¿Qué precauciones deben adoptar las personas en las zonas afectadas por la DANA? Consejos y recomendaciones de una experta en enfermería de urgencias
A medida que avanzan los días, aumenta la preocupación por la situación sanitaria de las áreas que han sufrido las consecuencias más graves del desastre provocado por la DANA en la Comunitat Valenciana. Las aguas acumuladas, el barro que se va secando y las estructuras afectadas, se suman, en muchos casos, a la falta o funcionamiento irregular de servicios básicos como agua corriente y electricidad; generando un escenario complicado, que presenta riesgos y genera inquietud e incertidumbre tanto para los habitantes de los pueblos afectados, como para los miles de voluntarios que acuden a ayudar en las tareas de limpieza y desescombro de estas áreas.
Para entender mejor la naturaleza real de estos peligros, las medidas más efectivas para prevenirlos y protegernos ante ellos, y qué hacer en caso de sufrir un accidente o un corte en estos entornos, le pedimos a Elena Plaza Moreno, enfermera especialista en urgencias y Co-directora experta de la Maestría Oficial en Cuidados de Enfermería de Urgencias y Emergencias de VIU, que nos lo explicara.
¿Nos puedes contar un poco de ti?
Soy enfermera desde hace 17 años. Los primeros 9 años estuve en un servicio de urgencias, los 3 siguientes en una UVI móvil. Posteriormente 4 años en gestión. La función docente y de divulgación científica la he realizado en los últimos 12 años paralelo a lo anterior, tanto en redes sociales como webs, medios de comunicación, enseñando RCP e impartiendo formación en expertos y máster universitarios. Mi formación ha ido acorde a toda esta trayectoria con un experto en urgencias y emergencias, máster en urgencias, soy instructora de reanimación cardiopulmonar. Mi especialización dentro de las urgencias son los electrocardiogramas y el soporte vital avanzado. Me encanta divulgar en redes sociales tanto a la población como a mis compañeros sanitarios. Y la clave es hacerlo siempre con evidencia científica y con información de fuentes oficiales. Ahora estoy muy feliz de incorporarme a la familia VIU en el máster de urgencias y también en el de críticos.
En un momento como el que se vive en este momento en la Comunitat Valenciana a consecuencia de la DANA ¿Cuáles son los principales riesgos y problemas sanitarios a los que se enfrentan los y las habitantes de las áreas afectadas? ¿Existen posibilidades de brotes de enfermedades como fiebre tifoidea, cólera o hepatitis?
Estamos entrando en una fase 2 en la que ya ha pasado la fase de impacto de los primeros días y pueden surgir enfermedades infecciosas. El mayor riesgo es la transmisión de enfermedades por el agua y barro de la inundación y por los alimentos. El agua y barro de la inundación puede contener sustancias químicas, basuras, bacterias y microbios y puede haber estado en contacto con cadáveres de animales o humanos. Por otro lado, todos los alimentos que hayan estado en contacto con la inundación también pueden estar contaminados y hay que desecharlos. La CDC, incluso recomienda limpiar las latas de conservas que hayan estado en contacto con el agua, a pesar de que estén herméticamente cerradas.
La aparición de fiebre tifoidea o cólera es prácticamente imposible según la OMS, ya que es muy clara a ese respecto: se trata de un mito que los cadáveres sean generadores de epidemias y menos en una zona NO endémica como la nuestra, en la que no existen estas enfermedades de forma normal. Por lo que no van a aparecer ahora de forma espontánea. Aún así, puede haber otras enfermedades por contaminación con microorganismos en el agua. Por lo que se recomienda beber agua embotellada, y extremar las medidas en la higiene de manos, manejo y cocinado de alimentos.
Según el Grupo de Infecciones de Urgencias de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, sí que puede haber cuadros de leptospirosis, que suelen ser leves y se presentan con diarrea, dolor abdominal, fiebre y dolor de cabeza. Nos dicen que “la leptospirosis es una enfermedad endémica en Valencia por las riadas, por la Albufera y por las acequias”. Se transmite por la orina contaminada de, por ejemplo, roedores. Y todo eso se ha desplazado por la riada permitiendo que entre en contacto a través del barro con heridas y mucosas.
Calle de una zona afectada por las consecuencias de la DANA en la Comunitat Valenciana
Y en este mismo sentido ¿A qué riesgos y problemas sanitarios se enfrentan las personas que acuden a ayudar como voluntarios a las zonas afectadas?
Además de lo comentado anteriormente por el contacto con agua, barro, posible ingesta de alimentos, etc., entre los voluntarios pueden aparecer otros riesgos. El primero de ellos, son las fracturas, torceduras y heridas producidos las labores de limpieza. Esto es debido a las condiciones del terreno. No se ve lo que hay en el lodo y es fácil caerse, torcerse un tobillo, y cortarse con elementos arrastrados. Estas heridas pueden infectarse fácilmente. Por otro lado, puede haber cables en contacto con el agua que no han sido debidamente manejados, objetos cortantes y punzantes, etc.
¿Qué medidas de precaución son imprescindibles a la hora de acercarse a ayudar? ¿Hay alguna parte de la población que no debería ayudar en terreno?
Tanto para los habitantes de las zonas como para quienes se acercan ayudar, es imprescindible extremar las precauciones de higiene de manos, beber agua embotellada, utilizarla también para lavarse los dientes. No utilizar agua de pozos o de zonas estancadas para ducharse. Evitar compartir alimentos. Lavarse muy bien las manos con agua y jabón o gel hidroalcohólico (en su defecto) antes de comer.
Hay que ponerse mascarilla, mejor del tipo FFP2, que realiza mejor ajuste facial que la quirúrgica, guantes de neopreno o especiales que protejan contra microorganismos, botas para proteger pies y tobillos, manga larga para evitar salpicaduras, gafas de protección para los ojos. Algunos de estos equipos de protección individual no es normal tenerlos en casa. Así que, si no tenemos gafas de protección y tenemos gafas, por lo menos usar esas. Los guantes igual, los que haya, y luego extremar la higiene de manos.
La CDC en sus recomendaciones para países a los que les ocurren más estas catástrofes naturales, hacen mucho hincapié en el moho que se genera en las casas a las 48 h. Ofrecen consejos de limpieza con lejía y unas medidas estrictas, sobre todo la mascarilla. Este moho puede generar alteraciones respiratorias, sobre todo en pacientes inmunosuprimidos, con asma, personas mayores etc. Así que estas personas, junto con niños, ancianos y embarazadas, no deberían realizar labores de limpieza, ni en interiores ni en exteriores.
¿Qué situaciones pueden resultar especialmente riesgosas?
Desgraciadamente ya han ocurrido dos de las situaciones con más riesgo. Pueden darse intoxicaciones por monóxido de carbono por maquinaria o generadores portátiles utilizados en la limpieza y extracción de agua. Y derrumbes en determinadas estructuras que están inestables. También hay que tener cuidado con los coches apilados y la posibilidad de que se puedan mover o caer.
Voluntarios cargando herramientas de limpieza y bienes básicos, de camino a las zonas afectadas
A la hora de volver a los hogares ¿Qué medidas higiénicas deben tomar los afectados u voluntarios, tanto a nivel de limpieza y desinfección personal como de ropa, calzado y herramientas?
Al volver a entrar en casa deberíamos cortar luz y gas hasta que puedan valorar las instalaciones. Hay que eliminar cualquier cosa mojada al pasar 48 h, por muy doloroso que sea, porque puede estar todo contaminado. Hay que evitar que los niños jueguen con juguetes no desinfectados y en zonas con lodo y barro. A las 48 h la proliferación de moho en las casas es un riesgo. Por ello, se recomienda ventilar, abrir todo y que corra el aire (si la casa estaba cerrada, no entrar hasta que se ventile durante 30 minutos). Luego hay que limpiar todo con agua y lejía. La CDC propone la limpieza de la casa primero con agua y jabón y luego con una mezcla de lejía y agua, diferenciando entre superficies para cocinar y otras superficies con menos riesgo (superficies para cocinado, cubiertos, etc.: una taza de lejía en 4 litros de agua; otras superficies como suelos, fregaderos y que no absorben agua: una taza de lejía en 18 litros de agua). Después hay que aclarar todo con agua y dejar secar. Es importante no mezclar la lejía con amoniaco, que produce un gas tóxico.
Para la ropa de quienes has estado haciendo labores de limpieza, lavar con detergente y agua caliente. Los materiales igual, con agua y jabón.
En el caso de hacernos una herida realizando labores de limpieza ¿Cómo debemos proceder? ¿En qué caso resulta necesario solicitar una vacuna antitetánica, por ejemplo?
Antes de manipular cualquier herida, hay que lavarse las manos con agua y jabón o gel hidroalcohólico. Lo que se cuenta a continuación, serían las condiciones ideales. Si es posible, intentar usar guantes desechables. Hay que retirar los accesorios y ropa cercanos a la herida. Si la herida sangra, aplicar gasas limpias y aplicar presión directa para detener la hemorragia. Una vez detenida, limpiar con suero, o en su defecto, agua embotellada y jabón (en este caso, si no tenemos jabón, NO aplicamos gel hidroalcohólico en la herida). Secamos y cubrimos con vendaje. No hay que cubrir heridas, heridas punzantes, mordeduras si no han sido limpiadas. Si no tenemos medios, limpiar en la medida de lo posible con agua embotellada y acudir a los ayuntamientos, donde parece que hay puestos de atención médica. También acudiremos si hemos curado una herida y pasados los días presenta signos de infección, secreciones, o si tenemos fiebre o cualquier otro síntoma alarmante.
Es importante acudir al centro de salud ante heridas que llamamos tetanígenas: si contiene metales, madera o elementos sucios, y si ha sido causada por objetos punzantes sucios, o contaminados con material fecal, tierra y barro. En el centro de salud tienen informatizado nuestro historial, y tras una valoración del calendario vacunal individual de cada persona y la valoración de la herida, determinarán si necesitamos la vacuna del tétanos u otras como inmunoglobulina antitetánica.
¿Cuáles consideras que son los principales bulos sanitarios que has visto circulando en redes sociales o incluso por medios de comunicación y que es importante desmentir de cara a no generar más alarma en la población?
Más que bulos, lo que he visto es el miedo de la transmisión de cólera y el mito de que los cadáveres (y los de animales también) por sí mismos pueden generar una epidemia. La OMS nos lo dice muy claro: se trata de un mito que los cadáveres sean generadores de epidemias. Los desastres no transmiten enfermedades infecciosas”. Los microorganismos y virus mueren al morir la persona (aunque es cierto que algunos pueden permanecer días, como el VIH). El único riesgo es que contaminen fuentes de agua, por eso se recomienda el agua embotellada. Además, si no somos un país con cólera o tuberculosis, nos indica la OMS que no se van a transmitir estas enfermedades. No pueden “surgir” de la nada.
Por lo que, el mayor riesgo de transmisión se produce si no cumplimos todas estas medidas higiénicas, sobre todo, no beber agua o estar en contacto con agua de la inundación.