El liderazgo transformacional. La cultura de la motivación
Estamos en una época de cambio y también, quizá, en un cambio de época. Los mecanismos que regulaban el funcionamiento de las instituciones y empresas están en completa revisión, bajo el convencimiento de que en un entorno tan cambiante y competitivo como el actual los modelos de dirección y gestión tradicionales ya no tienen cabida en la empresa moderna. Uno de los conceptos claves en esta transformación es el de liderazgo, dónde cada vez y con más fuerza toma protagonismo el liderazgo transformacional. Es un estilo de liderazgo que surge a partir de los estudios de James MacGregor Burns (en 1978) y Bernard M.Bass (en 1985), quienes desarrollaron un conjunto de cualidades de los líderes empresariales que podían ser muy valiosas para las empresas. El liderazgo transformacional contribuye a crear un cambio positivo entre los trabajadores a través de una máxima: la motivación. Todo se apoya en el hecho de transformar a otros para ayudarse mutuamente y en estar próximo al trabajador para transmitir mejor los objetivos de la empresa y estimular su potencial. Esto implica una actitud de compromiso para escuchar, comprender, estar pendiente y observar. Ver a la empresa como un conjunto donde cada factor depende de otro. El fin último es aumentar la motivación, el compromiso, la conciencia de grupo y, en definitiva, mejorar el rendimiento del equipo que se dirige.
¿Cuales son los fundamentos del liderazgo transformacional?
Según las conclusiones de estos dos autores estaríamos hablando de cuatro claves para un líder transformacional.
- Carisma:
Con una vocación de desarrollar una línea de trabajo e implicar en ella al grupo. Transmitir los objetivos con claridad y liderar el camino. Implica voluntad de arriesgarse y de aportar nuevas ideas y enfoques. Debe generar total confianza y seguridad en el equipo a su cargo.
- Inspiración:
Motivación personal y continua de los trabajadores para el desarrollo de las funciones del modo más satisfactorio para ambos (trabajador y empresa). Descubrir y potenciar las habilidades individuales, buscando lo “mejor de cada uno de ellos”.
- Trato personalizado:
El trabajador no es una herramienta más para conseguir beneficio sino una persona que comprometida con el proyecto puede ser muy valiosa. Además es importante implicar a los trabajadores en los resultados de la empresa, que se sientan participes de ella.
- Desarrollo intelectual:
Siempre a través de nuevas ideas y enfoques. Invitando también al trabajador para que aporte ideas, basadas en su mayor conocimiento del entorno y su experiencia diaria, para buscar mejoras en los procesos. Fomentar la participación y la formación.
Ventajas del liderazgo transformacional
Un líder transformacional favorece la estructura de la empresa y ayuda a mejorar la productividad y los resultados. Estos son algunos de los cambios que se producen:
- Se crea una visión compartida del objetivo final, un consenso, con unas expectativas comunes. El líder se convierte en un ejemplo a seguir.
- Los trabajadores reciben un apoyo individual, ganan estímulos para realizar mejor su trabajo y se sienten más útiles e integrados.
- En cuanto a la estructura, se produce un mejor diseño de las responsabilidades y una mayor autonomía para hacer el trabajo. Suelen surgir ideas e iniciativas que mejoran los procesos internos.
- En general, se crea una cultura muy beneficiosa basada en la colaboración.
Pero se ha de tener cuidado, porque no todas las personas están capacitadas para el liderazgo transformacional. Las estrategias con los trabajadores pueden utilizarse de un modo poco ético y el potencial de abuso puede ser alto. Por otro lado, no todos los trabajadores reaccionan del mismo modo y cada uno tendrá sus condicionantes particulares dentro de la empresa, si no se conecta bien con ellos o si estos no sienten la motivación ni la implicación necesaria, los elementos positivos se transformarán en negativos.