El simposio y la difusión del conocimiento
El simposio es la mejor forma de reunir a expertos y sacar provecho de los saberes de cada uno con relación a un tema. Este tipo de reunión remite a una tradición antigua que ha sobrevivido, gracias a la exclusividad y la variabilidad que proporciona.
Si bien hay un asunto central, cada participante introduce las variantes que su rama de especialización le facilita. De este modo, al haber perspectivas, las cuestiones pueden ser comprendidas de un modo más riguroso y radical.
El origen del simposio
La referencia más conocida del mundo Antiguo viene del filósofo griego Platón. Entre sus Diálogos existe una obra cuyo nombre original romanizado es “Symposion”. Al español la obra fue traducida como "El banquete", remitiendo a las características que en la antigüedad definían el evento. Tratándose de un encuentro alrededor de una mesa, los expositores asemejaban a comensales que pensaban y debatían mientras bebían acompañados por música.
¿Qué es un simposio y cómo se organiza?
El simposio con significado original tiene una connotación asociable a lo informal, pero se ha convertido en una ocasión de relativa formalidad. Esto varía en parte según la magnitud del evento. Mientras mayor proyección internacional tiene, como los de los que estudian una carrera relaciones internacionales, la etiqueta y el protocolo tienden a ser más estrictos.
La particularidad de los simposios de hoy es que con frecuencia tienen lugar en auditorios de instituciones. Y en lugar de fundarse en lo oral, los participantes realizan el debate a partir de estudios escritos desarrollados por ellos mismos.
Tales textos deben estar sustentados en una investigación y una bibliografía. El carácter científico verificable ha vuelto más especializados los estudios de los que parten las intervenciones. Esto convierte al simposio en un excelente recurso para mantenerse al día con las investigaciones que se están desarrollando en un área. Sin embargo, debido a la exigencia adicional, se ha elevado la duda sobre qué es un simposio y cómo se organiza.
Algunas veces los objetivos de un simposio son proporcionar instrucciones o datos a un público asistente, que, por lo general, circunda a los expositores. Pero, por otro lado, también hay simposios donde el interés principal es solo la presentación de ideas y su cuestionamiento. Este último tipo es común cuando el asunto es humanístico. Los simposios sobre arte o los de literatura son bastante habituales a nivel mundial, pero también los jurídicos.
Países de Latinoamérica como Perú son centro de interés de investigadores de los derechos humanos. Organizan reuniones donde se discuten problemas como el pluralismo jurídico, motivados por las comunidades indígenas o africanas, presentes en estos territorios.
Pero si hay características que pueden ser destacadas de un simposio, más o menos general, son las siguientes:
- Sus participantes suelen ser especialistas en el objeto de la discusión. Parten de estudios escritos realizados por ellos en lugar de basarse solo en información oral.
- Cada intervención se da en turnos breves, por lo que la extensión de los escritos tiende a ser reducida.
- El simposio culmina con una sesión de preguntas y comentarios para ahondar en los puntos más focalizados.
Los tipos de simposio y sus diferencias
Usualmente, los tipos de simposio son dos: por panel y por presentación general. En el primer tipo, el tema principal se subdivide en grupos más pequeños de expositores que discuten con sus investigaciones sobre un asunto derivado. En el segundo tipo priman las investigaciones antes que la variedad de perspectiva. Los estudios pueden ser más o menos extensos y se presentan en una sola mesa.
A su vez, la presencialidad introduce dos categorías. Así, existen simposios presenciales y digitales. Con frecuencia se confunden con otros encuentros como mesas redondas o conferencias. Quizá el que más se le asemeja es la mesa redonda, puesto que en ella se reúnen especialistas para debatir sobre un tópico. En este caso, los expositores discuten a partir de opiniones, por lo que no son obligatorios los fundamentos de una investigación escrita. El tono es más conversacional.
En las conferencias puede ocurrir que los motivos sean mucho menos específicos. Por tanto, hay cabida a más cantidad de intervenciones en un evento de gran escala. O bien pueden ser presentaciones de un solo especialista para dar a conocer sus investigaciones. Tanto los simposios como las conferencias pueden extenderse por días, en especial cuando existe división por panel.
Un área donde aún prevalecen las conferencias y quedan pendientes los simposios tiene que ver con el impacto del proceso legal sobre los implicados en un caso. Para ello una maestría en psicología jurídica proporciona el grado de especialización que este asunto requiere a nivel internacional.
Esto ha aumentado el interés de profesionales del derecho en la psicología jurídica y sus derivados. Al tratarse de una preocupación reciente, las universidades online les han tomado la delantera en estos asuntos a muchas universidades tradicionales de prestigio.
Los pasos para la organización de un simposio
Desde hace años se han vuelto más populares los simposios de modalidad online que los presenciales. Las reuniones digitales proveen de enormes ventajas en términos de ahorro. Si bien el intercambio de expositores y asistentes es mucho más favorable cuando comparten el mismo auditorio, los simposios remotos facilitan la horizontalidad y la simultaneidad.
Lo primero a considerar cuando te planteas cómo se realiza un simposio es especificar los recursos que posees. Evidentemente, requerirás menos si planeas un encuentro local. Sobre todo, si ya dispones de un espacio y los asistentes cuentan con facilidades de movilidad por su cuenta. De lo contrario, deberás atender a lo siguiente:
- Reservar el lugar donde se desarrollará el simposio.
- En el caso de que la reunión sea local y convoque a residentes próximos al lugar de encuentro, podrás prescindir de las consideraciones de traslado. Si planeas un simposio internacional y existe la posibilidad de incluir algún servicio de transporte, es una enorme ventaja a aprovechar. Esto llamará más la atención de expositores a nivel mundial, sin olvidar que cuando se convocan participantes de varios países debes tener presentes los gastos del alojamiento que requerirán.
- Material impreso para los participantes y asistentes. Es usual que en los simposios presenciales se repartan folletos con información breve de cada ponencia.
- Evalúa la posibilidad de disponer de un patrocinador que pueda suministrar servicios como refrigerios o incluso material impreso. En ocasiones, las universidades pueden ofrecer un apoyo sustancial.
- Si tu principal expositor o expositores en mente son personalidades de renombre, recuerda contactarlos con meses de antelación. Igualmente, ofréceles la posibilidad de decidir la fecha en la que será el evento.
Si el simposio que organizas es digital, bastará con que te decantes por la plataforma que vas a utilizar. Las informaciones podrían distribuirse en formatos como PDF.
Naturalmente, deberás plantearte un tema pertinente, sin importar la escala de tu evento. Es preferible que el asunto sea un problema de cierta relevancia internacional, uno que exija rigor de investigación y originalidad:
- El primer paso es definir el comité organizador. Este grupo debe constar de un coordinador, un asistente de producción, un equipo encargado de la logística y técnicos. Estos dos últimos se encargarían del sonido y de los descansos tras cada cierto número de exposiciones. Si el simposio fuera online, serían los responsables de la grabación del evento. Para el caso de los simposios divididos en mesas según temas derivados, será necesario nombrar a los coordinadores respectivos.
- En cuanto a la admisión, establece parámetros para el envío de resúmenes de los trabajos de los interesados en participar. Sobre estos resúmenes evaluarás la pertinencia de una y otra investigación y seleccionarás a los expositores.
- De ser posible, es aconsejable reunirse con los expositores antes del simposio. Especialmente en los casos en los que tienes definidos invitados concretos de renombre y ya están completas ciertas pautas de la reunión, incluyendo los tiempos para cada exposición.
¿Y cómo se realiza un simposio el día pautado?
Cuando llega la fecha designada para el encuentro, el trabajo es especialmente mecánico:
- Los organizadores del evento abren el simposio introduciendo el tema y a los ponentes, con breves reseñas entre biográficas y bibliográficas. De estar dividido por paneles, se introduce el primer grupo y a su respectivo coordinador o moderador. La presentación de los paneles siguientes puede estar a cargo de sus coordinadores. Estos serán, además, quienes establezcan la transición entre una exposición y la siguiente.
- Tras haber completado todas las exposiciones, el coordinador principal abre la sesión de preguntas y comentarios de los asistentes.
- Se concluye el evento, agradeciendo a los asistentes y a los especialistas su participación.
- La etapa de la posproducción corresponde a la evaluación de los posibles errores cometidos. Algo a lo que contribuye que el evento se haya grabado en video.
Entre las ventajas de organizar un simposio merece tu atención la posibilidad de establecer conexiones entre los investigadores, abriendo la puerta a posibles colaboraciones.
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