Erika Vanessa Álvarez Parra: Un giro profesional para dedicarse a trabajar por los derechos de las mujeres y la igualdad
La Universidad Internacional de Valencia y Planeta Formación y Universidades; la red internacional de educación superior de Grupo Planeta, a la que VIU pertenece; están profundamente comprometidas con las ganas de crecer y progresar de sus estudiantes. Por ello, desde ambas instituciones se trabaja constantemente por desarrollar iniciativas que permitan ampliar el acceso a una formación universitaria de excelencia y premiar el esfuerzo académico e ilusión por seguir aprendiendo. Dentro de estas iniciativas se encuentran las Ayudas al Estudio lanzadas por Planeta Formación y Universidades en colaboración con la Embajada de Colombia, para ciudadanos colombianos residentes en España, en las que VIU contribuye con un total de 20 ayudas para máster, y que actualmente ha ampliado la convocatoria de su II edición, hasta el 21 de julio.
Para conocer un poco más sobre el impacto que una ayuda de este tipo puede tener sobre quien la recibe, le hemos pedido a algunos/as de los ganadores/as de la edición anterior que nos compartan su experiencia. Erika Vanessa Álvarez Parra es abogada y una firme creyente en la posibilidad de construir un mundo mejor. Aunque dio sus primeros pasos litigando en el ámbito de los derechos laborales, no tardó en reorientar su carrera hacia los Derechos Humanos, buscando eventualmente especializarse en la Violencia de Género. Por ello, cuando encontró la oportunidad de cursar el Máster Oficial en Intervención Interdisciplinar en Violencia de Género de VIU, no lo dudó.
¿Nos puedes contar un poco sobre ti?
De naturaleza idealista, decidí titularme en derecho en la ciudad de Bogotá, de donde soy originaria, motivada por la inquietud de adquirir las herramientas para transformar mi entorno y comunidad en lugares libres de injusticia y de violencia. Lamentablemente, como un profesor me lo advirtió esa primera semana de clases de 2010, los abogados no somos superhéroes.
Al obtener mi titulación me vinculé con una firma de abogados litigantes, en la que realicé mi mayor esfuerzo para defender los derechos laborales-pensionales de los y las trabajadoras, pero siempre existía esa sensación de haber llegado tarde. La justicia era lenta y los resultados eran, a lo sumo, reparadores, pero no restitutorios.
Por ello, cuando inició el proceso de Paz en Colombia y su posterior implementación, que tenía como objetivo dar fin a una guerra de décadas, decidí trabajar por los Derechos Humanos, y, a consecuencia de ello, migré a España para estudiar un Máster en la Universidad de Valencia. Una vivencia muy gratificante, en la que realicé una investigación sobre un concepto ético necesario en los procesos de paz: el Perdón. Trabajo que obtuvo el segundo premio extraordinario de Máster de la titulación del curso académico 2019/2020.
Además de la titulación, la experiencia de migrar ha sido uno de los hitos más importantes en mi vida personal y profesional, por cuanto, sumado al duelo migratorio que vivimos las personas extranjeras, conocer otro contexto cultural y social me llevó a revaluar muchas de mis creencias y a hacerme consciente de que yo no veía las problemáticas sociales desde una perspectiva de género. Siempre había analizado las injusticias sociales sin tener en cuenta cómo impactan de forma diferenciada a hombres y mujeres. Por ello, desde que inicie mi vida fuera de mi país, además de realizar labores de voluntariado con Save the Children, he continuado formándome cada vez más sobre la desigualdad de género, ya que para mí la igualdad real es imprescindible para garantizar la efectividad de los derechos de las mujeres. Así, he participado en cursos de la Universidad Politécnica de Valencia y de Alianza por la Solidaridad como el de “Liderazgo feminista”, entre otros.
Sé que alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres no es una tarea individual, sino la suma de voluntades conscientes, pero por eso sigo en un constante aprendizaje.
Erika en el Taller Federación Mujeres Progresistas Valencia 2024
¿Qué es lo que te interesa del ámbito de la Intervención Interdisciplinar en Violencia de Género? ¿Cómo encaja ese interés con el desarrollo que ha tenido tu carrera profesional hasta este momento?
“No siempre lo legal es justo” Una frase de uso popular, pero muy acertada que ha resonado en mi cabeza hasta llevarme a reconstruir mi visión profesional. Como mujer migrante comprendo muchas de las barreras y desigualdades estructurales a las qué nos enfrentamos como género, por la completa normalización y naturalización de diferencias que se traducen en injusticia.
En ese sentido, puedo decir que lo que más me interesa en el ámbito de la Intervención en Violencia de género es la formulación de políticas y buenas prácticas, que garanticen la protección de los derechos de las mujeres. La lucha que encuentro justa es la posibilidad de hacer un cambio real en la vida de las mujeres, sus hijos e hijas, y el entorno en general.
Ese interés ha transformado mi anterior desarrollo profesional como abogada litigante. Aunque llegó más tarde, mi actual enfoque profesional me lleva a trabajar por la promoción, la prevención y a construir los cambios estructurales necesarios para erradicar la forma de vulneración de Derechos Humanos más extendida en el mundo- La violencia contra las mujeres. Es un salto y un reto, pero estoy decidida a asumirlo.
¿Qué te llamó la atención del Máster Oficial en Intervención Interdisciplinar en Violencia de Género de VIU para decidirte por él?
Como he comentado antes, yo venía realizando formaciones en relación con el género, pero no había encontrado una formación que abarcara la violencia de género de forma tan integral y desde tantas áreas del conocimiento. Al leer el contenido curricular del máster y la visión global que se ofrecía a través del profesorado con experiencia laboral en esta área, decidí postularme a la convocatoria del programa de ayudas al estudio de Planeta Formación y Universidades, en el que afortunadamente fui seleccionada, recibiendo una beca.
El Máster está abierto a diversos perfiles de ingreso y formas de ejercicio profesional, por lo que es una experiencia académica que se alinea con mi intención de cambio de mi desarrollo profesional, construyendo la base que necesito para este nuevo viaje.
¿Cómo ha sido la experiencia de estudio en VIU?
Muy enriquecedora. He podido desarrollar mis actividades educativas de manera sincrónica, a través del aula virtual, por lo que la experiencia online ha alcanzado las ventajas de la presencialidad. Participar en clases, hacer trabajos con mis compañeras y compañeros, debatir en vivo; todas son actividades que no esperaba de una formación a distancia, pero VIU ha construido un entorno muy completo.
Sumado a ello, la comunidad de estudiantes que tuvimos la oportunidad de crear nos ha permitido llevar los debates, reflexiones, preocupaciones y conocimientos fuera del aula, por lo que es una experiencia que trasciende.
Erika en su despacho
¿Qué es lo que más destacarías de tu título y de la Universidad?
Especialmente destacaría la creación de un itinerario formativo alimentado por varias áreas del conocimiento. Aunque la psicología, la educación y otras esferas no estaban en mis herramientas cognitivas, la comprensión de todo el fenómeno de la violencia me ha transformado como persona y como profesional. Sumado a ello, el director del Máster, Pau Crespo Donet, es una persona muy coherente y convencida de la necesidad de promover la igualdad, y eso es algo que se nota en la organización, actividades y recursos del título.
Mi experiencia VIU ha sido muy inmersiva. Es extraño decir que me sentí dentro de un campus, aunque físicamente no tuve que desplazarme.
¿Sobre qué trata tu trabajo de fin de máster ¿Por qué elegiste ese tema?
Mi trabajo de Fin de Máster versa sobre los estereotipos de género en las decisiones judiciales. Lo seleccioné porque la victimización secundaría puede configurarse, incluso, aunque los profesionales de la justicia tengan todas las mejores intenciones y capacidades legales. Realmente salir de los estereotipos requiere un trabajo constante de deconstrucción personal, y, a pesar de que confío en que serán pocos los casos en los que un estereotipo haya interferido en la realización de justicia de alguna víctima, no pueden permitirse ni uno.
Por eso la intención del trabajo es la visibilización, para que la sociedad civil y la justicia puedan reconocer la presencia de estereotipos en la argumentación judicial, denunciarlos y, en el caso de los y las juezas, evitarlos.
¿Cómo crees que podrás aplicar lo aprendido en tu maestría en tu práctica profesional o en tu vida personal?
Mi maestría, además de permitirme una comprensión de la Violencia de género, cuenta con un beneficio muy interesante que es el título de Agente de Igualdad. Una formación especializada que tiene como objetivo impulsar la igualdad real de oportunidades entre mujeres y hombres. Las herramientas de esa formación tienen un impacto en mi práctica profesional, ya que me permiten identificar circunstancias normalizadas de desigualdad y plantear acciones positivas para contrarrestarlas; por lo que, sumado a todo lo aprendido, estoy en capacidad de redireccionar mi actuación profesional a los campos que más me interesan (sensibilización y prevención).
A nivel personal, visualizar, analizar y comprender las desigualdades me ha llevado a una reflexión constante sobre mi postura ante debates morales y legales que previamente no veía desde la óptica feminista. No soy la persona que era antes de iniciar la formación y eso es totalmente gratificante.
¿Qué proyectos o planes de futuro tienes ahora que has acabado con tu máster?
Por mi experiencia de prácticas curriculares con la Federación de Mujeres Progresistas de Valencia, que ha sido hasta ahora una vivencia invaluable, continuaré trabajando por la igualdad real y la sensibilización sobre las barreras invisibles que limitan los derechos de las mujeres, uniéndome a movimientos o proyectos como el de la Federación.
Por otro lado, una de mis pasiones es la escritura, por lo que, como consecuencia de las reflexiones que me han transformado durante el máster, decidí iniciar procesos de creación literaria, con el fin de aumentar la conciencia de la población más joven sobre la violencia de género de maneras accesibles. Y mi deseo es regresar a la Universidad y al Grupo Planeta con la propuesta terminada en un futuro no tan lejano.
¿Qué te llevó a postular a una de las becas VIU-Planeta Formación y Universidades? ¿Cómo fue la experiencia?
Recibí la información a través del Consulado de Colombia en Valencia y, al enterarme de la oportunidad, supe de inmediato que era una que no podía dejar pasar. Por supuesto, al ser concurso, no había certeza de quedar finalmente seleccionada, pero es filosofía de mi hogar que es mejor intentar, que quedarse con la duda. La oferta formativa en esa convocatoria abarcaba muchas áreas, grados y másteres, por lo que seleccionar una única opción fue lo más complejo.
La experiencia fue muy accesible, todo se hizo por medios telemáticos y con información muy clara. Las asesoras fueron muy entusiastas cuando salieron los resultados, por lo que se sintió mucha cercanía del equipo. Luego los trámites administrativos se realizaron con la universidad y fue un proceso muy ágil, de hecho, casi no puedo creer que esté por terminar esta experiencia.
Aunque se suele considerar que un estudiante solo tiene un alma mater, para mi VIU se suma a esa fuente de conocimiento que me ha nutrido como profesional y agradezco haber tenido la oportunidad de vivir esta grandiosa experiencia.