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El costo estándar, fundamento del emprendimiento

Equipo de Expertos en Empresa

El costo estándar es uno de los factores que subyacen en las problemáticas inmediatas de la oferta y la demanda. Implica definir cuánto cuesta producir una unidad de producto o servicio en condiciones normales de producción y rendimiento. Por tales condiciones supuestas se denomina “estándar”.

El buen manejo de estos costes permite que la compañía pueda mantener un equilibrio. Fundamentalmente, entre las inversiones que hace para generar sus productos, el precio que ofrece a los clientes y las ganancias que consigue con sus ventas.

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Maestría Oficial en Dirección y Gestión Financiera - LATAM

 

Definiendo para qué sirve el costo estándar

Especificar qué es el costo estándar supone una consideración sobre la eficiencia de la empresa. De cierta forma, es un examen del proceso de producción traducido a un precio. En otras palabras, mediante los parámetros que este cálculo incluye podemos identificar los puntos fuertes y las debilidades del proceso productivo.

A partir de este diagnóstico se decide en qué sectores concentrar los esfuerzos de la gestión y dónde aplicar estrategias de optimización. En líneas generales, a partir de la información que nos facilita podemos concretar un precio del servicio o del producto que se elabora. A continuación, te proporcionamos los factores que deberías tener en cuenta para el cálculo:

  • Costo de los materiales directos. El precio estimado de la materia prima que se usa en la fabricación del producto o el servicio. Debes atender a los precios por unidad de cada uno de los materiales que se procesan. Tendrás tantos costes como la cantidad de elementos que componen una unidad de producto o servicio.
  • Costo de la mano de obra directa. Supone un monto por hora. Corresponde al tiempo de trabajo de cada uno de los empleados requeridos en el proceso de fabricación de una unidad de producto o servicio.
  • Costos indirectos. Todos los precios adicionales que la fabricación de una unidad de producto conlleva. Deben ser especificados igualmente por unidad. Entre algunos de estos costes figuran los precios del servicio de electricidad, agua, la depreciación de los equipos utilizados o las maquinarias requeridas.

Tratándose de un estándar, este coste viene siendo un precio teórico, que permite ser cotejado con los gastos reales una vez concluido el proceso productivo. Si te preguntas para qué sirve el costo estándar, recuerda que es una forma de mantener los gastos de la empresa en un rango favorable.

Los precios reales de la producción se denominan algunas veces “costes históricos”. Sobre la base de estos y su comparación con los precios teóricos, una empresa puede disponer de estadísticas confiables. Y es el motivo por el que los especialistas en análisis financiero suelen ser los encargados de realizar estos cálculos. Comúnmente se llama “varianza” a la desviación que existe entre uno y otro coste.

Cuando hay diferencias entre el costo real y el estándar

En principio, estos montos están separados de acuerdo con la relación práctico-teórico. Uno es el precio fáctico comprobado en la producción y el otro, un precio sistemáticamente calculado y predictivo. La relación real-estándar cobra sentido, gracias a las particularidades ocurridas durante la producción rutinaria, que se escapan de la predictibilidad. Por ello, es tan necesaria la identificación de las varianzas, dado que son las que pueden llevar a concluir si en verdad funciona ese monto estandarizado.

A pesar del carácter aparentemente invariable del estándar, es importante considerar la posibilidad de modificarlo. Cuando el análisis de las varianzas muestra diferencias muy pronunciadas, deberán detallarse los posibles factores que las produjeron y replantearse el monto estándar. Sobre todo, cuando el coste real es más elevado que este, pues significa que la empresa está percibiendo menores ingresos. Ahora te mostramos la clasificación de las varianzas, que se adecúa más o menos a los componentes de la producción antes señalados:

Desviaciones en materiales directos, desviaciones en la mano de obra y desviaciones en los gastos indirectos. Las dos primeras se subdividen en:

  • Desviaciones en cantidad: cuando no coincide el número de unidades estandarizadas según el cálculo con las cantidades consumidas. Los causantes pueden ser errores en la producción o modificaciones del procedimiento de manufactura.
  • Desviaciones en precio: cuando las cifras previamente calculadas en el estándar difieren de las cuotas realmente invertidas por la empresa, debido a factores externos.

Las varianzas por gastos indirectos se subdividen, a su vez, en tres causas comunes:

  • Desviación en la capacidad: cuando hay un sobrante de recursos no aprovechados.
  • Desviación en la eficiencia: cuando ha habido un gasto mayor de recursos para elaborar cierta cantidad de productos o servicios. En condiciones normales, estos habrían requerido menores gastos.
  • Desviación en el presupuesto: cuando los precios a pagar han cambiado por algún motivo ajeno a la empresa.

Dada la complejidad de estas consideraciones, por lo general, los encargados de realizar los cálculos son profesionales que cuentan con una maestría en dirección financiera. Aúnan los conocimientos en finanzas con liderazgo y destacan por un gran sentido intuitivo. A través de ellos se lleva a cabo el replanteamiento del estándar y se definen acciones que puedan mejorar la calidad en los procesos de producción.

Distinciones entre costo estimado y costo estándar

Mientras que un costo estándar es en origen una estimación, no todas las estimaciones pueden ser estándar. De ahí que sea imprescindible distinguir ambos términos. La diferencia entre costo estimado y costo estándar radica en la irregularidad de uno frente a la fijeza del otro. Sin embargo, te mostramos con más detalle en qué se traducen estas características:

  • Si, por un lado, los costos estimados representan una aproximación al precio de un producto, el estándar representa la norma. Es el monto que el producto debe tener.
  • Las varianzas o desviaciones pueden modificar los costos estimados y resulta preciso rectificar los cálculos que llevaron a la estimación. Por el contrario, las desviaciones no tienden a afectar al monto estándar. Gracias a este, se percibe la irregularidad y, por tanto, se procede a evaluar y corregir la variación.
  • Los estimados deben tomar como referencia los costos históricos, mientras que estos, a su vez, tienen como referencia el estándar. En función de él, los costos históricos pueden ser intervenidos.
  • El grado de rigor es una diferencia determinante. Para establecer el coste estándar, por lo general, se requiere la intervención de un controller financiero. Para arrojar un estimado, basta con la experiencia concreta de la producción y los precios que en esta se van reflejando.

A pesar del carácter aparentemente invariable del estándar, es importante considerar la posibilidad de modificarlo. Cuando el análisis de las varianzas muestra diferencias muy pronunciadas, deberán detallarse los posibles factores que la produjeron y replantearse el estándar.

Los casos prácticos

Gracias a la difusión y popularidad de los estudios financieros, es posible hallar muchos ejemplos de cálculo de monto estándar en línea. Un caso práctico de costo estándar podría ser la fabricación de una camiseta en una empresa peruana. Para establecer el estándar deberíamos seguir estos pasos hipotéticos:

  • Desglosar los materiales directos. En el caso de la tela, la unidad sería cada metro. Si el metro cuesta 15 soles y se requieren 2 metros, habría que considerar 30 soles. A esto se sumaría, por ejemplo, el hilo, cuya unidad también se cuantifica en metros. Si cada metro cuesta 0,5 soles y se necesitan 5 metros, habría que sumar 2,5 soles a los 30 soles de la tela. El subtotal serían 32,5 soles.
  • Añadir la mano de obra directa. Usualmente, se mide por horas. Si por cada hora cobra 20 soles y se requieren 3 horas, se sumarían 60 soles a los 32,5 del subtotal de materiales directos.
  • Anexar los costos indirectos relacionados. Tendrían lugar los costos del local, la depreciación de la maquinaria, el servicio de electricidad y otros materiales derivados. Si por cada uno, respectivamente, los precios fueran 2.000 soles, 500 soles, 150 soles y 200 soles, la suma ascendería a 2.850 soles.

Estos 2.850 se dividen por la cantidad de camisetas producidas con los anteriores recursos. Si hubieran sido 30, 2.850 se dividiría entre 30, dando como resultado 95 soles. Serían esos 95 soles los que se sumarían a los 32,5 soles del material directo y a los 60 de la mano de obra. El estándar por unidad de la camiseta sería 187,5 soles peruanos.

Para determinar los costos reales después de haber hecho este cálculo, bastará con recurrir a las facturas de cada uno de los materiales. Igualmente, deberán buscarse las nóminas de la mano de obra y los recibos o contratos donde figuren los precios de los servicios y materiales adicionales.

De este modo, será posible cotejar lo que realmente se ha gastado y lo que se ha anticipado con el estándar. Una vez se identifican los factores que provocan las no coincidencias, se procederá a aplicar las estrategias correctivas. El último paso consiste en actualizar el monto estándar.

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