La Dra. Consuelo García Tamarit se incorpora a VIU como Vicerrectora de Docencia e Innovación Educativa

El 13 de febrero pasado la Dra. Consuelo García Tamarit se incorporó a la Universidad Internacional de Valencia, en calidad de Vicerrectora de Docencia e Innovación Educativa. Desde su posición, encabezará el vicerrectorado en su misión de proporcionar a los docentes de VIU las herramientas pedagógicas que les permitan ofrecer la mejor experiencia formativa a los estudiantes de la universidad, a la vez que impulsa y dinamiza la innovación en los diversos campos de la docencia y la educación.

La Dra. García Tamarit es doctora en Educación y TIC (e-learning), máster en Sociedad de la Información y el Conocimiento y licenciada en Psicología. Ha sido directora del Máster Universitario en Innovación Educativa y directora de los Grados en Educación Infantil y Primaria en UNIR, donde además ha impartido docencia sobre Inteligencia, Neurociencia y Aprendizaje, Psicología del Aprendizaje, Tecnologías aplicadas a la Educación y Herramientas para el Trabajo Colaborativo.

Durante 10 años ha sido subdirectora académica del Instituto Universitario de Posgrado (formado por las universidades Carlos III de Madrid, Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad de Alicante y Grupo Santillana) y directora de Docencia y Ordenación Académica en la Escuela Universitaria TAI (adscrita a la Universidad Rey Juan Carlos).

Respecto a su trayectoria investigadora ha colaborado en diversos proyectos de investigación de UOC y UNIR, y en proyectos europeos. Tiene publicaciones indexadas en revistas JCR, Q1 y Q2 y Scopus, ha participado en varios congresos internacionales y es miembro de diversos comités científicos y revistas indexadas.

Para conocer un poco más sobre su visión de la educación y de los objetivos del vicerrectorado que dirige, nos pusimos en contacto con la Dra. García Tamarit para realizarle una breve entrevista.

¿Nos puedes contar un poco sobre ti?

Soy Licenciada en Psicología, Máster en Sociedad de la Información y el Conocimiento y Doctora en Educación y TIC (e-Learning). Estoy acreditada como Profesora Contratada Doctor y tengo un sexenio de investigación.

Llevo tiempo trabajando en innovación educativa, entendiendo esta como una estrategia institucional y como una actitud personal de apertura al cambio, y con un enfoque dirigido a la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje, en los que la tecnología juega un papel importante, pero ni mucho menos el único.

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Has entrado a formar parte de VIU en calidad de Vicerrectora de Docencia e Innovación Educativa ¿Nos puedes explicar, a grandes rasgos, que funciones implica la posición y cuáles son los grandes objetivos y estrategias que definirán tu trabajo?

Mi misión es apoyar a la universidad, y a su equipo directivo, en su esfuerzo por estar a la vanguardia de la innovación educativa. Para lo cual, coordinaré diferentes servicios de asesoramiento y de formación a todo el equipo docente de la universidad, con el fin de apoyarles en los procesos de cambio y mejora que necesitemos para incrementar la satisfacción de los estudiantes con sus experiencias de aprendizaje. Al final se trata de trabajar para que los programas educativos de la VIU sean referentes de calidad e innovación, para lo cual impulsaremos tanto pequeñas acciones como grandes cambios en asignaturas y programas, así como en procedimientos. Obviamente trabajaremos en equipo con las facultades y el resto de los vicerrectorados para potenciar la estrategia de crecimiento y desarrollo de la universidad.

¿Qué destacarías del proyecto educativo de VIU?

Es un proyecto innovador, alineado con la evolución y las necesidades de la sociedad, con una visión humanista de la educación y la tecnología, y, por supuesto, con un firme compromiso con la mejora de las personas en cuanto a competencias profesionales y personales, sin las ataduras de la ubicación física de cada uno. Al final se trata de que personas mejor formadas incrementen significativamente su aportación al desarrollo de la sociedad.

A un nivel más general ¿Qué tendencias consideras más relevantes y/o prometedoras en el terreno de la innovación educativa?

Situar al estudiante en el centro del aprendizaje lo hemos escuchado reiteradamente, al igual que plantear una educación basada en un enfoque competencial vinculado a los retos del siglo XXI. Sin embargo, todavía hay muchos docentes (e instituciones) que no consiguen aterrizar estas ideas en su práctica, ya que se formaron en modelos educativos tradicionales y no siempre es fácil salir de la zona de confort: no porque no quieran, sino porque muchas veces no saben cómo hacerlo. Mi objetivo es que se identifiquen con esos planteamientos y desarrollen su creatividad para generar nuevas experiencias de aprendizaje que sean estimulantes, tanto para los estudiantes como para ellos mismos.

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En la misma línea, recientemente aplicaciones de generación de textos mediante IA han causado revuelo en entornos educativos por la posibilidad que ofrecen de crear ensayos o responder exámenes, y se han tomado medidas para prohibir y detectar su uso. Sin embargo, hay otras voces que afirman que es imposible detener este tipo de avances y que se deben incorporar dentro del abanico de herramientas docentes ¿Cómo evalúas la situación?

Creo que rechazar de plano estos cambios que se insinúan, aunque todavía no generan progresos reales, es un ejercicio inútil e incluso perjudicial. En 1885 salió el primer vehículo a motor, el triciclo Benz 1.  El rechazo de la mayoría de la sociedad fue generalizado, era una auténtica disrupción. Sin embargo, actualmente estamos a punto de utilizar vehículos sin conductor. Y ya no dudamos de si ocurrirá o no, sino solo de cuándo ocurrirá.

La IA, que en rigor va muchísimo más allá de lo que estamos viendo en los medios estos días, es una disrupción en fase incipiente, aunque parece ser que en el mundo educativo genera algunos temores, y también algunos escepticismos.

En mi opinión, debemos ser capaces de ir incorporando esa tecnología como un recurso docente, pero no para que nos dé las respuestas de un examen, sino para integrarlo en una práctica que estimule el pensamiento reflexivo y crítico de los estudiantes. Podemos considerarlo un reto estimulante, como lo es jugar al ajedrez contra un ordenador. Nos ayudará a llegar mucho más lejos. Mi filosofía es poner a la tecnología al servicio del aprendizaje, no a la inversa, que sería algo más propio de superespecialistas en tecnología.

En todos los procesos de innovación se ensayan varios caminos y prosperan unos cuantos, no todos. Es decir, hay avances tentativos y avances que acaban consolidándose, y, una vez consolidados, perfeccionándose. Pero no habría avances si no se intentara nunca nada. O llegaríamos los últimos si esperamos al final.