Algunas ideas para mantener la atención de los alumnos
Es una impresión generalizada entre docentes y padres que cada vez es más difícil captar y sobre todo, mantener la atención de los estudiantes en el aula. Son muchas la voces que atribuyen este problema a la gran penetración de los aparatos tecnológicos (Internet, móviles, tablets), los cuales distraen y sobre estimulan a los chicos, entorpeciendo que enfoquen la atención suficiente sobre una sola cosa. Otros expertos argumentan que la falta de atención e interés responde a problemas más complejos y heterogéneos como un entorno familiar y social permanente estresado, el deseo generalizado de obtener recompensas y frutos muy rápidos, casi inmediatos, o el desprecio por la cultura del esfuerzo constante, continuado y paciente.
De cualquier modo, todos los profesionales del ámbito de la enseñanza opinan que existen una serie de estrategias que suelen ser bastante eficaces para logra la atención de los alumnos.
Principales claves de la atención en el aula
Marcar los ritmos de clase
Especialmente en niños pequeños de educación infantil y primeros cursos de primaria, es muy importante imponer unos ritmos de trabajo muy marcados, dejando muy claro el momento en que terminan y empiezan las clases o cuándo se pone fin a una actividad para iniciar otra distinta.
Para marcar esta cadencia de ritmos se pueden utilizar métodos sencillos pero efectivos como hacer sonar una campanita, poner un tema musical, cantar algo o establecer una patrón de palmadas que se repite hasta que todos los niños y niñas estén atentos. Otra forma muy efectiva de establecer ritmos es jugar con la iluminación apagando o encendiendo luces.
Fijar una estructura de cada clase o lección
Una de las formas más eficaces de mantener la atención de los alumnos sobre una determinada lección es que tengan muy claro qué pueden esperar de la misma, sus contenidos detallados y qué punto se está explicando en cada momento. Para lograrlo, es muy importante enfocar la atención en la estructura de cada tema, utilizando los siguientes recursos:
- Comenzar explicando muy claramente los objetivos de cada tema o unidad.
- Escribir en la pizarra las palabras importantes y añadir imágenes y diagramas para lograr un mayor enfoque en los puntos clave.
- Colocar a los alumnos más revoltosos en los asientos más cercanos.
- Enseñar a los chicos a tomar apuntes y notas.
- Entregar materiales y suplementos para completar las clases.
- Ofrecer pequeñas recompensas a los que sigan mejor las instrucciones.
Enseñar a hacer un uso racional de Internet
Nadie pode en duda de que Internet es un magnífico canal de búsqueda y clasificación de todo tipo de información. Sin embargo, algunos especialistas como Nicholas Carr, experto en tecnología y cultura, ha advertido de los peligros de Internet para la capacidad de concentración y la reflexión. El uso de la Red nos hace muy eficientes procesando información, pero menos capaces para analizar y profundizar en los datos.
Por este motivo, es muy importante realizar una pedagogía del uso de Internet desde la escuela, señalando sus beneficios pero también sus efectos perjudiciales, promoviendo una utilización proporcionada y racional de la Red y, sobre todo, la necesidad de combinarla con el uso de otros canales o fuentes de información.
Tratar de integrar las enseñanzas con las experiencias vitales de los alumnos
Debe tratarse de integrar los conceptos que se enseñan en clase con el día a día y las experiencias de los alumnos. No hay mejor forma que captar la atención de un alumno que enseñándole la utilidad práctica de lo que se le está enseñando.
Dar protagonismo a la parte afectiva y comunicativa
Cuando un alumno no está atento en clase, es posible que el motivo sea que su mente está ocupada en un problema con sus padres o compañeros de clase. En este sentido, la comunicación y confianza con los alumnos y sus padres es fundamental y muchas veces puede servir de gran ayuda para resolver ese problema que angustia al niño o niña y que le impide concentrarse debidamente en clase.