El Dr. Vicente Gea Caballero colidera una investigación sobre salud mental en los profesionales de enfermería
- El estudio busca entender como ha afectado a la salud mental de los profesionales de enfermería la pandemia y el estrés e incertidumbre que ha generado.
- Los resultados indican que el perfil sanitario más afectado es el de mujeres jóvenes, sin hijos y residentes en pisos pequeños.
El Dr. Vicente Antonio Gea Caballero, doctor en Enfermería y Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de VIU, es el coautor de un estudio publicado en la revista International Nursing Review sobre el impacto que la pandemia del COVID19 ha tenido sobre la salud mental de los profesionales de enfermería. La investigación ha contado con la colaboración de profesionales de La Rioja, Zaragoza, Extremadura y Breslavia (Polonia), y sus resultados han puesto en evidencia la importancia de las condiciones sociodemográficas a la hora de experimentar con más intensidad las consecuencias negativas de trabajar bajo las condiciones de estrés e incertidumbre provocadas por la pandemia.
El estudio recoge el testimonio de casi 1.400 profesionales de enfermería, centrándose en tres puntos: la exposición de los trabajadores a factores estresantes, las emociones percibidas en el entorno laboral y cómo se reacciona ante ellas. Sus conclusiones señalan que el perfil afectado de forma más negativa en base a estas categorías es el de enfermeras jóvenes que no tienen hijos y viven en pisos pequeños. En este sentido, la investigación señala que los enfermeros de género masculino se ven menos afectados a nivel psicológico que sus compañeras.
Realizando una comparativa en base a segmentos etarios y estado civil, la salud mental de los profesionales más jóvenes y solteros es la más afectada. De forma inversa, ser mayor de 45 años, con más de 15 años de experiencia, no tener pareja y vivir en una casa independiente, protege a los profesionales sanitarios del estrés, las emociones negativas y, también, les ayuda a afrontar mejor estas situaciones.
En este sentido, la experiencia laboral y la formación destacan como dos factores protectores ante los efectos negativos más graves, ya que aquellos profesionales que contaban con más de 15 años de experiencia sufrieron un menor impacto en su salud mental que los profesionales más noveles. También se pudo comprobar que las técnicas de cuidados auxiliares de enfermería sufren un mayor impacto en su salud mental que los enfermeros titulados. Estas diferencias se explican porque tanto la experiencia como la formación, otorgan un mayor número de técnicas y herramientas efectivas a la hora de afrontar, procesar y analizar las situaciones de alto estrés e incertidumbre y nuestras respuestas y reacciones frente a ellas.
Estas conclusiones reflejan la importancia fundamental de seguir profundizando en el estudio del efecto que el trabajo diario tiene sobre la salud mental y física de los profesionales de la salud. A pesar de que la crisis sanitaria provocada por la pandemia ha agravado y visibilizado esta realidad, no se trata de un tema nuevo y no se debe esperar a que vuelva a suceder una situación límite para tomar medidas preventivas y otorgar recursos de cuidado a los profesionales que velan por la salud de toda la población.