El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en el aula: estrategias de actuación del profesorado
Las dificultades de atención y su negativa influencia en el rendimiento académico han conducido a la idea totalmente falsa de que los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) tengan falta de inteligencia y hasta retraso mental. El TDAH es un trastorno de origen neurobiológico provocado, según diversos estudios, por un desequilibrio existente entre dos neurotransmisores cerebrales: la noradrenalina y la doparmina. Este problema provoca en los niños baja atención, hiperactividad y exceso de impulsividad en unos niveles inadecuados con su nivel de desarrollo. Se calcula que su prevalencia es bastante alta: aproximadamente un 5% de la población escolar. La identificación del TDAH es complicada porque los síntomas y tipos de conducta son habituales en la mayoría de niños, por lo que para su diagnóstico es muy importante valorar: la intensidad, cantidad, permanencia y contexto en el que se producen.
Síntomas del TDAH
En general los alumnos con TDAH suelen ser mucho más inquietos, impulsivos y distraídos que el resto de sus compañeros. Les resulta extremadamente difícil quedarse quietos, terminar sus tareas correctamente y no molestar al resto de niños de la clase. Los siguientes signos, actitudes y comportamientos deben alertar sobre posibles casos de TDAH:
- Inquietud extrema. Los niños están en constante movimiento, se retuercen en su asiento y mueven excesivamente manos y pies. También hablan en exceso y corren y saltan en situaciones inadecuadas.
- Gran impulsividad. Hacen lo primero que se les ocurre sin pensar en las consecuencias, sus comentarios son inapropiados y molestan en clase y a sus compañeros, por lo que tienden a no ser aceptados.
- Graves problemas de concentración. Les cuestas muchísimo concentrarse y mantener la atención. Se distraen con suma facilidad, se aburren y no escuchan lo que se les dice, dando la impresión de que tienen la mente en otro lugar.
- Bajo rendimiento educativo. Los síntomas derivados del TDAH implican que estos chicos tengan problemas en diferentes tareas escolares como leer, memorizar, deletrear, razonar u organizar la información.
Actuaciones del profesor frente a niños con TDAH
La responsabilidad del maestro con un niño con TDAH es muy grande, constituyendo junto con sus padres una pieza clave para encauzar sus comportamientos, minimizar sus efectos, lograr que se integre en el aula, mejorar su interacción social y autoestima y, por supuesto, conseguir que alcance las competencias académicas propias de su edad. Para conseguir estos objetivos, es recomendable el seguimiento de las siguientes medidas y consejos:
- El primer punto y fundamental es que el equipo docente realice una valoración pedagógica que determine con exactitud sus necesidades.
- Establecer un plan de intervención escolar personalizada a partir de los resultados de dicha valoración, el cual podrá incluir en algunos casos adaptaciones no significativas de algunos elementos del currículo.
- En el aula, el maestro debe estar muy atento y pendiente del comportamiento y evolución de estos alumnos, siendo recomendable seguir las siguientes pautas:
- Sentar al alumno cerca del profesor para poder mantener contacto visual e indicarle con una señal acordada cuando se está distrayendo.
- Disminuir los estímulos, como objetos en el pupitre, que puedan distraerle.
- Transmitirles la información y las órdenes de manera explícita y directa.
- Enseñarles técnicas de organización de las tareas escolares y de su tiempo.
- Crearles rutinas muy marcadas de trabajo.
- Fraccionar sus tareas, estableciendo periodos de descanso para adaptarlas a sus problemas de atención y evitar que se aburra.
- Encargarle pequeñas funciones de ayuda al resto de la clase y al profesor.
El desarrollo de normas de conductas personalizadas y en el caso de tener que llamarle la atención o censurarle su comportamiento procurar hacerlo en privado son otros dos aspectos importantes en la relación con este tipo de alumnos. No se debe olvidar que, debidos a su problemática, muchos chicos y chicas afectados de TDAH se vuelven muy susceptibles, desarrollando conductas desafiantes y de rechazo a la escuela, que hay que procurar evitar a toda costa.