Los mejores ejemplos de superación personal
Cuando hace varios años que uno está desarrollando tareas similares en su trabajo se hace difícil motivarse para mejorar. Del mismo modo, si uno lleva varios años en paro también cuesta sacar fuerzas para probar de conseguir un empleo.
Es por este motivo que es necesario aprender de las personas que más nos pueden enseñar sobre superación personal, para no dejar nunca de dejarse llevar por la rutina y pelear por ser mejor cada día y conseguir o bien un ascenso en nuestra empresa o un mejor empleo.
Kyle Maynard, superación constante desde la cuna
Este estadounidense nacido de Georgia en 1986 tiene el valor de luchar cada día de las consecuencias de tener una enfermedad genética que le ha privado de rodillas y codos.
Esta enfermedad y esta discapacidad no le ha impedido llevar una vida similar a un joven de verdad. Ha aprendido a nadar, a conducir, a bajar escaleras, escribir en el ordenador o en un papel con un bolígrafo, jugar a futbol americano y otros deportes, etc.
El equipo Hoyt, padre e hijo luchando juntos contra la adversidad
Padre e hijo forman uno de los equipos más sólidos que se conocen en nuestro mundo. Todo empezó con el nacimiento del hijo de Dick Hoyt, Rick Hoyt con una parálisis cerebral. Desde entonces, ambos han pelado por hacer vida normal.
Hasta el 2005 participaron juntos en más de mil eventos deportivos. El padre empuja la silla de ruedas, la barca o lo que haga falta para que su hijo pueda competir en cualquier deporte.
Daniel, el niño que pelea por superar el autismo
Es famoso por haber superado con éxito seis cursos de Coursera, padeciendo una enfermedad que teóricamente le impide la socialización: el autismo.
Estos cursos a distancia le han permitido mejorar habilidades de comunicación y relaciones personales. Un ejemplo más de cómo se puede combatir contra cualquier limitación, incluso aquellas que te impiden comunicarte con el exterior.
Pablo Pineda, tener un cromosoma de más no es una limitación
Este hombre es famoso por ser el primer ser humano europeo con una carrera universitaria. El Síndrome de Down no le ha impedido diplomarse en Magisterio y capacitarse para ser maestro de educación primaria.
Ha sido el protagonista de la película “Yo, también”, un film que trata de narrar su propia vida y donde podemos descubrir con un medio tan potente como el cinematográfico el potencial del colectivo que representa Pablo Pineda.
Todos estos testimonios son un ejemplo para todos que cualquier persona, independientemente de sus condiciones físicas y psíquicas es capaz de conseguir el propósito que se proponga en esta vida. Los límites nos lo imponen los prejuicios de la sociedad que nos rodea y los nuestros propios.
Sin duda, conocer la historia de estos personajes nos va ayudar a no quejarnos ante los pequeños inconvenientes del día a día y luchar por sobreponernos a las pequeñas adversidades diarias.