Una aproximación a los trastornos del lenguaje
Los trastornos del lenguaje se dan en uno de cada 20 niños, así que son algo mucho más frecuente de lo que se suele pensar. Lo que ocurre es que no en todos los casos revisten la misma gravedad. Sea cual sea la causa y el nivel de gravedad del problema, lo mejor es tratarlo lo antes posible.
¿Qué son los trastornos del lenguaje?
Un niño con este trastorno puede hablar y su discurso es entendible, pero hay alteraciones que dificultan su comunicación al hablar y/o al entender lo que otros dicen.
Esto nos lleva a la existencia de varios trastornos de este tipo:
- Trastornos del lenguaje receptivo: implican que el niño no puede entender bien lo que se le dice.
- Trastornos del lenguaje expresivo: suponen una dificultad cuando se quieren expresar ideas o pensamientos. Son los que se detectan más rápidamente.
- Trastornos mixtos: conjugan los dos problemas anteriores.
¿Cuáles son sus causas?
Pueden ser muy variadas, en algunos casos puede haber una condición genética que haya producido una predisposición a ello, pero también puede ser causa de condiciones como Síndrome de Down, un trastorno del espectro autista, una discapacidad intelectual, un nacimiento prematuro y también por algún trastorno de orden psicológico.
La neuropsicología en el tratamiento de los trastornos del lenguaje
Un trastorno del lenguaje suele llevar aparejadas consecuencias socioemocionales para el niño. Si el pequeño no es capaz de comunicarse bien, tendrá problemas para integrarse en el colegio y es posible que sufra acoso por parte de otros alumnos. Por eso, es imprescindible una intervención rápida.
Gracias a la tecnología educativa se pueden aplicar diferentes métodos de rehabilitación a través de ejercicios que resultan divertidos para los niños. Estos se combinan con ejercicios destinados a favorecer procesos neuropsicológicos como mejorar la motricidad y la funcionalidad auditiva.
Primero se hace una evaluación del niño para ver cuál es el origen del problema y qué es lo que está dificultando su comunicación, luego se diseña un programa personalizado que pueda ayudarle. Además del terapeuta, es fundamental que tanto el entorno familiar del niño como el colegio se impliquen en su mejora.
El pronóstico de recuperación y la velocidad de mejora dependen mucho de lo reversible que sea la causa que haya dado lugar a los problemas de comunicación. Algunos trastornos del lenguaje se mantienen a largo plazo, pero otros se pueden tratar de forma efectiva. Por eso, es fundamental que un especialista lleve a cabo una evaluación del niño y paute el tratamiento adecuado.
No aplicar tratamiento puede dar lugar a que el problema se agrave con el paso del tiempo. Un niño que tiene dificultades para comunicarse y no es tratado puede acabar desarrollando problemas para leer, y puede llegar a tener problemas como ansiedad, depresión y problemas emocionales y de conducta.
El tratamiento de los trastornos del lenguaje consigue, en los casos en los que sea una patología reversible, mejorar la calidad de vida del niño a todos los niveles. Si te interesa este campo y quieres ayudar a los pacientes en su proceso de rehabilitación, ahora puedes formarte con nuestro Máster Universitario en Neuropsicología Clínica.