Dr. Salvador Mut Ronda: Alergias, ¿Qué son? ¿Cómo tratarlas? ¿Se pueden prevenir?
Aunque las alergias están presentes a lo largo de todo el año, los meses de primavera y verano son especialmente complicados para quienes las sufren, especialmente quienes son alérgicos a sustancias como el polen o las gramíneas, aunque el cambio de hábitos alimentarios y de entornos, debido a las vacaciones, también favorecen la ocurrencia de reacciones alérgicas. Para entender mejor qué es una alergia, por qué se produce, cómo se trata y si podemos hacer algo para curarlas o prevenirlas, nos pusimos en contacto con el Dr. Salvador Mut Ronda, licenciado y doctor en Farmacia, farmacéutico titular desde 1990 y director del Máster Universitario en Bioética de VIU.
¿Qué es una alergia?
Alergia es una palabra que proviene de dos términos griegos, allos que significa “otro/extraño” y ergon que significa “acción”. Así que etimológicamente la alergia es una reacción diferente, desde un punto de vista médico la alergia es una respuesta del sistema inmune frente a una sustancia que, en la mayoría de personas es inocua, es decir no produce ningún tipo de reacción.
¿Por qué se produce?
Para entender las reacciones alérgicas hemos de conocer el sistema inmune y su funcionamiento, el sistema inmune está formado por un conjunto de órganos, tejidos y células que se encargar de proteger a los seres vivos. Para proteger a los seres vivos el sistema inmune reconoce las sustancias extrañas y reacciona frente a ellas. Pero no todas las sustancias extrañas desencadenan una respuesta inmune, sólo deberían hacerlo aquellas que representan un peligro potencial (virus, bacterias, o sus constituyentes como proteínas), y no aquellas que no son peligrosas (polen, gluten, ácaros del polvo…). Las sustancias capaces de poner en marcha una reacción del sistema inmune se denominan alérgenos.
¿Qué mecanismos acciona en nuestro cuerpo?
El sistema inmune pone en marcha diferentes mecanismos cuando entra en contacto con un alérgeno, el más común implica a un tipo de glóbulos blancos llamados linfocitos B, que responden frente al antígeno produciendo gran cantidad de anticuerpos específicos. Estos anticuerpos se denominan inmunoglobulinas de tipo E (IgE), y son específicos para el alérgeno que ha desencadenado su producción. Las IgE son el punto inicial de la reacción inmune, su presencia favorece la liberación de otras sustancias o mediadores químicos como son la histamina, las citoquinas y los leucotrienos. Todos ellos son responsables de los síntomas típicos de una alergia, desde los más leves (aparición de alteraciones cutáneas, congestión nasal o lagrimeo) hasta los más graves y que pueden llegar a poner en riesgo la vida de la persona alérgica (angioedema o edema de glotis)
¿Cuáles son los alérgenos más frecuentes?
Existen numerosos alérgenos, pero los más frecuentes son los pólenes (de olivo, parietaria, o gramíneas), los alimentos (frutos secos, pescados, mariscos, huevos o leche), los medicamentos (antibióticos como las penicilinas, analgésicos como la aspirina o sulfamidas), el látex, el moho, los ácaros del polvo, el pelo o la caspa de los animales y los venenos de las picaduras de los insectos.
¿Cuáles son los tratamientos más frecuentes de las alergias?
El tratamiento de las alergias depende de varios factores, sobre todo del tipo de alérgeno y del tipo de respuesta que producen en las personas alérgicas. La primera y la mejor recomendación que podemos dar a un alérgico es que trate de evitar el contacto con el alérgeno, dependiendo del tipo de alérgeno esto será más o menos sencillo. En segundo lugar, el tratamiento más común son los antihistamínicos, uno de los primeros pasos en la reacción alérgica es la liberación de histamina, por lo que si conseguimos bloquear sus efectos disminuiremos los síntomas de la reacción alérgica. Si la reacción alérgica es grave e incluso potencialmente letal se recurre a la administración (generalmente autoadministración) de adrenalina intramuscular.
¿Existen métodos de prevención o inmunización?
Como tratamiento preventivo de las alergias están los tratamientos de inmunización, que consiste en la preparación de soluciones o suspensiones inyectables (aunque a veces existen para otras vías de administración) del antígeno en dosis crecientes, que se administran al paciente de forma regular (generalmente mensual) con la finalidad de mejorar la tolerancia del sistema inmune frente al antígeno. Son tratamientos que se prolongan durante varios años en los que la constancia es fundamental y que no siempre dan resultados óptimos, por lo que la adherencia a los mismos no siempre es adecuada.
En época de COVID en que todo estornudo, tos o congestión resulta sospechosa ¿Podemos distinguir los síntomas de una alergia respiratoria de una infección por COVID?
La gran mayoría de patologías respiratorias presentan una serie de síntomas que son comunes a muchas de ellas, y los estornudos, la tos y la congestión lo son. Pero claro que se pueden diferenciar unas patologías de otras, para ello nos hemos de fijar en los signos y síntomas que son diferentes. Una reacción alérgica no nos dará fiebre, que sí suele aparecer en la infección por Covid-19, pero es muy posible que nos produzca estornudos. Diferenciar patologías es sencillo con una buena anamnesis, pero el mejor consejo que podemos dar es no dejarse llevar por el miedo al COVID y seguir con las medidas de higiene y la distancia de seguridad.
¿Las alergias pueden aparecer en cualquier momento de la vida? ¿Existen factores de riesgo para sufrir una alergia? ¿Podemos hacer algo para prevenir su aparición?
La alergia es un proceso que necesita de al menos dos contactos entre el alérgeno y el sistema inmune para que se produzca. En el primer contacto se produce lo que llamamos “sensibilización”, es decir, el contacto entre esa sustancia extraña y el sistema inmune que la reconoce, erróneamente, como peligrosa. Será a partir del segundo contacto y los posteriores cuando el sistema inmune reaccione con toda su potencia frente al antígeno. Como podemos suponer esto se puede producir en cualquier momento de la vida, así que sí es posible desarrollar una alergia a cualquier edad.
Los factores de riesgo para desarrollar una alergia son variados, en primer lugar, la predisposición genética, es más probable ser alérgico si hay antecedentes familiares de alergias. En segundo lugar, los factores ambientales como la contaminación, la alimentación o los hábitos de vidas. Y, por último, el microbioma, es decir, los microorganismos, sus genes y sus metabolitos que residen en nuestro organismo. Como vemos no hay un único factor de riesgo para las alergias, sino más bien un conjunto de ellos que pueden favorecer su aparición.
Prevenir la aparición de las alergias antes de que aparezcan no es posible, porque no sabemos si una persona es alérgica y, si lo es, a qué es alérgica. Lo único que podemos hacer es tomar medidas generales frente a los factores ambientales, vivir en ambientes no contaminados (o lo menos contaminados posible), tener hábitos saludables de alimentación, evitar o al menos reducir el consumo de tabaco, etc.