La crisis energética y el nuevo modelo circular y sostenible en el contexto actual de nuestra sociedad
Mucho se está hablando últimamente acerca de la energía y de la eficiencia energética, temas que nos preocupan a todos porque nos afectan directamente. Y lo que nos queda por hablar. Estamos inmersos en un contexto convulso e inestable desde hace varios meses, que ha desbordado todas las previsiones que se habían hecho. La crisis sanitaria tuvo un gran impacto negativo, sobre todo a nivel social, y luego también trayendo consigo retrasos en la cadena de suministro, inflación, etc. y por si fuera poco tenemos ahora cercano un conflicto bélico que, aparte de drama humanitario que lleva asociado, nos castiga con un aumento desbocado de la inflación, y una enorme incertidumbre en el sector de la energía; y con una posible recesión a la vuelta de la esquina. La globalización no está mostrando su peor cara.
Pero la eficiencia energética ya lleva muchos años entre nosotros. Ahí estaba la Directiva de Eficiencia Energética, Directiva 2012/27/UE, cuya transposición a nuestro ordenamiento jurídico llevó mucho retraso. Su aplicación y cumplimiento ha sido parcial, y en algunos aspectos decepcionante. En 2020 nuestro gobierno declaró la emergencia climática, aunque muchos de nosotros no llegamos a percibir esa emergencia en nuestro día a día. Con posterioridad se aprobó el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) en el que se define nuestra estrategia en materia energética para los próximos años y de alguna forma muestra nuestro compromiso con los objetivos del Acuerdo de París sobre cambio climático. Pero con todos estos y otros antecedentes, ha tenido que llegar una guerra para que nuestro gobierno apruebe un plan de medidas de ahorro energético para que tomemos conciencia y se empiecen a aplicar, aunque no exentas de cierta polémica.
Debemos recopilar todas las enseñanzas que hemos ido aprendiendo por el camino, y no caer siempre en los mismos errores. Para nuestras empresas, es una cuestión de competitividad e incluso de supervivencia, en lo económico y en lo social. Pero no olvidemos que consumir menos energía y agua nos permitirá tener productos y servicios con menor huella de carbono e hídrica, y por tanto estaremos aplicando principios de economía circular en nuestro quehacer diario, tanto a nivel personal como a nivel profesional. Y por esta razón, estaremos en el camino correcto para ser más sostenibles.
Hay que aprovechar la actual coyuntura para incorporar más medidas que nos ayuden a ser más sostenibles; incluso cuando desaparezca la incertidumbre, y la inflación disminuya, que esperemos que sea muy pronto. Aparte del termostato de nuestros equipos de aire acondicionado, y del encendido/apagado de la iluminación de nuestros comercios como medidas de choque, proponemos por ejemplo implantar medidas a medio y largo plazo, como incluir la impartición en nuestros colegios e instituciones públicas, de forma permanente, de la sostenibilidad como estilo de vida, explicando su necesidad, objetivos y beneficios. Es la forma más fácil de que, las futuras generaciones, aparte de ser nativas digitales, sean nativas circulares. Y de esa forma comprenderán de inmediato que ahorrar, reciclar y compartir no es una opción, sino que es lo que hay que hacer.
La formación es un reto que nunca debemos dejar de lado. Más bien al contrario, debemos adaptarla al momento en el que nos encontramos y hacerla coincidir con nuestras necesidades e inquietudes. En el actual contexto, el Máster Oficial en Economía Circular y Desarrollo Sostenible de la Universidad Internacional de Valencia – VIU es la formación adecuada para comprender y adaptar el nuevo modelo al que debemos adecuarnos como empresa y como sociedad. Nos ofrece la posibilidad de tener una visión global de todos los ámbitos de aplicación del nuevo modelo circular. Todos los aspectos de la gestión empresarial tienen cabida en nuestro máster: la viabilidad económica, el marketing y la comunicación, la producción, el emprendimiento y la innovación, sectores de impacto, alimentación, etc. Porque el nuevo modelo supone infinidad de nuevas oportunidades para crear riqueza y empleo, sin perder de vista los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, y los Acuerdos de París sobre el Cambio Climático. Este máster contribuye a formar a esos profesionales y a esas personas que entienden que el objetivo de las empresas y de la sociedad no es únicamente generar beneficio. También debemos ser sostenibles social y medioambientalmente. De lo contrario, perderemos competitividad, generaremos desequilibrios sociales y dañaremos más al planeta y a nosotros mismos.
No olvidemos que cuando la guerra termine en Ucrania, tenemos en marcha otra contra el cambio climático, y contra la falta de sostenibilidad de nuestro actual modelo de vida.