Los perfiles tipo en el bullying: víctima, agresor, instigadores y espectadores pasivos
El acoso escolar o bullying es un auténtico drama para muchos escolares que tiene como escenario los centros educativos y tres tipos de actores principales: la víctima, los agresores y los espectadores que actúan como instigadores o con total pasividad. Por desgracia, más allá de estos tres tipos de personajes, no suelen existir más personas, y mucho menos adultas, que se conviertan en testigos directos de estas detestables acciones. El agresor o más frecuentemente el grupo de agresores acosa a la víctima en lugares públicos pero difíciles de controlar por profesores y padres como los baños, los pasillos, el patio o el comedor escolar. No es infrecuente que esta acciones sobrepasen las paredes del colegio, extendiéndose a los alrededores del centro y, últimamente, a Internet a través de los distintos dispositivos de acceso: ordenadores, smartphones y tablets, es lo que se conoce como ciberbullying o bullying cibernético.
La importancia de los perfiles
La invisibilidad del bullying por parte de las personas adultas convierte en fundamental el conocimiento de los distintos perfiles de alumnos involucrados en estos actos, ya que pueden proporcionar pistas ante posibles casos de acoso y mantener los niveles de alerta y vigilancia sobre los chicos y chicas con mayores factores de riesgo.
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El agresor o acosador
El perfil tipo del agresor o acosador responde a las siguientes características:
- Personalidad irritable y agresiva.
- Bajo autocontrol.
- Ausencia de empatía.
- Tendencia a las conductas violentas y amenazantes.
- Impulsivo.
- Su rendimiento académico suele ser bajo. En ocasiones es algo mayor que el resto de la clase por haber repetido uno o varios cursos.
- Su comportamiento en el aula se caracteriza por las salidas de tono, las bromas fuera de lugar e incluso actitudes desafiantes frente a profesores y compañeros.
- Es posible que pertenezca a una familia desestructurada, con antecedentes de violencia doméstica.
- Físicamente fuerte.
- Asume el rol de líder ante un grupo de alumnos de características psicológicas parecidas o que buscan reconocimiento e integración en el grupo.
La víctima
Aunque algunos estudios identifican una serie de características psicológicas o de actitud y comportamiento comunes en las víctimas de bullying, lo cierto es que constituyen un grupo tan variado y heterogéneo que por desgracia cualquier alumno puede convertirse en blanco de las burlas de un grupo de agresores, muchas veces sin otro motivo que el puro azar. No obstante, existen algunos factores que multiplican las posibilidades de sufrir acoso:
- Sufrir alguna discapacidad física o psíquica.
- Tener algún tipo de trastorno del aprendizaje, especialmente los problemas relacionados con el lenguaje oral porque son muy evidentes y fácil objeto de burlas.
- Haber padecido acoso escolar con anterioridad.
- Pertenecer a un grupo étnico, religioso, cultural o de orientación sexual minoritario.
Un vez ha comenzado el acoso, tener una personalidad introvertida o reservada o una mala comunicación con padres o profesores dificulta que los chicos denuncien las situaciones a tiempo, con el consiguiente peligro de que el acoso vaya más, agravándose sus consecuencias y complicando su resolución.
Los observadores
Probablemente es el grupo con un perfil menos definido. Se trata del grupo de compañeros que colaboran con el acoso y en gran medida lo hacen posible por no denunciarlo a padres o profesores. Su actitud puede ser de colaboración, jaleando las acciones e incluso grabándolas con las cámaras de los móviles. Pero incluso si se limitan a no hacer nada, su actitud pasiva refuerza la conducta de los agresores, pues no deja de ser una forma de aprobación. En ocasiones, actúan de esta forma por miedo a convertirse en las próximas víctimas si salen en su defensa o lo ponen en conocimiento de algún adulto, o bien porque creen que tomando esta actitud les será más fácil integrarse con el resto de la clase.