Los ojos biónicos y el futuro de la medicina

Los ojos biónicos hacen parte de una tendencia de avances tecnológicos que avanzan de forma acelerada, como una fuente de ayuda importante en una época que se caracteriza por el incremento significativo en los daños diagnosticados relativos a las enfermedades oculares.

Por esta razón los investigadores están buscando alternativas innovadoras con las que se puedan encontrar mejores opciones de soluciones para casos de ceguera o deficiencias visuales de distintos tipos.

Implementar tecnologías para el desarrollo de ojos biónicos es un trabajo científico que no está tan avanzado como los implantes cocleares que se utilizan para casos de discapacidades auditivas. Todavía queda un recorrido extenso para llegar a cumplir los objetivos más ambiciosos en cuanto a la efectividad esperada en rehabilitación visual.

En la actualidad los diferentes tipos de ojos biónicos son muy limitados. A pesar de las múltiples etapas de experimentación que van en curso, por ahora, prácticamente los únicos casos que han salido a la luz pública son los que ofrecen apoyo para la ceguera provocada por afecciones oculares particulares.

¿Cómo funcionan los ojos biónicos?

Algunas tecnologías de ojos biónicos se componen de una parte externa y una interna. El accesorio visible son unas gafas que contienen una cámara que envía las imágenes a un microprocesador; después la imagen se rebota por medio de una radiofrecuencia a una antena instalada dentro del ojo.

De acuerdo con las características de la imagen el proceso concluye con una estimulación provocada en la retina y el paciente podrá intuir la imagen que está delante de él. En este punto del avance debemos tener en cuenta que la tecnología actual de este implante consta de 60 electrodos y la visión humana natural en promedio mínimo debe contar con una cifra aproximada de un millón de electrodos.

Otra de las funciones de los ojos biónicos es la detección de movimiento; gracias a las pruebas realizadas y los resultados obtenidos en los modelos más avanzados se ha comprobado que cuando el implante detecta un movimiento en el campo de visión del paciente identifica una estela de luz que le permite determinar hacia dónde se dirige el objeto percibido.

Otras características de los ojos biónicos

• El paciente debe recibir un entrenamiento para aprender a interpretar los patrones que genera el implante. Esto con el fin de asimilar que los estímulos que percibe son reales.
• Los investigadores que están experimentando más opciones para optimizar el funcionamiento de los ojos biónicos buscan que el paciente logre adaptar más a su gusto los implantes, no solo invirtiendo los colores de las figuras que capturan sino también para controlar la longitud de los impulsos eléctricos que son producidos.

¿Qué viene para el futuro de los ojos biónicos?

Además de todos los avances que se vienen implementando en modelos actuales que están dirigidos a dar estímulos de visión para pacientes que sufren ceguera en distintos niveles, se encuentra la posibilidad de estimular la visión nocturna.

Los nuevos modelos de ojos biónicos se acercan cada vez más a la fidelidad del órgano original. El implante consta de un modelo de una retina tridimensional provista de muchos nanocables hipersensibles a la luz, que replican con gran similaridad los componentes nerviosos de la retina natural.

Ahora el debate pasa al campo de la posibilidad de desarrollos tecnológicos que logren superar la calidad de visión del ojo humano. Así un ser humano podría llegar a ver, por ejemplo, la luz infrarroja, gracias al material fotosensible del que está hecho la retina artificial. Este nivel de visión se acercaría incluso al de los animales que tienen una visión nocturna muy avanzada.

En este momento no es posible realizar este tipo de trasplante a los seres humanos, pero seguramente en un futuro muy cercano se logrará. Este es uno de muchos avances en salud que solo tendrá un profesional especializado en estudios acordes con las necesidades del mundo de hoy y del futuro.

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