¿Por qué estudiar un curso de hacking ético?
La protección dentro de las TI es una de las mayores preocupaciones de las organizaciones actuales, la cuales no solo deben disponer de una avanzada plataforma de seguridad que proteja la infraestructura de la empresa. El hacking ético se ha convertido en un servicio esencial para detectar dónde está el peligro o la vulnerabilidad.
La digitalización de todos los procesos que conlleva un negocio ha creado la necesidad de que las empresas optimicen sus niveles de seguridad, no solo para evitar ciberataques, si no para adelantarse a ellos.
El principal objetivo del hacking ético es analizar todos los sistemas y aplicaciones informáticas, asumiendo el papel de un ciberdelincuente. Para ello, sus profesionales simulan ataques a la empresa, con el fin de evaluar el estado real de sus sistemas de seguridad TI y comprobar si estos están a la altura.
Habilidades y competencias de un hacker ético
El mercado de la seguridad enfocada a las nuevas tecnologías ha impulsado el nacimiento de nuevos perfiles profesionales muy específicos, desconocidos hace décadas. Entre ellos, la figura del hacker ético está aumentando cada vez más su notoriedad, y las empresas que demandan este tipo de especialización crecen día a día.
Las habilidades de los responsables del hacking ético corporativo deben estar enfocadas a la protección de los sistemas y las redes empresariales. Para ello, es fundamental que sus conocimientos incluyan una comprensión muy avanzada de las estrategias de ataque, la metodología, las herramientas y las motivaciones del pirata informático.
Las auditorías de seguridad son procesos cada vez más habituales y necesarios, utilizados por todo tipo de organizaciones, actividades y sectores. Es en este panorama en donde más se necesitan este tipo de profesionales, que deberán estar capacitados para conocer a la perfección el modo de comportarse y los objetivos que persiguen los ciberdelincuentes.
Después de analizar la situación, el hacker ético elaborará un informe, en el que determinará los puntos débiles de la empresa y los pasos a seguir para eliminar dichas debilidades. En el caso de no poder acabar con ellas de un modo total, buscará el modo de mitigarlas, reforzando los aspectos más críticos y vulnerables.
El profesional encargado de llevar a cabo estas tareas, deberá plantearse una serie de cuestiones fundamentales para enfocar el problema y darle solución. Las más importantes son:
- ¿A qué tipo de información o datos puede acceder un hacker si supera las barreras de seguridad?
- ¿Qué puede hacer después con estos activos de la empresa?
- ¿Cómo se puede detectar de un modo eficaz un intento de ataque?
Estas preguntas serán el punto de partida para definir la estrategia y comenzar a trabajar en ello.
Los expertos en hacking informático deberán además poseer conocimientos avanzados para el manejo de diversas plataformas y sistemas operativos y estar especializados en los sistemas de redes y las tecnologías de información que gestionan y almacenan datos.
Para alcanzar todas estas habilidades, es necesario llevar a cabo un curso de hacking ético. Son varias las posibilidades que tenemos a nuestra disposición dentro el panorama educativo, pero una de las más completas la encontraremos en un máster de ciberseguridad. Este tipo de titulación de postgrado forma a profesionales de la seguridad informática para dotarles de las capacidades necesarias para gestionar, planificar, diseñar e implementar los procedimientos necesarios para proteger los diferentes activos, teniendo en cuenta las últimas amenazas recientemente aparecidas.
Ventajas del hacking ético
El principal beneficio del hacking ético es que aporta a las empresas las claves para protegerse de los ciberataques y conseguir tres ventajas fundamentales:
- Mejorar todos sus procesos de seguridad.
- Adelantarse a los ciberataques, solucionando las vulnerabilidades que pueden provocarlos.
- Concienciar a los responsables de las organización de la gran importancia de la seguridad informática en sus infraestructuras TI.
El hacking ético es una medida imprescindible para combatir a los ciberdelincuentes. Por ello, son cada vez más las empresas que buscan a este tipo de profesionales, abriendo así un mercado de oportunidades laborales muy interesantes para esta profesión tan especializada como necesaria.