Como impulsar el cambio y la transformación social a través de la pedagogía y la psicopedagogía
La pedagogía y la psicopedagogía son dos herramientas fundamentales en la construcción de un futuro (y un presente) mejor. Partiendo de la premisa que los seres humanos nunca dejamos de aprender, el papel de pedagogos y psicopedagogos resulta fundamental en todas las etapas vitales de las personas, pudiendo aportar desde su campo a objetivos tan diversos como la reinserción social, el desarrollo profesional o el estímulo de la conciencia emocional, entre muchos otros.
Para conocer un poco más y mejor cómo se trabaja desde la pedagogía y desde la psicopedagogía, específicamente desde su especialización social, nos hemos puesto en contacto con Carles Perea Rodríguez, Educador Social, Maestro de Primaria, de Infantil, Pedagogo y Psicopedagogo; además de docente e investigador de la Facultad de Ciencias de la Educación de VIU, en donde imparte docencia en el Máster Oficial en Psicopedagogía y en el Máster Oficial en Acoso Escolar y Mediación.
¿Nos puedes contar un poco sobre ti?
Llegué a VIU como alumno en el año 2016 y años más tarde tuve la gran oportunidad de colaborar como PDI, hasta la actualidad. De hecho, siempre le estaré muy agradecido a mi directora, la Dra. Lucia Granados, el haber confiado en mí, como a todos los compañeros y compañeras de la universidad y del Grupo Planeta que siempre están dispuestos a ayudarme.
A nivel formativo, actualmente estoy terminando mi tesis doctoral. De formación soy Educador Social, Maestro de Primaria, de Infantil, Pedagogo y Psicopedagogo. Con algún que otro máster, también. Me considero una persona muy inquieta y curiosa, a nivel académico, y me gusta aprender. Tanto de mis compañeros como el hecho de seguir formándome. Soy un fiel defensor de la Educación Permanente de las personas.
Durante muchos años me he dedicado al campo educativo, en institutos de educación secundaria e incluso trabajando para áreas del mismo Gobierno de Andorra como el departamento de inspección educativa. Pero mi vida dio un vuelco y decidí dar un giro a mi vida profesional. Además de trabajar como PDI en VIU también soy miembro del Grupo Consolidado de investigación IIEViF (Investigación e Intervención en Escuela, Violencia y Familia) y del grupo RESEINT (Resiliencia, Seguridad e Inteligencia). Trabajo que compagino con el Centro Penitenciario donde también colaboro.
En nuestro grupo de investigación IIEViF he tenido la oportunidad de publicar diferentes artículos. Uno de nuestros grandes hitos logrados (un Q1) nació de una de las líneas de investigación con las que me siento más cómodo: las competencias socioemocionales en el centro penitenciario. Tengo la gran suerte de compartir camino con grandes compañeros y compañeras en VIU que hacen, de un sueño, una auténtica experiencia.
Estás especializado en pedagogía social ¿Nos puedes explicar en qué consiste esta especialidad?
La pedagogía social es la disciplina especializada de la Pedagogía que se encarga de la detección de necesidades para prevenir problemas sociales, asistir a personas y/o colectivos vulnerables, personas en riesgo, peligro, marginación o exclusión social. Además, la pedagogía social es la encargada de promover planes de reinserción para personas privadas de libertad.
Es la rama de la Pedagogía, quizás, más desconocida, pero es clave para el desarrollo social pleno de las personas así como de su autonomía. Además de ofrecer las herramientas sociales, emocionales, pedagógicas y personales para que puedan desenvolverse, satisfactoriamente, ante los grandes desafíos que les aparecen a lo largo de su vida. Además de ser agentes de cambio ante situaciones que provocan discriminación en los individuos por sus distintos ámbitos de riesgo.
¿Cómo se puede trabajar desde la pedagogía y la psicopedagogía para reinsertar a personas de colectivos vulnerables?
Pues se puede trabajar, por ejemplo, mediante programas que estimulen la conciencia emocional, el desarrollo de los distintos grupos de habilidades sociales, la promoción de programas específicos como la capacitación laboral, con actividades más focalizadas al trabajo de la autoestima, la confianza y la capacidad de resolver problemas de forma constructiva. El pedagogo es la figura clave para programar y llevar a cabo dinámicas que desarrollen, también, la autoconciencia y la regulación emocional, con ejemplos prácticos. Actividades basadas en experiencias y situaciones propias que sean significativas, como también dinámicas que favorezcan la motivación intrínseca, la asertividad, la cooperación y la resolución eficaz de conflictos. Este tipo de programas, dinámicas y actividades son el claro ejemplo de programas de intervención que ayudan a una plena reinserción porque tiene un impacto directo en el desarrollo de la persona. Pero como estos ejemplos hay muchos más. Y la pedagogía y la psicopedagogía son claves en este proceso de transformación personal.
En este sentido ¿Crees que existe una conciencia real, entre el público general, del alcance que puede tener el trabajo de una persona especializada en pedagogía? ¿O crees que mucha gente aún lo asocia exclusivamente a la educación formal de niños y jóvenes?
Uno de los grandes desafíos es dar a conocer las especialidades en el campo social y sociolaboral que un pedagogo y un psicopedagogo puede ofrecer. Debemos entender que el profesional trabaja con personas. Y la intervención con éstas, si lo entendemos como un proceso continuo para su desarrollo pleno, implica distintos momentos de su vida, así como aspectos más allá del ámbito escolar. Es más, se debe crear consciencia de que un niño o un adolescente, además del tiempo que pueda pasar en la escuela o instituto, también lo hace fuera con sus amigos. Y se pueden dar circunstancias donde intervenir más allá de las competencias puramente escolares. Lo que pasa es que siempre se ha asociado a la intervención de los educadores y trabajadores sociales. Pero un psicopedagogo, como figura colegiada que representa, tiene muchas herramientas que aportar. Tanto para la intervención como para la prevención. Y sí… debemos de seguir creando consciencia del alcance de nuestra disciplina.
¿Nos puedes dar más ejemplos del amplio ámbito de actuación que la pedagogía tiene?
Todos conocemos el campo o contexto más formal. Pero la pedagogía, además de los ámbitos más de diagnóstico educativo u orientación (que éstos también son aplicables fuera de la escuela o el instituto), también puede contemplarse, por ejemplo, en el ámbito laboral. Encontramos especialidades en la carrera de Pedagogía en Pedagogía Laboral, trabajando en los planes formativos y de desarrollo humano de las empresas, y detección de necesidades, entre otras. También en el campo social, como hemos ido comentando a lo largo de esta entrevista, como también con personas mayores, personas con discapacidad o incluso en servicios de salud mental. Debemos ver a la persona que atendemos como un todo, multidimensional. Y las necesidades se deben de abordar desde los diferentes contextos, con diferentes disciplinas pero de forma conjunta. Y aquí, el pedagogo, tiene un papel clave para su desempeño.
Centrándonos en tu especialidad y en tu docencia en VIU ¿En qué consiste la mención socio-laboral del Máster Universitario en Psicopedagogía?
Primero de todo, me gustaría decir que la mención socio-laboral que ofrece nuestro Máster Universitario en Psicopedagogía es muy innovadora y se ajusta mucho a las necesidades que imperan en nuestra sociedad, en nuestro día a día. Es por eso que somos la única universidad, a nivel nacional, que la ofrecemos.
La mención en psicopedagogía socio-laboral consiste en reforzar aquellos conocimientos que van a ser necesarios para asegurar el aprendizaje y el desarrollo efectivo, de carácter social, a través de herramientas de detección e intervención de necesidades especializadas. Enfocadas, principalmente, en colectivos vulnerables y en personas en riesgo social. Además, proporciona una especialidad que permite al futuro psicopedagogo socio-laboral aplicar procesos de investigación e innovación socioeducativa como, a su vez, el poder potenciar la mejora en situaciones problemáticas y disminuir las dificultades en torno a la vulnerabilidad social.
Finalmente, tiene el claro propósito de comprender, y hacer comprender, la atención psicopedagógica en el ámbito social desde diferentes perspectivas para la adaptabilidad situacional y el desarrollo social de la persona.