La robótica educativa en el futuro de la enseñanza

La robótica educativa es una herramienta de transformación para el aprendizaje, el pensamiento computacional, la codificación y la ingeniería. Aunque la robótica en la educación para niños en edad escolar ha existido desde finales del siglo XX y se está volviendo cada más popular entre los jóvenes estudiantes, se enfrenta a retos complicados.

Por una parte surge el problema de que no está bien integrada como una herramienta de aprendizaje tecnológico en entornos escolares regulares y, por otro, se aprecia una falta generalizada de evaluaciones cuantitativas, que dificultan averiguar si se alcanzan los objetivos que la robótica educativa pretende lograr al integrarse en los programas formativos.

Robótica educativa: queda mucho por mejorar

El mundo está cambiando a un ritmo rápido. Los avances tecnológicos se han acelerado, mejorados por la interconexión provocada por el poder de Internet y las redes sociales. Es normal ver cómo se introducen nuevas herramientas tecnológicas y productos inteligentes en nuestra vida más rápidamente que nunca.

No solo es una cuestión formativa, resultado de la incorporación de la robótica educativa en los planes de estudios, como pudiera pensarse. También tienen mucho que ver con este fenómeno las plataformas creativas de crowdfunding de proyectos, como puede ser Kickstarter, están contribuyendo al nacimiento acelerado de herramientas tecnológicas innovadoras al facilitar la financiación necesaria para este tipo de proyectos.

La tecnología robótica y sus innovaciones no han parado de sorprender en los últimos años y eso ha hecho que el interés popular en este campo aumentase a un ritmo asombroso. Este tipo de avances han llegado a todas las industrias, implementándose en una variedad de campos, como, por ejemplo:

• Medicina, cuidado geriátrico, rehabilitación y seguimiento al paciente.
• Educación.
• Hogar y electrodomésticos.
• Logística y transporte.
• Búsqueda y rescate.
• Industria automotriz.

Como resultado, vemos cómo el mundo y sus economías cambian a una velocidad tal, que es imposible predecir cómo se verá incluso a fines de la próxima semana. Por eso, durante la última década, la robótica educativa está en el punto de mira. Es necesario preparar a las próximas generaciones para la nueva realidad.

Esta área de conocimiento ha atraído el gran interés de profesores e investigadores como una herramienta valiosa para desarrollar habilidades cognitivas y sociales en estudiantes desde la edad preescolar, hasta la escuela secundaria. Además, se ha apostado también por la robótica educativa a la hora de apoyar el aprendizaje en ciencias, matemáticas, tecnología, informática y otras materias escolares o actividades interdisciplinarias.

El uso de la robótica presenta a los estudiantes creaciones tecnológicas emergentes e innovadoras, así como alienta su participación en el acto de crear, lo que, a su vez, les nutre para convertirse en innovadores activos, en lugar de simples consumidores de productos tecnológicos en el futuro.

Pero existen dos desafíos que limitan el avance de la robótica educativa. Por una parte, el hecho de que, en muchos lugares, aún no se considera como una herramienta de aprendizaje tecnológico o no se logra una adecuada integración en los planes de estudio comunes. Por otra, la dificultad para validar el impacto de la robótica en la promoción del aprendizaje de los estudiantes y en el desarrollo de habilidades.

Sin la implicación de la dirección de los centros de formación, respaldada por una visión más abierta y orientada hacia el futuro; y sin la validación que ofrece la evidencia de la investigación; la robótica educacional podría terminar siendo solo una moda.

Faltan evaluaciones sistemáticas que ayuden a confirmar si se alcanzan los objetivos de aprendizaje, propuestas en firme para integrar la robótica educativa en los planes formativos y el compromiso de ayudar a las nuevas generaciones a experimentar los beneficios educativos y motivacionales positivos de esta disciplina.