Facultad de Ciencias de la Educación: Empoderar al docente para transformar el mundo a través de la Educación
La Facultad de Ciencias de la Educación de VIU tiene al profesor en el centro de su propósito. Su propuesta formativa se articula en torno al empoderamiento de los docentes y a reforzar y elevar su rol como agentes de cambio de la sociedad. Esta filosofía se sustenta y es implementada por un claustro y una dirección académica formada por docentes y especialistas de la pedagogía y la educación, profesionales que entienden a la perfección el día a día y las necesidades de los profesores, porque es su propio día a día y son sus propias necesidades.
Profesionales como el Dr. Jorge Martínez Pérez, director de Escuela Primaria en Castilla y León, doctor en Educación y docente e investigador de la Facultad, quién cuenta que “Ser maestro es una profesión increíble. Me da la oportunidad de trabajar día a día con los más pequeños, siendo uno de los pocos trabajos que permite vivir la inocencia, la motivación y la curiosidad más fidedignas dentro del aula. Poder inculcar contenidos y valores a niños y niñas es una experiencia muy gratificante y que, sin duda, me ayuda a crecer como persona. Las habilidades y competencias de estos infantes son enormes. Tengo la suerte de poder conocer sus avances a lo largo de los años y poner mi granito de arena para que sean grandes profesionales y mejores personas”.
La Dra. Susana Navarro Adam, doctora en Lenguas y Literatura, licenciada en Filología Inglesa, profesora de Lengua castellana y literatura en ESO y Bachillerato y docente de la Facultad, amplia, desde su perspectiva, la realidad de la experiencia docente “Por ser una profesión inesperadamente difícil, resulta a corto plazo una fuente de frustraciones. Tal vez por eso, la gratificación que tiene a largo plazo no se reduce a la promoción de los discentes sino a la rectificación continua de mí misma. Es verdad que el que más aprende es el que enseña”.
Esta reciprocidad es algo que también destaca Gloria Moya Fernández, licenciada en Historia del Arte y en Documentación, docente y directora de desarrollo de la Facultad y especialista en innovación educativa “Como docente lo que más valoro es poder acompañar al estudiante. Animarle y guiarle para seguir haciéndose preguntas, cuestionarse todo y fomentar la curiosidad para seguir aprendiendo. Además, en ese proceso de enseñanza-aprendizaje hay un punto de reciprocidad donde los estudiantes te retornan nuevos conocimientos, ponen a prueba tus habilidades y tu actitud para seguir aprendiendo sobre ti mismo y de la profesión docente”.
La Dra. Tatiana Jordá Fabra, doctora Internacional en Filología Hispánica, vicedecana de Postgrado de la Facultad y docente de ésta, incide en el rol social y formador en valores que permite la práctica docente “Ser profesor te permite aportar valores positivos de forma transversal. Con ello, se consigue mejorar las capacidades del alumnado y hacerlo crecer como persona. Es un ejercicio de responsabilidad social y, por tanto, un oficio que debe cuidarse y llevarse a cabo escrupulosamente”.
Un punto fundamental de la propuesta académica de la Facultad de Ciencias de la Educación de VIU es contribuir de forma activa a la transformación de los sistemas educativos, una propuesta alineada con la de organismos internacionales como la UNESCO, que en el informe ‘Reimaginar juntos nuestros futuros: Un nuevo contrato social para la educación’ señala que es necesario crear “un nuevo contrato social para la educación, en el que los docentes ocupen un lugar central y su profesión sea revalorizada y reimaginada”.
Respecto a este rol de los docentes en la construcción y el progreso de las sociedades, tanto actuales como futuras, el Dr. Jorge Martínez Pérez, señala que “Nos encontramos en una sociedad marcada por la incertidumbre y el miedo. Como profesores tenemos la suerte de promover valores y experiencias que ayuden a formar una sociedad más justa, accesible y democrática. Desde la escuela debemos formar ciudadanos críticos y responsables que ayuden a construir un futuro mejor. No obstante, desde mi punto de vista, las administraciones deberían replantearse el papel actual del docente en el aula. Nos encontramos rodeados de burocracia que ocupa un tiempo muy valioso que perdemos de estar con nuestros estudiante. Asimismo, precisamos de mayor autoridad en el aula y reconocimiento en la sociedad para poder avanzar como grupo”.
En una línea similar opina la Dra. Susana Navarro Adam “La sociedad está creciendo a nivel de complejidad de una manera exponencial. Eso implica que la formación deber ser más larga hasta convenir a niveles de especialización muy acotadas y escindidas. El profesor de primaria y secundaria se tiene que hacer cargo de la integridad personal más allá de la impartición de contenidos. Esa labor que los alumnos necesitan en el momento más crítico de su desarrollo, la adolescencia, es tan necesaria como la evaluación de los saberes”. Por ello, señala que “Hacer converger el paso de la familia a los valores y normas de una sociedad democrática haciendo valer la ruptura biográfica (lo que en todas las culturas se llama rito de iniciación) para promover versiones favorables y propias de cada uno ante la inminente entrada en la edad adulta es más necesario que nunca, puesto que en la actualidad los patrones de conducta ya no son propiedad de instituciones sociales, sino de una vasta red que les llega a través de las pantallas”. Una realidad que implica cambiar paradigmas y adaptar la práctica en el aula a la realidad “Hay que poner de nuestro lado las nuevas formas de comunicación social, aunque eso implique que el paradigma de lecto-escritura vaya dando más peso a la narrativa visual y a la oralidad del conocimiento. El indudable éxito de las culturas clásicas que poseían esta forma de humanismo es algo que nos consta ahora, y es que, además, hoy en día podemos contar con medios tecnológicos con la que ninguna paideia antigua pudo imaginar”.
Por su parte, Gloria Moya Fernández, enfatiza el rol transformador de la educación, y como “Los docentes somos parte esencial para promover una pedagogía transformadora que haga posible una educación basada en competencias clave para construir una visión del mundo más sostenible, inclusiva y pacífica. Los docentes debemos ser capaces de empoderar a nuestros estudiantes a través del conocimiento, las habilidades y las actitudes para abordar los desafíos globales que enfrentamos como sociedad. La educación debe ser transformadora”.
La Dra. Tatiana Jordá Fabra también recalca la importancia del pensamiento crítico y la responsabilidad de formar a quienes van a dar forma al futuro “El docente debe despertar en el alumnado la capacidad crítica y la sensibilidad social necesaria para formar parte de su comunidad y contribuir a su desarrollo. Teniendo en cuenta que los estudiantes del presente serán los agentes responsables del cambio, el docente debe guiarlos y darles las claves para una buena gestión del futuro”.
Los testimonios de Jorge, Susana, Gloria y Tatiana son una pequeña muestra del espíritu que anima la propuesta formativa de la Facultad de Ciencias de la Educación de VIU. Una propuesta que entiende la educación como un elemento emancipador, que además de transmitir conocimientos, enseña a aprender, a desarrollar las habilidades para imaginar y crear sociedades más justas, inclusivas, solidarias y sostenibles. Una educación, que, parafraseando a Paulo Freire, no cambia al mundo, sino que cambia a las personas que van a cambiar el mundo.