La oscilación de un dispositivo flotante producida por el contacto entre este y una masa de agua en movimiento, en este caso, el oleaje, ejercerá presión sobre el aire de su interior, que fluirá pasando por turbinas que, al girar, generan la electricidad.

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Diferentes principios de conversión de energía basados en la absorción de la energía de las olas. Fuente 

¿Qué potencial real tiene este tipo de energía? 

Debemos recordar que España cuenta con 7.905 Km de costa a lo largo de las vertientes sur, mediterránea y atlántica. Con esta gran extensión, nuestro país ha estado explorando el potencial de aprovechar la energía de las olas como una fuente sostenible de electricidad. Los estudios son optimistas y según recoge la Asociación Española de Energía Oceánica, el país tiene un potencial teórico de energía de las olas de más de 70,000 gigavatios-hora (GWh) por año, lo que equivale aproximadamente al 60% del consumo actual de electricidad de España.

¿Nos puedes dar algunos ejemplos de centrales de energía undimotriz exitosas en funcionamiento en el mundo?

Los países nórdicos, como Noruega, Suecia, o Escocia son los alumnos aventajados en este sentido. Sus condiciones oceanográficas han favorecido en gran medida la implantación de proyectos piloto, aunque su punto fuerte ha sido la estrecha colaboración entre entidades con financiación pública y privada de diferentes naciones. 

Además, están siendo capaces de optimizar los procesos, agrupando en una misma infraestructura la tecnología undimotriz o maremotriz con otra también asociada al entorno marino, la eólica. En muchos casos, los parques eólicos offshore, ya incluyen en muchos casos, turbinas sumergidas que aprovechan las corrientes y el oleaje para producir energía al mismo tiempo que la parte emergida hace lo propio con el viento.

¿Cuál es el potencial de España en este ámbito? ¿Existen planes o estaciones funcionando?

Todos pensamos en la costa atlántica de España cuando hablamos de oleaje. Ofrece un mayor potencial energético para el desarrollo de este tipo de proyectos. En este sentido la planta de Mutriku en el País Vasco no sólo es pionera en nuestro país si no que es la primera planta de Europa en suministrar energía procedente de las olas. Desde su puesta en marcha en 2011 ya ha generado alrededor de 300,000 kWh anuales, y en 2024 ha alcanzado un hito histórico, siendo el primer proyecto comercial del sector en producir 3 millones de kWh

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Planta undimotriz de Mutriku, en el País Vasco 

Sin embargo, este potencial energético extremo del que disponemos en costas atlánticas, supone un mayor desgaste de las infraestructuras y, por ende, un mayor coste de mantenimiento. Así la vertiente mediterránea ha pasado en los últimos años a convertirse en centro de interés para el desarrollo de plantas piloto. Su potencial energético, si bien es inferior, se proclama como el entorno favorable para la instalación de dispositivos con un menor gasto logístico y de reparación o mantenimiento de la tecnología empleada. A lo largo de los años, se han establecido varios proyectos de investigación y plantas piloto a lo largo del litoral levantino.

Actualmente existen dos proyectos que reúnen todas las características para implementarse de manera óptima en aguas mediterráneas. En primer lugar, se plantea en Port Adriano (Mallorca) la instalación de una planta undimotriz capaz de producir 2 MW, que sería capaz de abastecer a un total de 400 hogares. Además, la ciudad de Valencia está estudiando la puesta en marcha de un proyecto conocido como Wave Energy Converter, que pretende producir hasta 130,000 kW al año, abasteciendo a la propia red municipal y reduciendo notablemente las emisiones de CO2.

¿Cuáles son las principales dificultades que enfrenta el desarrollo e implementación de la energía undimotriz?

La mayor limitación y desafío al que la implantación de esta tecnología debe enfrentarse es, el propio medio marino, de donde extraerá la energía. La práctica totalidad de la infraestructura, queda expuesta a la corrosión marina y al estrés mecánico producido por interminables horas de oscilación. Estas condiciones requieren por tanto una tecnología robusta y materiales avanzados para asegurar la longevidad y eficiencia de los dispositivos. Obviamente, todo esto conlleva unos elevados costes de inversión lo que impide también la puesta en marcha de más proyectos similares.

¿Cuál consideras que es el camino a seguir para desarrollar este tipo de energía?

Debemos tomar como referente aquellos modelos implementados con éxito por países, como Portugal o Escocia.  Sin duda la investigación, la innovación y la colaboración entre universidades, el sector industrial y el gobierno son esenciales. Este enfoque multidisciplinar permitiría articular los aspectos técnicos, ambientales y sociales de futuros proyectos vinculados a la energía undimotriz.