Estudiar Psicología en la Infancia y Adolescencia
Por fin, la salud mental empieza a ser tan valorada como la salud a nivel físico. Poco a poco la ciudadanía se da cuenta de lo importante que es que personas que sufren trastornos reciban el tratamiento que necesitan por parte de un especialista, de ahí que estudiar Psicología en la infancia y adolescencia sea una buena alternativa para aquellos que quieren contribuir al bienestar de los niños y adolescentes que serán los adultos del mañana.
El cuidado de la salud mental de los niños
Tanto en casa como en el colegio, no es extraño que padres y profesores acaben por detectar que algunos niños desarrollan comportamientos que no son del todo adecuados. La causa que lo explica puede ser algún Trastorno del Espectro Autista (TEA), puede que el niño esté sufriendo algún tipo de maltrato, o pueden ser muchas otras cosas. Sea cual sea la razón, si aparecen comportamientos incorrectos, es entonces cuando conviene acudir a un especialista.
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La psicología infantil se encarga de analizar el comportamiento de los niños a lo largo de sus primeros años de vida hasta que llegan a la adolescencia, a fin de poder detectar irregularidades o fenómenos que puedan afectar a la evolución psíquica del niño.
La psicología de la adolescencia
Esta disciplina se centra en la salud mental de los pacientes que tienen entre 12 y 18 años. En los últimos años ha crecido bastante el número de jóvenes de esta edad que acuden a consulta con un especialista en Psicología, porque la adolescencia es una etapa muy complicada y puede acabar dando lugar a problemas de comportamiento, de ansiedad, de depresión, relacionados con la sexualidad, o con el abuso de sustancias.
¿Cuándo llevar a un niño o adolescente a terapia?
Estamos en un momento en el que la sociedad está normalizando las enfermedades mentales, de modo que tener que llevar a un menor a un psicólogo no es algo de lo que los padres se tengan que avergonzar, como tampoco debe hacerlo el propio niño o adolescente. En el caso concreto de los padres, no deben culpabilizarse por los trastornos que pueda tener su hijo, ya que en muchos casos estos no están provocados por la situación que se vive en casa.
Si se detecta que el niño o adolescente tiene problemas de autoestima, no se relaciona bien con los demás, demuestra problemas de comportamiento o de comunicación, o incluso tiene episodios de ansiedad o depresión, no hay que dejar que la situación se prolongue durante más tiempo, se debe buscar ayuda especializada lo antes posible.
Problemas psicológicos más comunes en los niños
Estudiar Psicología en la infancia y la adolescencia es la mejor manera de poder tratar a niños y jóvenes de la forma que necesitan, puesto que el abordaje de sus problemas psicológicos no puede ser igual al que se lleva a cabo con un adulto.
Entre los problemas más habituales en niños y adolescentes nos encontramos con los siguientes:
Trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDHA)
Que los niños tengan dificultades para concentrarse no es nada extraño, el problema surge cuando esto persiste a medida que el menor va creciendo, puesto que puede ser síntoma de la existencia de un TDHA.
Algunos de los síntomas más habituales son:
- El niño habla mucho.
- Olvida o pierde cosas de manera constante.
- No respeta los turnos y siempre quiere ser el primero.
- Tiene problemas para relacionarse con otros.
Un diagnóstico ayudará al niño y a su familia a entender su problema y a saber cómo se pueden corregir ciertas conductas.
Trastorno de ansiedad
Esta situación de inestabilidad emocional puede tener orígenes muy diversos. Puede surgir por una situación vivida en casa, pero también por algo que haya acontecido en el colegio.
Si el niño tiene tendencia a la ansiedad, es recomendable que aprenda a sobrellevarla lo antes posible, puesto que puede ser algo que le acompañe durante toda su vida.
Baja autoestima
Aunque es un trastorno más típico de la adolescencia, también puede aparecer durante la infancia, y es esencial encontrar el origen de la misma.
Conducta agresiva
Cuando un niño o un joven no tolera la frustración, puede acabar siendo violento. Si esto ocurre, el especialista puede ayudar a los padres a corregir estas conductas, y también trabajar con el paciente para que aprenda a controlar sus impulsos.
TEA
Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) se diagnostican ahora con más frecuencia que hace unas décadas. Un diagnóstico es esencial para saber que tipo de TEA tiene el niño y cómo hay que tratarlo.
Depresión
Una de cada cuatro personas puede llegar a sufrir depresión antes de llegar a los 19 años de edad, pero la depresión en niños y adolescentes puede tener orígenes muy diferentes a la de los adultos.
En cualquier momento de la vida la depresión es un problema serio que debe ser tratado lo antes posible con ayuda de un especialista en salud mental.
¿Por qué estudiar Psicología en la infancia y adolescencia?
Niños y adolescentes son personas especialmente vulnerables. Todavía no tienen su personalidad formada del todo, y a su alrededor hay muchos factores que pueden afectar a su desarrollo mental: acoso escolar, intimidación, abusos físicos, separación de los padres, cambios en el entorno, etc.
Si los trastornos que surgen durante los primeros años de vida no son tratados a tiempo, nos encontraremos en el futuro con un adulto que puede tener graves problemas de salud mental. Por ello, es conveniente que los tratamientos empiecen lo antes posible, en cuanto se detecte que algo va mal en la conducta del niño o el adolescente.
Un niño o un joven que va a terapia empezará a experimentar mejoras en su comportamiento y su estado de ánimo rápidamente, y llegará a ser un adulto con una salud mental fuerte, contando con las herramientas adecuadas para hacer frente a las situaciones difíciles que puedan llegar en su vida.
Las patologías, las causas de las mismas, y su tratamiento, no son las mismas en los niños y adolescentes que en los adultos, de ahí la necesidad de adaptar las terapias, y para ello hace falta contar con una formación especializada.
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