Instalación de redes: Cómo montar una red de área local
Trabajar desde casa es cada día más usual. De hecho, el teletrabajo hace que las viviendas se conviertan en pequeñas oficinas en las que puede haber más de un ordenador. Para tenerlos interconectados y acceder a los mismos archivos o compartir impresora, por ejemplo, se necesita la instalación de redes locales.
Ventajas de la instalación de redes de área local
Tener una red de área local puede ser muy beneficioso por varios motivos. Permite compartir archivos entre todos los equipos conectados. Esto facilita la posibilidad de que varias personas trabajen a la vez sobre un mismo archivo de texto, imagen o cualquier otro en tiempo real, viendo los resultados de inmediato.
La instalación de redes locales también ayuda a reducir la necesidad de periféricos. Es posible conectar varios equipos a una misma impresora, una unidad de almacenamiento externa y otros dispositivos. No hace falta pedir a alguien que imprima un documento ni tener que encender un ordenador en el que no se está trabajando solo porque es el que dispone de la conexión.
También es interesante como medida de seguridad. Una red local que conecta varios dispositivos permite tener copias de los datos en distintas localizaciones. Si una de ellas falla, la información seguirá estando disponible y no se habrá perdido.
¿Qué hace falta para una red local?
Una red de área local puede ser tan sencilla o compleja como se desee. A partir de dos equipos que puedan conectarse mediante un cable o por WiFi se puede hacer esta instalación.
En caso de que se vayan a utilizan las conexiones físicas, harán falta tantos cables como equipos vayan a estar enlazados. Si es por WiFi esto no será necesario.
Además, se necesitará un hub que gestionará el tráfico de la red. Debe estar adaptado al tipo de conexión con el que se vaya a realizar la instalación de redes.
En caso de que se quiera disponer de Internet, también hará falta un router conectado a la red. Normalmente se proporciona cuando se contrata la conexión con un operador. Algunos routers pueden utilizarse como hubs, si el número de equipos no supera el de conexiones disponibles.
¿Cómo se conectan los equipos?
Todo depende de si la red local es cerrada o si queremos que haya salida a Internet. Como norma general se buscará esta opción, de modo que se empezará por conectar el router a la red.
Cada equipo que forme parte de la red puede conectarse por cable, utilizando una de las salidas libres del router o a través del hub, que se comunicará con este usando para ello un cable RJ45, el mismo que utilizarán los demás dispositivos.
También se puede hacer una red mixta con la instalación de redes cableadas en algunos dispositivos y otros vía WiFi. Todo dependerá de las características de cada equipo, ya que algunos no tienen una salida de red porque están orientados a conexiones inalámbricas.
Una vez realizadas las conexiones en el hub o el router, habrá que proceder a la configuración de la red desde el software de cada equipo. Dependiendo de factores como el tipo de dispositivo o el sistema operativo que utilice, las funciones pueden variar, aunque prácticamente todos tienen tutoriales o asistentes para hacerlo.