La seguridad de la información en la era digital
En plena era digital los datos personales y los datos confidenciales de las empresas están más expuestos que nunca. Lo que ha hecho necesaria una nueva normativa sobre protección de datos a nivel europeo y un reforzamiento de la legislación a nivel nacional. En el entorno actual, la seguridad de la información se ha convertido en algo de vital importancia.
¿Qué es la seguridad de la información?
Las últimas informaciones sobre espionaje digital a políticos, Estados y empresas de todo el mundo, así como el crecimiento de los ataques a la privacidad de particulares por parte de hackers, han puesto de relieve lo importante que es proteger los datos.
La seguridad de la información está formada por todo el conjunto de medidas que intentan proteger la información y evitar que terceros no autorizados puedan acceder a ella y/o manipularla. Aunque la protección de los datos es importante a todos los niveles, alcanza una especial relevancia en el entorno digital, ya que es en él en el que existen más posibilidades de que se produzcan vulneraciones.
Todas las empresas necesitan usar datos para poder trabajar (de sus clientes, de sus proveedores y también de sus empleados), pero deben utilizarlos de forma que garanticen la seguridad de los mismos. Es aquí cuando entra en juego la seguridad de la información para analizar los posibles riesgos, prevenirlos e incluso encontrar soluciones si no hubiera sido posible evitar el ataque.
Los pilares de la seguridad de la información
Disponibilidad
Implica que los datos sean accesibles para las personas autorizadas cuando estas los necesiten, lo que se traduce en un necesario buen funcionamiento de los sistemas informáticos y las bases de datos.
Esa disponibilidad o accesibilidad debe convivir con la inaccesibilidad de aquellos que no están autorizados para acceder a la información, lo que implica la adopción de medidas que restrinjan el acceso.
Confidencialidad
Significa que la información solo puede ser accesible para aquellos que expresamente estén habilitados para ello. Además, quienes conozcan la información deben guardar secreto con respecto a ella.
Para que la confidencialidad sea posible, se establecen diferentes medidas de control de acceso a los datos. Por ejemplo, exigir la identificación del usuario y acreditar dicha identidad a través de una contraseña que solo debería conocer el titular de la misma.
Autenticación
Está muy relacionado con el tema anterior. Los sistemas deben ser capaces de poder verificar que el usuario es quien verdaderamente dice ser. Para ello no solo se usa el sistema de contraseñas, hay más medidas de seguridad.
Por ejemplo, algunos software envían avisos al encargado del fichero de datos si detectan que un usuario registrado está actuando de forma extraña o si se ha producido el acceso desde una ubicación o un dispositivo diferente al habitual.
Integridad
La información debe ser protegida frente a terceros no autorizados y también frente al error humano. La manipulación de un dato podría dar lugar a consecuencias nefastas para la empresa, así que hay que asegurar su integridad.
Para lograrlo, solo se permiten cambios en los datos si estos están previamente autorizados y se llevan a cabo por una persona con la debida acreditación.
La seguridad de la información es un tema complejo pero de gran importancia. Los datos de empresas, gobiernos, etc. tienen un gran valor en el mercado y hay que intentar protegerlos de la mejor manera posible. Garantizando, a su vez, que podrán ser utilizados por las personas autorizadas para ello.
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