Las dos caras de la moneda: violencia de pareja y las nuevas tecnologías
Hoy en día ya no se concibe la vida cotidiana sin el uso de las nuevas tecnologías, como el Smartphone, la Tablet o el ordenador. Estos instrumentos nos permiten acceder a prácticamente todo aquello que necesitamos saber. A través de diferentes aplicaciones, podemos gestionar todo lo que nos interesa. Destacan las aplicaciones de redes sociales que han supuesto una revolución en el mundo de las comunicaciones personales. Lo cierto es que las redes sociales nos facilitan la comunicación con las personas más allegadas, permitiendo una comunicación más fluida, y nos permite saber de personas con las que, de otra forma, perderíamos el contacto. Sin embargo, el uso de estas redes sociales también implica que podemos estar disponibles las 24 horas del día, es decir, que con quien nos comunicamos pueden saber permanentemente dónde estamos y qué hacemos.
En este contexto han surgido nuevas formas de ejercer la violencia de pareja. Por un lado, ocurren las descalificaciones vía whatsapp u otro tipo de redes sociales y la publicación de fotografías para ridiculizar o chantajear a la pareja. Por otro lado, uno de los comportamientos más habituales es la violencia de control a través del uso de las redes sociales, ejerciendo conductas que permiten saber dónde está y qué hace la otra persona permanentemente. De hecho, según la Macroencuesta de violencia contra la mujer 2015, elaborada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el 41.9% de las mujeres jóvenes entre 16 y 24 años han sufrido alguna vez violencia psicológica de control. En este video se observa claramente cómo funciona este tipo de violencia.
Uno de los problemas del rápido desarrollo de las nuevas tecnologías es que no nos han enseñado a cómo utilizarlas adecuadamente y cómo limitarlas. Sin embargo, el problema no está en la herramienta, sino en el uso que se hace de ella. Según el informe Jóvenes y Género. El estado de la cuestión, realizado por el Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud en 2014, el 13.9% de los jóvenes entre 12 y 24 años reconocían haber intentado controlar a la pareja por el móvil, al menos alguna vez; el 5.1% afirmaba haber enviado mensajes a través de internet o teléfono móvil a su pareja para insultarla, amenazarla, ofenderla o asustarla; el 3.9% había difundido alguna vez fotos o imágenes de ella por internet o por teléfono móvil sin su permiso; el 4.2% había usado al menos alguna vez las contraseñas de su pareja para suplantar su identidad, y el 9.9% para controlarla.
En la otra cara de la moneda, las nuevas tecnologías están permitiendo también avanzar en la lucha contra la violencia de género. Se han desarrollado diversas aplicaciones para Smartphone en nuestro país con el objetivo de prevenir la violencia contra la pareja y concienciar a la ciudadanía. A continuación exponemos algunas de las que se han desarrollado en España:
- Pillada por ti: aplicación lanzada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en 2012 y dirigida a población adolescente. Con el propósito de prevenir la violencia de pareja entre jóvenes, narra a través de un cómic la vida cotidiana de una pareja en el que se produce maltrato.
- Relación Sana: aplicación creada por la Consejería de Presidencia de Gobierno Autonómico de Murcia en 2012. Está dirigida concretamente a población juvenil con el objetivo de permitir realizar un diagnóstico propio de la relación de pareja a través de un cuestionario. Esta aplicación ofrece, además, información útil de cómo actuar en caso de estar sufriendo una situación de maltrato por parte de la pareja, así como la posibilidad de llamar directamente al 112.
- Libres: aplicación elaborada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en 2013 que cuenta con vídeos, reportajes, testimonios de mujeres que han sido víctimas y han salido de la situación de maltrato, y una guía para actuar en caso de ser agredida. Además, es posible llamar directamente al 016 o el 112 a través de la aplicación. Esta aplicación queda oculta en el teléfono móvil de la víctima a través de un icono falso para que el agresor no pueda detectarlo.
- Enrédate sin machismo: aplicación elaborada por la Consejería de Juventud, educación e Igualdad y el Instituto Insular de Atención Social Sanitaria de Cabildo Insular de Tenerife en 2012. Se trata de un juego para prevenir la violencia contra la pareja en jóvenes explorando cómo es su relación y si pueden producirse situaciones de maltrato.
- Amor 3.0: aplicación lanzada por el Instituto Canario de Igualdad en 2013 y dirigido a jóvenes para prevenir y sensibilizar sobre la violencia de género. Incorpora cuestionarios sobre actitudes sexistas en la relación de pareja y va dirigida tanto a hombres como a mujeres.
- ¿Género amor?: aplicación elaborada por la Concejalía de Igualdad de Ciudad real en 2015, en la que se propone una encuesta relacionada con los mitos del amor romántico y la violencia de pareja, recogiendo información tanto cuantitativa como cualitativa sobre la percepción de los/las jóvenes.
- Detectamor: es una aplicación creada desde la Junta de Andalucía dirigida a jóvenes con el propósito de sensibilizar, informar y prevenir la violencia de género. Está compuesta de 10 juegos para poder detectar, de una manera lúdica, posibles indicadores de maltrato en la relación de pareja.
- Ygualex: en enero de este año se lanzó esta aplicación respaldada por la Secretaría de Estado de Servicios sociales e Igualdad. Permite compartir experiencias relacionadas con la violencia de género y pedir ayuda. Cuenta con un chat que comunica con expertos en la materia, y con un directorio de instituciones a los que acudir o llamar en caso de necesitarlo.
Es obvio que el uso de las nuevas tecnologías es el presente y el futuro de las relaciones interpersonales. Su rápida evolución e incorporación en nuestras vidas ha dificultado que realicemos una reflexión sobre las consecuencias positivas y negativas que conlleva. Por ello, no podemos olvidar que los Smartphone o tablets no son más que nuevas herramientas en las que su mal uso o buen uso depende de las manos que las utilice.
Dra. Alba Catalá Miñana
Profesora Máster Universitario en Violencia de Género e Igualdad de Oportunidades