Educación no formal: mucho más que ocio y diversión

La educación no formal es aquella que se lleva a cabo fuera del marco oficial. Se caracteriza por ser sistemática, educativa y organizada. Tiene como objetivo facilitar el aprendizaje a los alumnos de cualquier edad. Durante el proceso educativo, la persona va adquiriendo experiencias vitales que le definen como tal. Los conocimientos, las creencias, los valores y los sentimientos giran en torno a la educación. De acuerdo con la UNESCO, la educación no puede limitarse a un centro educativo.

1. La evolución histórica

2. Las claves de la pedagogía del tiempo libre

3. Los beneficios de la educación no formal

4. Áreas de aplicación

    

Esta idea se ve ilustrada en el desarrollo de actividades de ocio y tiempo libre, que constituyen el contexto idóneo para aterrizar el mencionado tipo de educación. Entre otras áreas, abarca los juegos, la expresión artística, las visitas culturales y el deporte. Lo prioritario aquí es seleccionar la actividad adecuada y convertirla en una nueva manera de aprender. El denominador común debe ser la apuesta por el crecimiento integral de la persona y la educación en valores. Por ello, es imprescindible delimitar sus puntos clave, concretar cómo se aplica en España y qué previsiones de futuro hay al respecto. La suma de estos factores da como resultado la medida perfecta para validar la propuesta educativa.

La evolución histórica

Tal y como se indica en el estudio La educación no formal, una oportunidad para hacer del mundo un lugar fiable (de Arbore, Egibar Goikoetxea, de Castro Lamela y González Alfonso), la evolución en estos dos últimos siglos ha sido enorme. Los autores afirman que a partir de 1975 los actores sociales han participado en todo lo relacionado con el bienestar de la persona. La llegada de una «sociedad de consumidores» ha marcado la diferencia con respecto al paradigma anterior.

La globalización ha conseguido que las personas tengan nuevos intereses, favoreciendo la interacción social y aflorando nuevos valores. Mientras que, la cultura ha propiciado que la persona sea dueña de sí misma, siempre que se den ciertas condiciones para ello. Este planteamiento confirma que la educación va más allá del ámbito escolar. Ya no se trata de fomentar el desarrollo de quien se forma, sino de mejorar el entorno. Sin embargo, para alcanzar esta meta es preciso generar una sinergia con la educación tradicional o formal. Esta última suele alejarse del entorno para buscar exclusivamente unos determinados resultados académicos. La alternativa no formal va de la mano de las expectativas sociales, evita el individualismo y apuesta por la consecución de objetivos en común. Para materializarlo, se basa en los siguientes objetivos:

• La promoción de alternativas educativas.
• El refuerzo y complemento de la educación formal.
• El concepto de educación no formal como transformadora de la situación social.

La estadística indica que en 2022 un 50,6 % de las personas de entre 18 y 69 años participa en actividades educativas. ¿Cómo afectaría a la sociedad que optaran por modalidades de educación no formal?

Las claves de la pedagogía del tiempo libre

La pedagogía del tiempo libre convierte las horas disponibles en una ocasión excelente para favorecer:

• El correcto desarrollo moral. Se ahonda en la coherencia entre las acciones y el pensamiento.
• La mejora personal con el autoconocimiento como base.
• La confianza en quien aprende y en los demás.
• La puesta en práctica de la escucha activa y de la capacidad para reconocer y gestionar las emociones.
• Los hábitos saludables orientados a la mejora de la higiene personal y de la dieta. Se añade la práctica deportiva como complemento.
• Un apropiado análisis de la realidad relacionado con la correcta toma de decisiones. Además, se anima a hallar soluciones y a adaptarse a los riesgos.
• La aceptación y comprensión del grupo social que rodea al estudiante.
• La valoración de los prejuicios como creencias limitantes. Observar un hecho desde distintas perspectivas resulta positivo y enriquecedor.
• La adquisición de las habilidades pertinentes para resolver conflictos.

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Los beneficios de la educación no formal

Los autores del estudio mencionado con anterioridad indican que el equilibrio entre las prácticas sociales y las educativas arroja como resultado varias ventajas.

• La autorrealización.
• La mejora de las relaciones sociales.
• El impulso para transformar el entorno medioambiental y social.

Tales objetivos pueden lograrse a partir de la implementación de distintas técnicas:

El aprendizaje servicio

Pilar Arambuzabala explica en su artículo «Aprendizaje-servicio: una herramienta para educar desde y para la justicia social» (Revista Internacional de Educación para la Justicia Social, 2014) que hay que conseguir “formar a ciudadanos competentes y capaces de transformar la sociedad”. Incluyendo las actividades multidisciplinares en grupo no para evitar conflictos, sino para entenderlos y afrontarlos de forma apropiada.

Las propuestas de Youthworkers

El manual de propuestas de Youthworkers fue creado para los trabajadores sociales de la UE, para el desarrollo de capacidades profesionales en el ámbito de la juventud y su organización. Teniendo como objetivos inhibir situaciones como:

• La discriminación.
• El aislamiento.
• El racismo.
• Los conflictos.
• La falta de confianza o autoestima.

Ideas para todas las edades

Criado Aguilera y Pérez Díaz en su artículo La educación no formal e informal: entornos de aprendizaje necesarios para los nuevos retos sociales aportan varias propuestas que pueden ponerse en práctica. Se refieren, más concretamente, a:

• Las labores de voluntariado. Contribuyen a desarrollar habilidades en el mundo laboral, pero también a fomentar el desarrollo personal. La experiencia adquirida ayuda a obtener un puesto mejor y ganar confianza. El eurobarómetro flash 478 de 2019 confirma que el 51 % de los jóvenes españoles han participado en algún tipo de voluntariado. El dato se aleja del 58 % de la media europea, pero apunta a un cambio generacional.
• Los centros juveniles. Se han transformado en un espacio libre en el que es posible llevar a cabo actividades específicas.
• El ciclo de D.A. Kolb recogido en el artículo «Experiential Learning: Experience as the Source of Learning and Development » (1984). Consta de cuatro etapas fundamentales. La experiencia concreta exige que la persona reinterprete su realidad. La observación reflexiva de su experiencia implica el análisis de las dudas entre lo sucedido y su pertinente comprensión. La conceptualización se realiza en abstracto y redunda en la modificación de un concepto previo. Por último, se aplica la nueva idea al entorno más directo para que la persona compruebe lo acertado de la misma.

Áreas de aplicación

Tras conocer las características y ventajas de la educación no formal, es importante subrayar en qué tipo de ámbitos se puede emplear. El más frecuente es el escolar al ser este el más proclive a que se produzcan conflictos entre los estudiantes. Las actividades complementarias que trabajen conceptos como el racismo o la discriminación resultan de enorme utilidad.

No hay que obviar que este tipo de educación puede convertirse en una terapia psicológica a considerar. En ocasiones, los problemas de adaptación provienen de no haber recibido la educación correcta.

La enseñanza de idiomas es otro proceso educativo que podría generar comentarios desafortunados por parte de los alumnos. La falta de confianza al hablar un nuevo idioma en un país distinto puede paliarse gracias a alguna de las actividades ya comentadas. Sucede lo mismo en cualquier ámbito laboral, siempre que se pretenda crear un equipo humano más eficaz.

En este contexto, las propuestas que despliegan los colegios e institutos de Secundaria son cada vez más habituales, lo que denota una inequívoca preocupación por el futuro de los estudiantes.

Una apuesta de futuro

En plena era de la Inteligencia Artificial, de la personalización de la educación y de la gamificación parece complicado pensar en lo arriba descrito. No obstante, cada una de las alternativas planteadas persigue crear mejores personas. Es en esta distinción entre la educación formal y la no formal donde radica el éxito de la modalidad que nos ocupa. La educación no formal no va a ser el eje sobre el que gire el proceso educativo, pero sí su mejor aliado.

Así, especializarse en Prevención de la conducta en la escuela y en otros másteres universitarios de VIU como el de Profesional de la educación primaria tiene más sentido que nunca. Lo mismo aplica a otros programas complementarios. El enfoque de estas tres propuestas integra el entorno social del alumno y sustancia otra manera de entender el aprendizaje. Solo así es posible convertir la educación no formal en el pilar de un nuevo sistema educativo.