¿Por qué se valora tanto la proactividad?
Este artículo aporta un repaso sobre la importancia de la proactividad en el entorno profesional. Si ya conoces los motivos o estás interesado en impulsar tu carrera profesional, te recomendamos esta guía gratuita sobre la empleabilidad y los factores clave en el desarrollo profesional.
La proactividad está asociada al éxito profesional. Supone un conjunto de actitudes que definen una persona con una dinámica constructiva, con capacidad para analizar las circunstancias, preverlas y transformarlas. Es una persona que va por delante y busca siempre nuevas maneras de hacer las cosas.
Por oposición tendríamos a una persona reactiva, que es aquella que se conforma con su situación y no busca cambios en su entorno, aún en cosas que percibe que no funcionan como deberían.
Ser proactivo es una actitud, un compromiso para actuar de forma directa y activa en la vida. Además de poseer iniciativa y capacidad para anticipar problemas, oportunidades o necesidades futuras.
Características de personas proactivas
En general se pueden englobar en dos aspectos:
- Capacidad para dominar sus circunstancias personales:
Hay una frase que debe provocarnos una reflexión: “Si yo cambio, todo cambia”. Esto es probablemente uno de los mecanismos de acción, aún inconscientemente, que motiva a alguien proactivo. El comportamiento proactivo decide como reaccionar ante las circunstancias de la vida, no se limita a aceptar las situaciones como vienen. La facultad principal es la de trabajar en acciones sobre las que se pueda conseguir algo. Analizar el entorno para ver qué podemos hacer o sobre qué contextos tenemos posibilidades de que nuestras acciones determinen un cambio. Implica también asumir una responsabilidad, un compromiso. - Capacidad para anticipar cambios y mejorar el entorno:
No es sólo la capacidad de cambiar sino la intuición para prever y detectar problemas
futuros o nuevas oportunidades para progresar, y a través de esa previsión promover acciones que le sitúan en una posición de ventaja. Poseen una tendencia continua a la búsqueda de oportunidades y se marcan objetivos orientados al cambio, ofreciendo una visión diferente de las cosas. La clave fundamental del cambio no es percibirlo o pensar en él, sino convertir el pensamiento en acción.
El comportamiento proactivo en la empresa
Las características que hemos visto generan gran interés en las organizaciones empresariales. Se busca que los directivos y gerentes sean proactivos y por extensión que generen esa dinámica a las organizaciones que dirigen. Es un valor muy útil para transformar acciones, generar cambios y anticipar oportunidades. Estas personas ofrecen un trabajo positivo a pesar de las dificultades que se puedan presentar.
Los estudios más relevantes en este sentido los han llevado a cabo Thomas Bateman y J. Michael Crant (1993) "The Proactive Component of Organizational Behavior" Journal of Organizational Behavior, Vol. 14, 103-118. Relacionan la actitud proactiva en la empresa con valores de liderazgo y resultados, y han determinado que el comportamiento proactivo tiene consecuencias positivas demostrables tanto para los empleados como para las organizaciones. No sólo por la capacidad de anticipar los cambios sino de crearlos.
Los valores más significativos que puede aportar una persona proactiva a una empresa son:
- Liderazgo, motivación, perseverancia, dominio de las situaciones
- Tener objetivos orientados al cambio y la transformación positiva. Promover nuevas formas de hacer las cosas
- Anticipar y prevenir problemas, encontrando soluciones
- Buscar nuevas oportunidades incluso en entornos de incertidumbre
- Una gran orientación a conseguir resultados lo que permite obtener logros visibles
En realidad, y más allá del mundo empresarial, ser proactivo es un valor muy útil para afrontar los retos de una sociedad tan cambiante y competitiva como la nuestra. Cambiar la manera de hacer las cosas cuando no obtienes los resultados que buscas es una habilidad fundamental. Tratar de ser flexible y tener capacidad de adaptación a entornos difíciles, con determinación para tomar las riendas y provocar cambios que mejoren las circunstancias. La capacidad para predecir los cambios ya depende de cada persona pero tomar la iniciativa sobre aquello que podemos cambiar y creer en la transformación positiva es un hábito que puede desarrollar cualquiera.