La importancia de la prevención en la violencia de pareja
Es de todos conocido que los jóvenes pueden presentar un temperamento difícil. Esto indica que no se puede generalizar la etapa de la adolescencia como un periodo complicado de conflicto y dificultad, aunque sí hay evidencia empírica de mayor conflictividad familiar y comportamientos de riesgo.
Cabe destacar que en general los jóvenes adolescentes son la mayoría de las veces sociables, espontáneos y poco reflexivos, independientemente de que lleven o no a cabo comportamientos violentos con otras personas. Estas características pueden servir de ayuda a la hora de promover actividades de grupo y programas de prevención en los que se impulsen relaciones igualitarias y de respeto entre la juventud.
En este documento no se estudian las características de los jóvenes agresores, sino que se aborda la necesidad de implantar programas de prevención dirigidos a las familias y a los colegios, con el fin de enseñar a los jóvenes desde edades tempranas a exteriorizar sus pensamientos y a mejorar las técnicas de comunicación y habilidades sociales necesarias para relacionarse con los otros.