Cuatro motores de juego para materializar tus juegos
¿Sabes qué engranajes hacen rodar la maquinaria de un videojuego? ¿Estás pensando en crear el tuyo propio? Entonces quizás te interese saber qué motores de juego existen a disposición de quien desee usarlos como base para su creación. Los desarrolladores de juegos tampoco han abandonado el código máquina en ensamblador (aunque aún quedan algunos puristas capaces de hacerlo) en pos de herramientas más avanzadas. Los motores de juego son los programas que sientan las bases de lo que será el producto final, ahorran una carga gigantesca en código, aplicando su renderizado y detección de colisiones, y brindan un abanico de posibilidades extras. Por contra, cuanto más accesible sea un motor, más limitaciones suele conllevar su uso. Los siguientes son algunos de los motores más utilizados a nivel comercial, son relativamente baratos y seguro que has probado muchos juegos que llevan en sus entrañas alguno de ellos.
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Unity 5: el versátil
Si alguien es el responsable del boom indie en el sector durante la última década, ése es Unity. Su extendido uso es garantía de que hay una comunidad muy viva a su alrededor, además de que dispone de una documentación ejemplar y un buen surtido de tutoriales. La versatilidad de Unity es su principal característica. La mayoría de motores de juego 3D no se prestan bien para proyectos bidimensionales y viceversa: sin embargo, Unity permite ambos desarrollos y prueba de ello es la diversificación del escaparate de juegos creados con él, que van desde los puzles de ‘Monument Valley’ hasta la simulación de ‘Cities Skylines’, pasando por plataformas como ‘Ori and the Blind Forest’. Además de adaptarse a todo tipo de géneros, su enfoque multiplataforma permite exportar los proyectos para casi cualquier dispositivo. Uno de sus grandes aciertos es la Asset Store, en la cual se pueden adquirir desde texturas o animaciones hasta proyectos enteros que sirvan como base para el desarrollo. Todo ello creado por y para la comunidad. Actualmente Unity Technologies licencia su motor de forma totalmente gratuita para su uso comercial, aunque ofrece soluciones en la nube y mayor soporte pasando por caja.
Unreal Engine 4: potencia y diseño
Otro clásico en el campo. El motor de juego de Epic Games consigue unos acabados realmente sorprendentes con poco esfuerzo gracias a las proezas de su iluminación dinámica. Sin embargo, se le puede acusar de estar algo encasillado tanto en género -en la creación de FPS- como en estilo visual -marcadamente realista. Por supuesto, existen notas discordantes como el colorido ‘Abzû’, pero son títulos como ‘Gears of War’ o ‘Batman: Arkham’ los que sacan más fruto al motor, y sus espectaculares acabados hablan por sí mismos. Con herramientas como su avanzado editor de materiales, su creador de cinemáticas o la programación visual de sus Blueprints, Unreal Engine pone toda la carne en el asador para exprimir el hardware de toda máquina. Unreal es totalmente gratuito, aunque Epic Games se queda con el 5% de los ingresos generados por los títulos creados con él.
CryENGINE V: la bestia
Con decir que es el artífice tras la revolución gráfica que fue ‘Crysis’ ya te puedes hacer una idea del nivel al que puede llegar el motor de Crytek. Aunque su curva de aprendizaje juega en su contra, el potencial de CryENGINE es enorme: sus sistemas de físicas, follaje, animación e iluminación en tiempo real no tienen parangón. Su planteamiento es muy parecido al de Unreal (incluso dispone de sus propios scripts visuales, los Flowgraphs) y, al igual que él, peca de un enfoque claramente 3D y fotorrealista. El motor de los alemanes funciona bajo un modelo de suscripción mensual de unos módicos 10 euros. El año pasado Amazon sorprendía a la industria lanzando Lumberyard, su versión modificada de CryENGINE con un par de extras como un creador de personajes apodado Gepetto, un editor de la jugabilidad por iteración e integración nativa con Twitch.
Game Maker: el motor para todos
Con Game Maker, los escoceses de Yoyo Games han logrado el equilibrio entre prestaciones y accesibilidad. Entre los motores 2D es sin duda el que más comunidad tiene, el más intuitivo y su Game Maker Language lo pone más fácil que nunca a los torpes en programación. Además, cuenta con un mercado y la posibilidad de agregarle extensiones para casi todo, incluido el desarrollo en 3D –aunque es poco recomendable. Game Maker cuenta con una versión gratuita, aunque sus funciones están muy recortadas respecto a los planes de pago. Por supuesto, existe un sinfín de otros motores, cada uno con sus peculiaridades que pueden hacerlo más apto para un desarrollo u otro. En nuestro máster trabajamos con los citados motores de juego y aprovechamos sus herramientas para que tus proyectos surjan los más rápido posible.