¿Cómo afecta la discapacidad visual a los alumnos?
La discapacidad visual de un alumno supone una serie de desafíos que conviene abordar. Es importante que la organización de las clases sea la adecuada y que se fomente la independencia del estudiante. Además, los compañeros deben formar parte activa para evitar discriminaciones, aunque estas sean involuntarias.
Otro reto que es preciso acometer es la forma de impartir las lecciones. Buena parte de la información que reciben los seres humanos es visual, lo que supone un problema grave. Adaptar los materiales y contenidos para que estén disponibles en braille, por ejemplo, llega a ser fundamental. De lo contrario, el estudiante perderá datos relevantes para su futuro académico y laboral, al tiempo que aumenta el riesgo de que se quede rezagado respecto al resto.
A tenor de tales circunstancias, es preciso que los profesores del mañana sean conscientes de las necesidades especiales que puedan tener sus alumnos. De este modo, serán más efectivos en su labor y podrán adaptar los contenidos sin dificultad. Pero antes de llegar tan lejos, es necesario que conozcas las particularidades de la discapacidad visual y cómo debe gestionarse en las aulas. Así, adquirirás un conocimiento básico que te será de gran utilidad en tu futuro y que allanará tu camino.
¿Qué características tiene la discapacidad visual?
La discapacidad visual es una condición física que consiste en una disminución parcial o en una pérdida total de la vista. Asimismo, no es posible corregirla por completo mediante intervenciones quirúrgicas, medicación, gafas o cualquier otro tratamiento. Por tanto, es indispensable adaptarse a las necesidades específicas de cada alumno.
En cuanto a las características, y en relación con lo anterior, a la que más deberías prestar atención es al grado de afectación que padece la persona. Por ejemplo, aquella cuya visión sea baja tendrá una percepción visual pobre, lo que puede mermar la manera en la que percibe los objetos. De hecho, podría no distinguir los rostros o las letras a ciertas distancias.
Otro aspecto relevante es el origen de la discapacidad visual, que puede ser adquirida o congénita. En la primera, una enfermedad es la causa que ha provocado el surgimiento de la condición, como ocurre con un glaucoma o con ciertos tipos de diabetes. La segunda se da por la herencia genética del individuo.
Dadas estas circunstancias, el impacto en la vida de las personas afectadas llega a ser significativo. Su capacidad para realizar ciertas actividades cotidianas, como leer o escribir, estará muy condicionada o será imposible. Así que, conviene que seas muy consciente de las particularidades de cada alumno y actúes en consecuencia.
¿Cuáles son los tipos de discapacidad visual?
Según la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), existen cuatro tipos de discapacidad visual. Para determinarlos, se ha tomado como criterio base la agudeza visual de los individuos. Esta consiste en la distancia a la que una persona con la vista normal debería percibir un objeto sin dificultades de lejos o de cerca, lo que se mide y expresa en pies.
La clasificación es la siguiente:
- Leve. La agudeza visual es inferior a 6/12 o igual o superior a 6/18.
- Moderado. Los rangos deben ser inferiores a 6/18 o igual o superior a 6/60.
- Grave. Una persona está en esta categoría cuando su agudeza visual es menor que 6/60 o iguala o supera 3/60.
- Ceguera. La agudeza visual es inferior a 3/60.
También existen otras maneras de expresar los tipos de discapacidad visual, como la que ofrece la OMS (Organización Mundial de la Salud):
- Visión normal. La mayor parte de la población mundial se encuentra dentro de esta categoría. Se estima que 2200 millones de personas padecen alguna forma de deterioro de la visión, tanto cercana como lejana. Además, la principal causa de discapacidad visual y ceguera son anomalías en la refracción de los ojos y las cataratas.
- Discapacidad visual moderada. Los objetos se perciben con ciertas dificultades, pero existen medidas correctoras de uso común. Por ejemplo, utilizar gafas.
- Discapacidad visual grave. Las dificultades se agravan en este caso, pues una persona podría tener problemas para moverse o acceder a información en formatos visuales.
- Ceguera. Alude a la pérdida por completo de la visión o a casos en los que esta es muy pobre.
¿Qué dificultades tiene un alumno con discapacidad visual?
Un alumno con discapacidad visual encara diversas dificultades tanto en el aula como a lo largo de su vida académica. Una de las principales problemáticas es el acceso al material educativo. Los textos impresos, las imágenes y los recursos visuales son comunes aún hoy en día, algo que impone unas limitaciones claras. Esto requiere la adaptación de los materiales en formatos accesibles, como el braille, los audiolibros o el uso de programas de lectura de pantalla.
Junto con lo anterior, la participación en las actividades escolares también puede comportar un desafío. Las tareas que implican la observación visual directa pueden ser difíciles o imposibles. Un ejemplo sencillo es la lectura en una pizarra o el análisis de un gráfico, aunque hay otras muchas. Los profesores deben estar capacitados para proporcionar alternativas y herramientas que posibiliten que todos los estudiantes formen parte de los ejercicios en clase.
Otra dificultad significativa es la movilidad. Los alumnos con discapacidad visual pueden tener problemas para moverse con seguridad y suficiente autonomía en las instalaciones del centro. El uso de bastones blancos o perros guía, así como un entorno bien diseñado y accesible, son cruciales para superar estas barreras. Sin embargo, no siempre tendrás acceso a estos recursos, algo que representa un grave obstáculo.
A su vez, la integración social es un aspecto crítico. Los alumnos afectados tenderán a sentirse aislados o excluidos de las actividades sociales y recreativas si no se promueve un entorno inclusivo. La sensibilización y educación de sus compañeros y del personal escolar resultan esenciales para que comprendan la situación y actúen en consecuencia.
En este punto, la formación del profesorado es determinante. Para que ganes en efectividad y dispongas de los recursos pertinentes, un Máster en Educación Especial te enseña todo lo que necesitas saber. Aprenderás a diseñar programas de prevención e intervención, a adaptar materiales en función de las necesidades del estudiante y mucho más.
¿Cómo se trabaja la discapacidad visual en el aula?
Trabajar con alumnos con discapacidad visual reclama implementar diferentes estrategias de enseñanza y sistemas de evaluación específicos. Los objetivos que se persiguen abarcan desde conseguir una integración efectiva hasta que supere cada curso sin complicaciones. Para que tengas unas líneas de actuación básicas, presta atención a lo siguiente.
Uso de la tecnología
La tecnología es uno de tus grandes aliados. Existen dispositivos, como una sencilla tableta, que favorecen que el estudiante no pierda información. Este la recibirá en forma de audios, por ejemplo. También contribuye a que pueda participar en igualdad de condiciones y con unos materiales adaptados a su situación personal.
Adaptación del entorno físico
Dados los problemas de visión que entraña la discapacidad visual, las aulas deben promover la integración del alumno. Es indispensable que la organización de los elementos, como los pupitres, sea fija, es decir, que no se modifique de manera continua. En caso de realizar algún cambio, procura advertirlo.
Por descontado, se prescindirá de los obstáculos y barreras arquitectónicas que dificulten la accesibilidad, siempre que sea posible. Asimismo, en función de la situación, la iluminación será la adecuada y la pizarra será suficientemente visible y fácil de reconocer.
Los compañeros y la integración
Si recuerdas, la integración es uno de los aspectos clave para prevenir el aislamiento. Debe favorecer la integración progresiva del alumno que presenta la discapacidad. Esto se logra a través de la interacción entre él o ella y sus compañeros, siempre desde el respeto, la comprensión y el apoyo.
Es importante que expliques la situación del estudiante al resto para que la entiendan. De manera sencilla, aprenderán cómo deben relacionarse de una manera apropiada y no condescendiente. Al mismo tiempo, debes atajar las burlas que puedan surgir, ya que minan la autoestima del afectado. Los insultos o el menosprecio no deben permitirse bajo ningún concepto.
Uso del lenguaje
El lenguaje es un factor al que no se presta la atención que merece. Usa uno que se caracterice por su claridad y que sea descriptivo. Esto ayudará al alumno a interiorizar mejor lo que quieres transmitir y a que no se pierda información. Verbaliza todas las instrucciones, siempre y cuando sea necesario.
Junto con lo anterior, es muy recomendable no frustrarte, en especial si no tienes experiencia en aulas que tengan alumnos con alguna discapacidad visual. Poco a poco, irás desplegando las estrategias idóneas para cada caso. Y no olvides continuar tu formación para ir adquiriendo nuevos aprendizajes que te resulten útiles para mejorar tu desempeño.
Pese a las dificultades y retos que impone una discapacidad visual en el aula, no es imposible superarlos. Gracias a estrategias y recursos específicos, lograrás que el alumno salga adelante y se integre. Para que consigas las destrezas y conocimientos requeridos, en VIU te ofrecemos los mejores estudios en educación, desde grados hasta másteres universitarios. ¡Descúbrelos todos!