Psicología emocional: descubre tus emociones

Cada uno de nosotros sentimos emociones frente a personas o acontecimientos que nos rodean, esas emociones influyen en nosotros de forma positiva o negativa, según los casos. La psicología emocional estudia esa influencia.

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Imagina que llegas un día a trabajar y tu jefe se enfada contigo por enésima vez por un tema que consideras que no tiene nada que ver contigo. Es probable que sientas un cúmulo de emociones negativas como la rabia, el miedo, el enfado, la tristeza o la impotencia. Para controlar la forma de gestionar esas emociones existen varios métodos y uno de ellos es la psicología emocional.

¿Cómo funcional la psicología emocional?

La psicología emocional trata de que nos conozcamos a fondo para entender por qué reaccionamos o no sentimos de una determinada manera ante una situación. Ese camino de a, debe pasar por varias etapas que son las siguientes:

• Analiza objetivamente cada situación: quién ha intervenido, qué ha sucedido y qué es lo que te ha molestado.
• Identifica cuáles han sido tus emociones frente a la situación que has vivido. Siguiendo con el ejemplo que hemos puesto antes, puede que sientas enfado frente a un trato que consideras injusto por parte de tu jefe o es posible que sientas temor por decir lo que opinas. ¿Por qué te sientes así? ¿Qué ha sucedido?
• Busca emociones positivas para sustituir las negativas. Si le has dicho a tu jefe tu opinión con respeto y empatía, te debes sentir satisfecho y ya habrás dado el primer paso para gestionar correctamente tus emociones.
• Una vez hecho lo anterior, cada vez que estés en situaciones parecidas, debes ser capaz de identificar cómo te sientes y de qué forma controlar tus emociones negativas.

El problema es que si dejamos que nuestras emociones negativas nos dominen acabaremos generando conflictos en todos los ámbitos de nuestra vida. Puede que te lleves tus emociones negativas del trabajo a casa y acabes enfadándote con tus hijos.

La teoría de Lázarus y la del feedback facial

Lázarus es uno de los defensores de la teoría de la apreciación o evaluación cognitiva y su teoría sostiene que se debe pensar antes de sentir cualquier emoción. Según este autor las emociones comienzan a surgir cuando juzgamos una circunstancia y le damos un significado personal. Ese enfoque personal puede ser beneficioso o afectarnos de forma negativa.

En la teoría de Lázarus se identifican dos niveles de análisis cognitivo: en un primer nivel, analizamos si lo que está sucediendo afecta a nuestro bienestar y en el segundo nivel analizamos cómo resolver el problema.

La teoría del feedback facial sostiene que nuestro rostro refleja las emociones que sentimos. Una sonrisa transmite que nos sentimos felices, por ejemplo.

En relación a esta teoría se han desarrollado diversos experimentos, entre los que se puede destacar el de Fritz Strack en 1988. Se mostró a los participantes,  divididos en dos grupos, una serie de tiras cómicas y se les pidió que evaluaran si eran graciosas. Un grupo sostenía un lápiz entre los dientes de forma horizontal y parecía que sonreían y el otro sostenía el lápiz metido en la boca hacia la garganta. El primer grupo encontró las tiras más graciosas.

En cualquier caso, aprender a gestionar emociones es un trabajo que requiere un esfuerzo día a día de autoevaluación y conocimiento, para alcanzar resultados positivos.