Expertos VIU | David Ribó Pérez: Cambio Climático. Reversión, mitigación y adaptación
A finales de este febrero pasado, el Grupo de Trabajo II del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por su siglas en inglés) ha aprobado el informe “Cambio climático 2022: impactos, adaptación y vulnerabilidad”, su contribución al Sexto Informe de Evaluación del IPCC. En este se señala que “La evidencia científica acumulada es inequívoca: el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta”. Unas conclusiones demoledoras, que no dejan lugar a dudas y que no deberían sorprender a nadie a estas alturas. Ya en 2007, el Grupo de Trabajo I (el encargado de las bases físicas del clima) concluyó en su Cuarto Informe que “el calentamiento del sistema climático es inequívoco”. Ahora se ratifica el empeoramiento de la situación y se centra el análisis en el efecto que el cambio climático tiene y tendrá en los sistemas naturales y humanos. En el cómo nos afecta y nos afectará el impacto que nuestra actividad tiene sobre el clima de nuestro planeta.
Para conocer una opinión experta sobre este tema y aclarar algunos conceptos fundamentales, nos pusimos en contacto con David Ribó Pérez, Grado en Ingeniería de la Energía, doctorando de Producción Industrial, Investigador en el Instituto Universitario de Ingeniería Energética y docente del Máster Universitario en Energías Renovables de VIU.
Las conclusiones del II Grupo de Trabajo del IPCC, se producen con un calentamiento de apenas 1,1 °C. ¿Cómo un incremento en apariencia tan mínimo puede poner en peligro nuestra existencia como especie?
El planeta, el sistema climático y toda la naturaleza y biodiversidad que habitan en él, son sistemas complejos y tremendamente conectados, donde pequeños cambios en alguna de las variables puede y tiene enormes impactos en muchas otras. El cambio de algo más de un grado que puede parecer nimio debido a nuestra concepción de que un grado más no tiene un elevado impacto en un día normal, pero lo tiene y mucho. El aumento de la temperatura implica un aumento de la energía existente en la atmosfera y la desestabilización de patrones climáticos como el ciclo del agua, una mayor intensidad en los fenómenos climáticos como sequías, tormentas, etc.
¿Cómo determinan los científicos que estudian el calentamiento global y el cambio climático que los cambios en el clima global tienen su origen en la actividad humana?
Principalmente, lo que diferentes investigaciones científicas realizan son modelos climáticos complejos donde replican las condiciones climáticas que existirían ante unos escenarios y otros basados en principios físicos conocidos. Estos modelos indican, que los escenarios donde no existen emisiones de gases de efecto invernadero (principalmente la quema de CO2), las temperaturas medias del planeta serían aproximadamente 1 grado inferior a las que estamos midiendo en una situación donde quemamos combustibles fósiles y emitimos como consecuencia de la actividad humana.
¿Es posible revertir cambios como el aumento del nivel del mar o la pérdida de glaciares?
Uno de los mayores problemas de los procesos climáticos asociados al cambio climático es su elevada inercia temporal. Esto implica que los niveles de gases de efecto invernadero existentes en la atmósfera, tardarían cientos de años en volver a los niveles preindustriales si dejáramos de emitir hoy mismo. Pero es que encima, no solo no hemos dejado de emitir, sino que seguimos emitiendo y cada vez a unos ritmos anuales superiores. Por ejemplo, solo hemos visto reducciones considerables de las emisiones anuales en años de crisis sanitaria (2020 y el COVID-19) o los años de la crisis financiera. Por tanto, la respuesta es que no es posible la reversión de esos cambios en un periodo temporal de la vida de una persona humana. Sin embargo, lo que sí que podemos hacer es mitigar los cambios que vendrán si no dejamos de emitir y adaptarnos a las consecuencias de esos cambios que ya se han producido.
El IPCC advierte que “cualquier nuevo retraso en la acción concertada mundial perderá la breve ventana que, además, se cierra rápidamente para asegurar un futuro habitable” ¿Cuáles consideras que son las medidas indispensables que deberíamos adoptar ya antes de que perdamos la oportunidad?
El nuevo informe del (sexto informe) IPCC ha sido en este caso la redacción de 3 informes. El primero contenía la base científica del cambio climático, el segundo del cual hablamos hoy contiene los impactos y medidas de adaptación necesarias para paliar sus consecuencias, y el tercero, que aparecerá en mayo de 2022 se centrará en las medidas de mitigación del cambio climático para reducir las emisiones.
El propio informe habla del necesario cambio del modelo de desarrollo actual por uno mucho más respetuoso y que entienda la interdependencia de la especia humana con la naturaleza. En este sentido, es imprescindible el replanteamiento de los modelos actuales de transporte, energético, de consumo y agroalimentario. Estos sistemas necesitan transformarse, ser más locales y menos intensivos en material y energía para reducir su impacto.
Además de medidas para intentar frenar el cambio climático, el informe hace hincapié en la necesidad de llevar a cabo medidas de adaptación a este ¿Nos puedes explicar que significa esta adaptación y qué medidas son indispensables para implementarla?
La adaptación al cambio climático son medidas que se centran en reducir los impactos y los riesgos al mismo. Esto quiere decir, convertir ciertas formas de hacer e infraestructuras, en nuevos elementos que nos permitan reducir el impacto que esta situación tendrá.
Por poner una serie de ejemplos, los sistemas dunares que se han perdido en muchas playas debido a un exceso de la actividad humana y una urbanización masiva de la costa, son barreras naturales que frenan los impactos de los temporales marinos. Plantear la regeneración de estos sistemas dunares, que son barreras vivas, nos ayudaría a adaptarnos a la subida del nivel del mar.
Otro ejemplo es la situación de isla de calor que ocurre en las ciudades, que sumado al incremento de temperaturas y futuras olas de calor pone en riesgo la salud y hasta la vida de ciertas personas. Por ello, muchas ciudades a nivel mundial están trabajando en procesos de renaturalizar las mismas, aumentar las zonas verdes, reducir los tramos de calzada y reemplazarlas por corredores verdes, etc. Estas zonas naturales permiten mejorar el propio ambiente de la ciudad y las temperaturas máximas que se sufren en ellas, adaptándose así a situaciones de calor extremo.