Indicadores para que los alumnos hagan los deberes en casa
Entre maestros, padres y, por supuesto, los propios alumnos, es habitual el debate sobre si los deberes fuera del horario escolar son beneficiosos y eficaces. Aunque existen diversos puntos de vista, una opinión bastante generalizada es que, planteados como tareas de aprendizaje y no como ejercicios meramente memorísticos y repetitivos, los deberes aportan bastantes aspectos positivos.
Los beneficios de los deberes
- Ayudan a crear hábitos de responsabilidad y disciplina en los chicos y chicas.
- Refuerzan la concentración de los alumnos.
- Son de gran ayuda para afianzar los conceptos aprendidos.
- También sirven para estrechar la relación entre padres e hijos.
Algunos indicadores para que los alumnos hagan los deberes en casa
El gran problema de los deberes es que, a menudo, los niños son reticentes a dedicar tiempo en casa a las tareas escolares. Tras cinco o seis horas en el colegio, que en realidad son más porque muchos niños y niñas se quedan al comedor o realizan actividades extraescolares, muchos de ellos lo que realmente quieren es relajarse con actividades de ocio y placenteras, como ver la televisión o jugar un rato al ordenador.
Los siguientes indicadores pueden ser de ayuda para que hacer los deberes no sea motivo de enfado y conflictos entre los padres y sus hijos:
- Establecer un sitio apropiado para hacer los deberes. Lo ideal es que sea un lugar bien iluminado, sin exceso de ruidos y tranquilo, que favorezca la concentración.
- Organizar y planificar. Es importante que de forma consensuada entre padres e hijos se establezca un horario fijo para hacer los deberes. De ser posible, conviene que no sea muy tarde, para evitar que el niño esté más cansado. Por otra parte, salvo por alguna circunstancia imprevista, es conveniente ser rígido y firme en las reglas y horas decididas.
- Acompañar a los niños mientras hacen las tareas. Esto significa estar cerca de ellos y apoyarles, pero en ningún caso realizar las tareas por ellos.
- Revisar las tareas realizadas. Supone dos beneficios: un primer nivel de corrección y también una demostración de interés por parte del adulto hacia las actividades del pequeño, lo que para el menor resulta fundamental por la motivación que representa.
- No abusar de premios o recompensas por hacer los deberes. Aunque de vez en cuando puede funcionar como elemento motivador, no es aconsejable establecer premios de manera habitual por hacer los deberes, puesto que el alumno debe entender que este tipo de tareas forma parte de su responsabilidad.
Además de estos consejos, es fundamental plantearse los deberes escolares desde una óptica positiva. Es importante que el niño comprenda, y en esta tarea deben trabajar conjuntamente tanto maestros como padres, que los deberes no son un castigo por no haber trabajado suficientemente durante las horas de clase, sino una forma de reforzar conceptos y mejorar los resultados.