David Garriga VIU
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Expertos VIU | Radicalización, extremismo y terrorismo: la importancia de la prevención

 

El 12 de febrero se celebró el Día Internacional para la Prevención del Extremismo Violento cuando Conduzca al Terrorismo, una efeméride instaurada por la ONU para “concienciar sobre las amenazas vinculadas al extremismo violento, como y cuando propicie el terrorismo, y mejorar la cooperación internacional a este respecto”. Aunque muchas veces, a nivel mediático y de discusión pública, los conceptos de extremismo y terrorismo se usen prácticamente como sinónimos, la realidad es que se trata de dos conceptos relacionados pero distintos, con implicaciones propias y que necesitan un análisis especializado y diferenciado.

Para contribuir a arrojar luz sobre las complejidades de los fenómenos del extremismo, la radicalización y el terrorismo, pedimos la colaboración de nuestro experto, David Garriga, criminólogo especializado en análisis y prevención del terrorismo yihadista, insurrección y Movimientos Radicales y docente de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídica de VIU. Garriga además es enfermero especializado en salud mental, cuenta con una amplia formación de postgrado en el Mundo Árabe e Islámico y en Prevención y Análisis del Delito, y es presidente de CISEG (Comunidad Internacional de Seguridad Global), creador y Editor de Al-Ghurabá, una revista enfocada a la prevención y narrativas alternativas al radicalismo; y Co-Director de OPRA (Observatorio para la Prevención del Radicalismo Violento).

Este 12 de febrero se conmemoró el Día Internacional para la Prevención del Extremismo Violento cuando Conduzca al Terrorismo. La ONU señala que el “extremismo violento es un fenómeno diverso, sin una clara definición” ¿Desde tu expertise, en qué consiste este extremismo y cómo se relaciona con el terrorismo? ¿En qué se diferencian ambos?

Los conceptos de radicalización, extremismo violenta y terrorismo no siempre están conectados. A día de hoy tener ideas radicales no es considerado delito ni va en contra de la ley. El problema aparece cuando estas ideas radicales conducen a comportamientos violentos o tipificados legislativamente. Podríamos entenderlo como que la radicalización es un proceso, el extremismo una ideología y el terrorismo es el acto. Este extremismo posee diversidad de formas específicas y uno de ellas es el terrorismo. El concepto “radicalización” merece ser acotado correctamente, ya que incluye a individuos violentos y no violentos. Individuos que poseen ideas y actitudes intransigentes sobre una cuestión concreta, y aquellos que para imponer tales creencias emplean la violencia. Por tanto, no todos los individuos que poseen creencias, ideas y opiniones radicales o extremistas ejecutan acciones de violencia.

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David Garriga VIU

 

La resolución 77/243 de la ONU indica que “el terrorismo y el extremismo violento cuando conduzca al terrorismo no pueden ni deben vincularse a ninguna religión, nacionalidad, civilización o grupo étnico” En la práctica, especialmente a nivel mediático, sabemos que esto no es así, ya que el discurso mayoritario liga estos conceptos de forma casi indisoluble al islam y al terrorismo yihadista ¿En qué otros territorios ideológicos podemos ver este extremismo violento? ¿Los movimientos supremacistas blancos de EEUU y sus homólogos e imitadores en otras partes del globo se encuentran dentro de esta calificación?

Definir terrorismo no es tarea fácil debido a la cantidad de perspectivas y puntos de vista diferentes que existen en el mundo, y por tanto es difícil llegar a un consenso en su definición. Lo que si podemos considerar como elementos centrales y que coinciden varios autores y organizaciones es que, para definir el concepto de terrorismo, por un lado, tiene que estar presente el uso o amenaza de uso de la violencia; también ha de existir una motivación política y finalmente la creación de una presión psicológica mediante el terror para lograr un propósito determinado. Toda ideología, grupo o facción que se englobe en estos tres conceptos podríamos considerarlo terrorismo. Aunque en el terrorismo de etiología yihadista lo que nos llega podría hacernos pensar en una motivación religiosa, realmente el uso del islam desde una visión radical que presentan los terroristas es solo una herramienta para llegar a conseguir uno de sus objetivos, un efecto político en la sociedad.

"Cuando hablamos de radicalización violenta emanada del terrorismo de etiología yihadista, es de gran importancia trabajar desde diversidad de ámbitos"

¿Qué papel juegan las redes sociales y las nuevas tecnologías en la propagación de estas ideas extremistas violentas y en la captación de nuevos acólitos para su causa?

El terrorismo de etiología yihadista, sobre todo el Daesh, dispone, aunque muy contrario a su ideología salafista que es la de volver a los orígenes del islam, de una ventaja mecánica en su lucha por implantar el califato: internet y las nuevas tecnologías. Mientras occidente cree, erróneamente, que domina las redes sociales e internet por haberlas inventado, el grupo mediático del califato las utiliza a la perfección y rentabilizándolas al máximo. Compartiendo continuamente vídeos con un lenguaje que llega a quien debe llegar, le atrapa y le convence para unirse a su lucha.

Con la aparición del Daesh, las redes sociales se han potenciado al máximo, aprovechando todas las formas de transmisión del mensaje yihadista en la red y gracias a las ventajas que ofrece internet respecto a otros medios de difusión, esta ha sido universal. Abarcó desde todo tipo de medios para hacer llegar su discurso a nivel local y exterior, a controlar todo tipo de redes sociales desde las menos encriptadas y seguras como Facebook y Twitter a las más privadas como Telegram y actualmente de nuevo a Whatsapps. Las finalidades son diversas, entre ellas encontramos mantener la cohesión interna y aumentar la moral del grupo, sirve para la captación de nuevos adeptos, atemorizar a la población, generar simpatía y apoyo entre su grupo, motivar a los simpatizantes, ofrece una identidad y pertenencia fuerte y una función legitimadora de sus actos por atroces que sean

¿Cómo pasa alguien de abrazar una ideología extremista a perpetuar atentados terroristas en nombre de esa ideología? ¿Hay características (individuales o sociales) que nos convierten en más predispuestos a dar este salto?

A día de hoy es muy difícil poder realizar un perfil exacto del terrorista yihadista debido a que, por un lado, éstos han sufrido una evolución continua referente al perfil que buscan para radicalizar, al igual que en las vías de captación y modus operandi de los atentados. Por otro lado, porque no se trata de una sola característica que hace que una persona se radicalice, sino que estamos frente una radicalización multifactorial. Por otro lado, cada lugar puede tener sus características en cuanto a los perfiles buscados por los reclutadores. No tendremos un mismo perfil en España que en un país árabe, incluso pueden aparecer diferencias entre países europeos. Lo que si podemos hablar es de indicadores de vulnerabilidad que a día de hoy aparecen en muchos de los radicalizados.

Conocer la relación entre aspectos psicosociales que rodean a las personas y que las pueden hacer vulnerables frente a la narrativa extremista es fundamental para poder desarrollar programas de prevención lo más concretos y específicos posibles. Estos indicadores pueden variar según el lugar, el momento, el sexo y la edad de los posibles candidatos a radicalizar. Entre ellos tenemos la crisis de identidad (personas que no se sienten aceptadas en la sociedad en la que viven). En el caso de este radicalismo de corte yihadista en España, la mayoría de los radicalizados entran en el perfil de jóvenes de segunda y tercera generación de inmigrantes. Su nacionalidad occidental les da más facilidad para moverse por los diferentes países sin llamar tanto la atención y hace que busquen muchas veces ideas más radicales contra occidente que las de sus padres y abuelos. Otro indicador pueden ser los agravios sociales (aquí encontraríamos los habituales agravios sociales por procedencia, en este caso por ser musulmán, pero cada vez más se hacen presentes otro tipo de agravios como el mobbing o los abusos sexuales en el niño por parte de familiares … que les hacen vulnerables al discurso del reclutador). Las pocas alternativas económicas, también puede ser uno de los varios factores (aunque no siempre es el tema económico. Algunos de los perfiles vulnerables son jóvenes que buscan el éxito fácil y rápido, y el pensar en disponer de un dinero sin apenas esfuerzo les sirve de herramienta de atracción para los reclutadores). La necesidad de pertenencia (la necesidad de pertenecer al grupo, de ser alguien, sentirse reconocido y apoyado por los demás). Sentimiento de odio (el sentimiento de odio muchas veces potenciado con las diferentes narrativas de estos radicales, por un lado, de occidente contra el islam y por otro de los jóvenes contra su país). Finalmente, también encontramos la frustración (la frustración de estas personas social y laboralmente en su entorno los puede llevar a un aislamiento social y falta de identidad que potencia que su relación sea únicamente con los miembros de su grupo).

"La inversión en prevención es donde verdaderamente se tendrían que volcar todas administraciones públicas"

¿Qué herramientas existen para combatir este tipo de extremismo y frenar su conversión en terrorismo?

Cuando hablamos de radicalización violenta emanada del terrorismo de etiología yihadista, es de gran importancia trabajar desde diversidad de ámbitos. Es fundamental invertir en prevención a través de la formación. La puesta en marcha de estas iniciativas en materia de prevención han de ser desarrolladas de una forma generalizada, integrándose en las políticas gubernamentales propias de cada país, así como en el día a día de cada uno de sus ciudadanos. Teniendo en cuenta que este terrorismo afecta a toda la sociedad, estas políticas de prevención no solo han de pasar por la competencia de las fuerzas y cuerpos de seguridad (FFCCS) y servicios de inteligencia de cada país, sino en la implicación de todos aquellos ciudadanos en detección y prevención del radicalismo violento con el que pueden estar conviviendo a diario.

Una colaboración entre entidades nacionales y locales es necesaria para poder abarcar una serie de recursos comprendidos en el ámbito de la prevención, adaptando estos el modelo nacional a cada comunidad. Es evidente que un proyecto nacional no es compatible con el ámbito local y no tan solo por la ciudadanía sino por la infraestructura necesaria, la economía aportada para estos recursos y la formación del personal que ha de llevar a cabo las funciones preventivas en cada localidad.

En Europa, instituciones como la RAN (Radicalisation Awareness Network) financiada por la Comisión Europea, reúne a varios expertos internacionales que trabajan en la prevención de la radicalización. Otras entidades europeas como ICCT (International Centre for Counter-Terrorism) son el núcleo dentro de la red internacional de lucha contra el terrorismo, conectando a expertos, legisladores, actores de la sociedad civil y profesionales de diferentes campos, proporcionándoles una plataforma para la colaboración productiva, el análisis práctico y el intercambio de experiencias y conocimientos, con el objetivo final de identificar enfoques innovadores e integrales para prevenir y combatir el terrorismo.

No solo las entidades con gran aval y financiación europeas están desarrollando materias en prevención de una forma más global, en Dinamarca, por ejemplo, se implantó hace años un plan para establecer a nivel local (vecinos) la detección temprana de aquellos que pueden estar adentrándose en algún proceso de radicalización en el momento de ser detectados por algún miembro de la comunidad.

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Portada Yihad ¿Qué es? de David Garriga, docente de VIU

Portada 'Yihad ¿Qué es? de David Garriga

¿En España existen iniciativas similares?

En España se puso hace años sobre la mesa el único plan de prevención como respuesta a una necesidad nacional de tratamiento del fenómeno de la radicalización violenta. Este Plan Estratégico Nacional de Lucha Contra la Radicalización Violenta (PEN-LCRV) basa su estrategia en un modelo similar al de la Unión Europea (UE), estableciendo cuatro pilares: Prevenir, Proteger, Perseguir y Responder. Estos últimos llevados a cabo por las FFCCS y la parte en donde los actores sociales podían aportar, la de prevenir, se intentó implantar concretamente en la ciudad de Málaga, avalado por el propio ayuntamiento y la universidad de la misma ciudad que se ponía en marcha el pasado junio de 2017 llamado, "I PLAN TRANSVERSAL POR LA CONVIVENCIA Y LA PREVENCIÓN DE LA RADICALIZACIÓN VIOLENTA EN LA CIUDAD DE MÁLAGA 2017-2020". Un plan que tal y como marca su propia estructura abarca desde la formación, integración, cooperación entre instituciones, comunicación e investigaciones relacionadas con la ciudadanía y la prevención de la radicalización violenta en la ciudad de Málaga.

También en la nueva Estrategia Nacional contra el terrorismo española, publicada en febrero del 2019, aparte de varios colectivos vulnerables a los que prestar más atención, como es el tema de los retornados y la radicalización en las cárceles, se acentuaba la importancia de la implicación de organizaciones públicas y privadas al igual que la ciudadanía como parte de esta prevención frente al radicalismo de etiología yihadista.

¿Nos puedes detallar más el trabajo que se realiza en materia de prevención, especialmente desde la sociedad civil?

Hay acciones que se están desarrollando en materias de prevención e implicación de la parte social, como la de los “actores sociales”. Varias entidades privadas y asociaciones sin ánimo de lucro como CISEG (Comunidad de Inteligencia y Seguridad Global) compuesta de expertos en temas de seguridad y prevención han desarrollado una formación específica y adaptada sobre los procesos de radicalización para estos colectivos que ha sido acogida con una gran expectativa y profesionalidad. Estos “cortafuegos sociales” son la primera línea para hacer frente a los procesos de radicalización. Estas detecciones precoces ahorran recursos mediante la propia derivación tanto interna como externamente de aquellos usuarios que se detecten con algún signo de pre-radicalización o niveles incipientes de la misma. La ayuda que se presta a estos usuarios mediante estos "actores-sociales" hace posible frenar la escalada en la pirámide de la violencia hacia niveles más altos de este radicalismo.

Otra de las vías de la prevención, es el empoderamiento y apoyo familiar que deberían realizarse por parte de las administraciones, ya que estas sí disponen de amplios recursos para llevarlos a cabo realizando el apoyo necesario para estas familias. Este apoyo incondicional hacia las familias que sufren a través de algún familiar que ese encuentre en algún proceso de radicalización siendo víctimas indirectas, puedan disponer de los recursos necesarios para poder recuperar a ese padre, madre, hijo, hija etc... La creación de proyectos preventivos para el apoyo familiar de víctimas secundarias es también un recurso más a la hora de prevenir esa escalada en la pirámide de la radicalización ideológica. Los programas y proyectos preventivos engloban desde la formación de personal para realizar detecciones precoces, pasando por el asesoramiento y empoderamiento de estas familias y la derivación de cada caso para ser tratado de una forma totalmente personaliza. 

Todo esto hace evidente la necesidad de inversión en prevención, que es donde verdaderamente se tendrían que volcar todas administraciones públicas para poder asegurar la convivencia, seguridad y pluralidad de todas las sociedades que viven y labran un futuro mejor para el mañana.

Emilio Vivallo - Content Manager Departamento de Comunicación de VIU
Emilio Vivallo-Ehijo

Equipo de Comunicación de la Universidad Internacional de Valencia.