Tu historia hace ciencia | Dra. Vanessa Moscardó: pasión infinita por saber y perseverancia constante para seguir aprendiendo
La representatividad y la visibilidad de los referentes femeninos en ciencia sigue siendo una tarea fundamental. La falta de ejemplos notorios y numerosos es una de las grandes barreras que explican la desigualdad de género en campos como la investigación o las carreras STEM. Esta falta de representatividad se traduce en una falta de confianza, que tiene como consecuencia una perdida insostenible de talento en el área científica.
Por ello, desde VIU hemos creado esta sección, destinada a celebrar y visibilizar a las científicas de VIU durante todo el año, contribuyendo de esta manera a la presencia en el universo digital de más referentes femeninas que puedan inspirar a las niñas de hoy a ser las científicas de mañana.
En esta ocasión, conoceremos un poco más sobre la Dra. Vanessa Moscardó, doctora en Automática, Informática y Robótica industrial e investigadora senior de VIU.
La vocación por la ciencia de Vanessa Moscardó le ha acompañado a lo largo de toda su vida “a pesar de que me esforzaba en todas las áreas y asignaturas, siempre me despertaba más curiosidad y motivación las asignaturas de ciencia como eran las matemáticas y tecnología. Desde la época del instituto, disfrutaba intentando resolver los problemas que nos planteaban en matemáticas y empecé a tener la visión y comprender cómo las matemáticas aplicadas a diferentes ámbitos pueden ayudar a resolver problemas que son súper cotidianos para nosotros.” Esta inclinación natural la llevó a que, una vez terminada su educación secundaria, la idea de estudiar una ingeniería se convirtiera en el camino más natural para continuar su exploración de las posibilidades que le ofrecía el conocimiento científico, una decisión que explica “se basó en que vi la ingeniería como la vía de poder aplicar teorías y planteamientos matemáticos y de análisis a un campo específico.”
La Universitat Politècnica de València fue la institución donde comenzó su formación superior, una Ingeniería Técnica Industrial con especialización en Electrónica Industrial. Un título que sirvió, por una parte, para confirmar que la elección de orientar su carrera profesional hacia las ciencias había sido totalmente acertada; y por otra, para aumentar aún más sus deseos de seguir aprendiendo, de seguir descubriendo las posibilidades que la ciencia podía ofrecer a la hora de ayudar a hacer mejor la vida de las personas “A medida que fui aprendiendo y desarrollando competencias de la ingeniería, me fui decantando más por la aplicación de todo lo que estaba aprendiendo a mejorar la salud y la calidad de vida de las personas. Entonces fue cuando continué mis estudios con el Máster Interuniversitario de Ingeniería Biomédica en la Universitat Politècnica de Valencia y la Universitat de Valencia.”
Una vez terminado el máster, llegó el momento de buscar trabajo, y al analizar las opciones se dio cuenta que su vocación iba firmemente encaminada por el lado de la investigación y que quería continuar ligada al entorno universitario. Con la guía de quien se convertiría eventualmente en su director de tesis, Vanessa llegó a una conclusión que terminaría por decidir su futuro profesional “quería más, quería ir más allá de la aplicación de técnicas y métodos aprendidos. Quería continuar aprendiendo, investigar mejoras de las metodologías y técnicas habituales o ya existentes, incluso evaluar otros contextos de aplicación de estas. En definitiva, el siguiente paso que tenía que dar para continuar mi trayectoria profesional era empezar un doctorado. Así lo hice y, a partir de ese momento, inauguré mi carrera investigadora y empezó una aventura mucho más estrecha con la ciencia.”
Su doctorado se enmarcó dentro del campo del Páncreas Artificial, un proceso investigativo que le hizo familiarizarse y profundizar más en el análisis estadístico de datos, un campo que despertó tanto su curiosidad que decidió cursar un Máster de Análisis y Visualización de datos y realizar una estancia en el Imperial College de Londres.
Una vez finalizado el doctorado, una oportunidad laboral siguió expandiendo sus horizontes “me surgió la oportunidad de trabajar en la empresa privada en una posición de innovación e investigación. En este caso, mi trabajo se centraría en el análisis de datos y desarrollo de algoritmos aplicados al mundo de las telecomunicaciones. Me resultó atractivo poder ampliar mi campo de aplicación, así que me embarqué en esta nueva aventura donde empecé a trabajar con modelos de predicción, análisis y visualización de datos, y me introduje en el tratamiento de datos georreferenciados o SIG.”
Paralelamente a esta nueva aventura laboral, Vanessa continuó con su formación académica, cursando el Máster Oficial en Inteligencia Artificial de VIU, además de colaborar como docente universitaria y seguir profundizando en la línea de investigación en la que se enmarca su tesis doctoral.
Finalmente, su incursión en la empresa privada concluyó cuando se presentó la oportunidad de volver a la academia y dedicarse a tiempo completo a la investigación “En ese momento, vi claro que era una oportunidad que no podía dejar escapar, así que me vine a la Universidad Internacional de Valencia - VIU como investigadora Senior. Actualmente hemos formado un grupo de investigación, el grupo GREENIUS, que está enmarcado en el estudio y análisis de la contribución de la infraestructura verde para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas.”
Actualmente compagina su labora investigadora en VIU con la colaboración con otros grupos de investigación “continúo colaborando con los grupos de la Universitat Politència de Valencia, tanto en el grupo que me vio crecer como investigadora, como en otro grupo centrado en temas la sostenibilidad urbanística. Estoy muy agradecida y entusiasmada de que continúen contando conmigo.”
Así como la ciencia siempre fue una constante entre los intereses de Vanessa, el apoyo de su familia y su entorno, fue la fundación que le permitió crecer sabiendo que el dedicarse profesionalmente a una carrera científica era una posibilidad totalmente real que solo dependía de su voluntad y esfuerzo “Desde pequeña, en mis padres he visto la pasión por el trabajo, la entrega incondicional a la misma y el disfrutar de lo que uno hace. Ellos siempre me han animado a que escogiera la carrera que considerara más apropiada para mí y que confiara en mi criterio para tomar todas las decisiones que tuviera que tomar y que irían marcando mi futuro profesional; y que, además, las tomara sin miedo a equivocarme porque cada equivocación es otra manera distinta de seguir aprendiendo. De la misma forma, los maestros en el colegio, los profesores en el instituto y mi entorno más cercano de amistades, siempre me han apoyado a que siguiera con mi carrera profesional, y han valorado cada uno de mis pequeños logros.”
Respecto a los y las referentes que le inspiraron y le siguen inspirando, Vanessa enumera a “Carl Sagan con sus estudios astrofísicos y su premiada capacidad para divulgarlos y despertar nuestra curiosidad. Alan Turing con su alta capacidad de análisis y de entendimiento de la matemática, a quien tenemos que agradecer la aparición de la informática que conocemos hoy en día (Que yo esté escribiendo esto y vosotros leyéndolo, sin su gran aportación a la ciencia, no sería posible). Marie Curie y sus aportaciones en el campo de la radioactividad. Y Rita Levi-Montalcini y sus aportaciones en el campo de la neurología. A ella le debemos el descubrimiento de la proteína que regula el crecimiento del nervio y mantiene sanas las neuronas.” Actualmente, cuenta, “mis referentes científicos, a los cuales admiro y tomo muchas veces como ejemplo, son personas con las que he tenido el placer de trabajar y colaborar, que demuestran día a día que son excelentes y brillantes en todo el trabajo que realizan” personas como “mis directores de tesis, y mis compañeros investigadores con los que actualmente trabajo.”
Desde la experiencia del camino recorrido y con la ilusión de todo lo que queda por recorrer, Vanessa cree que el mejor consejo que puede darle a las niñas y niños a los que le apasiona la ciencia es que sigan “alimentando esta pasión que está despertando en ellos” para lo que deben “seguir indagando en sus pequeñas inquietudes científicas, preguntando todo lo que les dé curiosidad o intriga saber” porque, afirma, es fundamental “mantener viva su ansia de saber y aprender más y más, saciar constantemente su curiosidad y no dejar de aprovechar cualquier oportunidad para aprender.”
Además, recalca que “aunque su pasión sea la ciencia les recomendaría que no abandonasen otras áreas como la de humanidades puesto que un aspecto muy importante en la ciencia es poder divulgarla y que llegue tanto a la comunidad científica como al público en general. Para ello, un científico debe también desarrollar habilidades que le permitan comunicar ciencia y hacerse entender.” De hecho, además de la ciencia, la otra gran constante en la vida de Vanessa ha sido y es la práctica del deporte: correr, bailar, nadar y el yoga, son actividades que le sirven para desconectar y liberar tensiones; al igual que otra de sus grandes pasiones, tomar café con buena compañía y una buena conversación.
Volviendo la vista atrás, confiesa que, a la Vanessa de niña, que soñaba con seguir una carrera en ciencias, le daría las gracias “por alimentar su pasión por la ciencia y buscar la manera de implicarse en ella constantemente” y le diría “que toda esa curiosidad y perseverancia que la caracterizaba ha hecho posible que actualmente pueda dedicarse a la ciencia”.
Finalmente, Vanessa comparte una reflexión que es a la vez consejo e inspiración “Quisiera terminar añadiendo que, cualquier meta que se propongan es posible lograr, siempre que se persiga con esfuerzo, ilusión y sin perder la confianza de que se va a conseguir. Así que mucho ánimo a los futuros científicos y científicas.” Palabra de científica.
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