El orientador vocacional como guía imprescindible
Hoy día un orientador vocacional tiene mucho trabajo pendiente. Sobran los casos de jóvenes que se ven bloqueados ante la necesidad de elegir una vocación y, con ella, un estilo de vida. Desde luego, no se trata de un solo motivo general que explique estos casos, sino de múltiples aspectos.
Algunos son la hipercompetitividad actual, la aparente devaluación de los títulos académicos o las crisis económicas internacionales. Pero quizá el mayor sea el contenido de la inmediatez en las redes, que no les ayuda a pensar en objetivos a largo plazo. Por ello, estos orientadores han comenzado a ser más solicitados y la efectividad de su apoyo no ha dejado de evidenciarse.
¿Qué es el psicólogo orientador vocacional?
La orientación vocacional es una rama de la psicología. El rol de orientador lo ejercen normalmente los psicólogos asociados a alguna institución educativa, sea de nivel inicial o secundario. La población a la que atienden se constituye mayormente por estudiantes que no han determinado qué carrera desean desarrollar; en qué área quieren formarse.
El psicólogo orientador vocacional es por ello un profesional que dispone de la pedagogía necesaria como para comprender a los jóvenes. Les brinda perspectivas en función de las destrezas e intereses que percibe en ellos. Para esto se vale de métodos y estrategias como entrevistas, y de su experiencia en estudios de educación, que complementa con la formación en psicología. También están capacitados para atender adultos y pueden trabajar como independientes.
Las funciones de un orientador vocacional
Algunos jóvenes rechazan la participación de un psicólogo vocacional. Asumen que su función es limitar sus perspectivas asignándoles una vocación por la que deberán sentirse obligados. La mejor intervención del orientador será la que simplemente haga entrar en conciencia al joven de lo que quiere, sumando sus gustos, afinidades y habilidades. Aquí la dificultad es que el “diagnóstico” coincida con el potencial que el estudiante muestra. Desglosamos algunas de las funciones de la orientación vocacional y de quien la ejerce:
- Con este tipo de orientación el estudiante recibe una serie de nombres, que corresponden a profesiones fuertemente relacionadas con él.
- Aunque parece que se limita a sugerencias, el psicólogo encargado de orientar en estos asuntos hace un seguimiento. Sobre todo, del desarrollo académico del estudiante, atendiendo sus debilidades, pero también de las posibilidades laborales que van surgiendo según las demandas del mercado.
- Ya que pueden trabajar en centros de educación primaria o secundaria, la labor del orientador puede suponer asesorías para la mejora de habilidades en materias. Algunos estudiantes encuentran más favorable el apoyo de este profesional que el de algún profesor particular o tutor.
- Por este interés en la mejoría del rendimiento, el orientador trabaja según métodos de la psicología. Procura el fortalecimiento de la autonomía de la persona, sus cualidades y su aceptación.
- Cuenta con un saber histórico y contextual amplio, pues se encarga de situar cada noción psicológica en las dinámicas socioeconómicas del lugar donde habita. Exigencia mayor en países como Perú.
- Ayuda a los profesores con estrategias de enseñanza según las particularidades de los estudiantes. Estos pueden tener dificultades de aprendizaje u otras condiciones innatas como el Asperger, solamente detectadas una vez que intercede el profesional en orientación vocacional.
Es común que durante la educación secundaria se realicen exploraciones vocacionales, test que buscan dar con las mejores carreras para cada estudiante. En esta especie de examen hay preguntas sobre hábitos, gustos, pasatiempos, habilidades y, algunas veces, intentan extraer una posición crítica respecto a una situación.
Sobre estas aptitudes que dejan ver por sus respuestas, los próximos universitarios encuentran opciones formativas sugeridas que se les asocian. Aunque puede darse el caso de que la sugerencia apunte a otro lugar que no sea continuar con la educación superior. Podría ser favorable, en cambio, aprovechar otras opciones de aprendizaje más práctico.
En lugar de una limitación, las funciones de un orientador vocacional se convierten en una delimitación. Esta es muy importante cuando ha calado tanto el hábito de la dispersión y la inercia, producto de la propagación de datos e información. Se trata de una posición vulnerable a la que se exponen sobre todo los jóvenes en la actualidad con los medios.
Uno de los efectos que conlleva la ayuda de este orientador es la reducción de la deserción estudiantil. Además de la economía, buena parte de los conflictos que motivan a los jóvenes a abandonar estudios está relacionada con estas inercias. Las que esta rama de la psicología combate.
El aumento de la masa adulta interesada
A pesar de una mayoría joven, ha habido un aumento de la población adulta en busca de este tipo de asesoramiento relativo a la vocación. Evidentemente, hay muchos motivos ajenos a la falta de vocación que inciden al momento de encontrar el trabajo adecuado. Las complicaciones del sistema productivo también se han convertido en un problema global.
Sin embargo, ocurre que se han presentado sujetos en edad adulta que no están conscientes de sus respectivas habilidades. Por lo general, estas son personas que nunca habían recibido orientación durante su etapa estudiantil.
Tales casos pueden ser más difíciles que los jóvenes, porque remiten a personas que no habían detectado intereses ni tampoco habían desarrollado sus capacidades. Cuando los tienen medianamente definidos, pero no han podido explotarlos por factores externos, la orientación se torna ligeramente más socioeconómica.
En ocasiones los adultos que van al orientador vocacional son los padres de jóvenes que no tienen una vocación definida. Los problemas paternales son frecuentes y a menudo la falta de vocación proviene de cierta complacencia con los padres. Aquí las herramientas de la psicología excavan en los vínculos para incentivar la autonomía del joven y la comprensión de los familiares.
La formación de los orientadores vocacionales
Dado que actualmente son muchas las personas jóvenes con problemas de vocación, paradójicamente hay un auge en el interés por las ramas de la psicología. Pero aunque parece evidente la relación con el área psicológica, muchos se preguntan cómo ser orientador vocacional. Y es que hay que recordar que, por su vinculación con las instituciones educativas, a veces deberás complementar con los saberes en pedagogía. También aquí la educación universitaria es primordial.
- Los títulos de un especialista en orientación vocacional deben ser de psicología, educación primaria o pedagogía. La psicopedagogía es una gran alternativa. Cada vez es menos común, pero aún puedes encontrar una maestría en psicopedagogía, que proporciona un nivel de especialización incomparable respecto a lo vocacional.
- En Perú es importante contar con el aval del Colegio de Psicólogos del Perú, la entidad que te certificará como profesional del área de psicología.
- Mientras más vertiente formativa haya en el currículo de este especialista, mejor. En los concursos de oposición las instituciones suelen preferir a los que están formados en problemas como el acoso escolar, la sexualidad o las drogas. Los diplomados te serán muy útiles para estos estudios derivados.
- Algo elemental es informarte sobre los distintos métodos de aprendizaje, universidades, ofertas profesionales. En general, es crucial mantenerse al día con las transformaciones del entorno académico y laboral. Por ejemplo, el paso de lo presencial a lo digital, que ha sido desafiante en los últimos años. Recuerda que este salto es parte de los motivos que han promovido la débil vocación actual.
- Estudia el impacto de la situación sociopolítica y económica del país tanto en el contexto educativo como en el laboral. En Perú, como en otros países de América Latina, las limitaciones productivas conllevan exigencias adicionales, que dificultan las orientaciones “realistas”. Es fundamental que el orientador facilite información actualizada y factible.
- Mantén una postura crítica, tanto por el trasfondo social en el que se emplazará la formación de la persona como por su contexto privado. La mejor forma y el modo más genuino de actuar frente a estos problemas es la mirada crítica. Y será aún mejor si se inculca a la persona.
- En cuanto a los requisitos administrativos para ejercer como orientador, recuerda que cada institución del Perú puede manejar parámetros distintos, especialmente por la distinción privado-público. Por lo general se procede por concursos de oposición, con pruebas a superar y documentos que proporcionar. En España algunas comunidades autónomas tienen exámenes distintos.
Las tecnologías también han contribuido con la diversificación de las consultas. Es posible concretar una cita con un orientador vocacional online tanto como recibir asistencia presencial. Algunos de los métodos aplicados en la modalidad presencial, como los test, son a veces más efectivos gracias a las herramientas digitales.
Es recomendable que consideres siempre las consultas presenciales. Las circunstancias que engloban las respuestas de los test pueden ser mejor percibidas gracias a la proximidad. De allí que los orientadores vocacionales recurran a estos test o a las entrevistas solo como uno de sus recursos. La idea es ir más allá del dato.
La oferta académica de la Universidad Internacional de Valencia es una de las más competitivas en educación online en español. Matricúlate en nuestra maestría en psicopedagogía y explota los recursos de esta especialidad olvidada, al más alto nivel. Conviértete en un orientador vocacional con todos los pormenores y consideraciones que el mundo actual acarrea.