Expertos VIU | Dr. Pedro Rollán García. Salud cardiovascular: prevención, cuidado y mejora ¿Qué hacer y qué evitar?
Según datos de la OMS, las cardiopatías son desde hace 20 años la causa principal de mortalidad en todo el mundo, y muestran una preocupante tendencia al alza. El número de muertes debidas a las cardiopatías ha aumentado desde 2000 en más de 2 millones de personas, hasta llegar a casi 9 millones de personas en 2019. Las cardiopatías representan en estos momentos el 16% del total de muertes debidas a todas las causas.
Por ello resulta de suma importancia conocer y aplicar a nuestro día a día, algunos conceptos fundamentales para el fortalecimiento y mejora de nuestra salud cardiovascular y la prevención de los principales riesgos asociados a ésta. Con este fin, nos pusimos en contacto con el Dr. Pedro Rollán García, Codirector Experto del Máster Universitario en Dirección Sanitaria y Gestión Clínica de VIU, para realizarle la siguiente entrevista. El Dr. Rollán es Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia. Es especialista en Cardiología. Ha sido Jefe del Servicio de Cardiología y ha ocupado diversos cargos directivos en diferentes hospitales. Actualmente es Director de Proyectos en la Dirección Corporativa de Asistencia, Calidad e Innovación de Vithas Sanidad y Director de Docencia del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre.
¿Cuáles son los principales factores de riesgo cardiovascular, tanto heredados o no modificables, como los modificables?
Las enfermedades Cardiovasculares están entre las primeras causas de muerte en el mundo. Europa y España no son ajenas a estos datos, son enfermedades que afectan a las arterias del corazón y del resto del organismo, principalmente cerebro, riñones y los miembros inferiores.
Las enfermedades más importantes son: el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular (trombosis, embolia y hemorragia cerebral). Son graves y son la principal causa de muerte, sobre todo en países desarrollados.
El riesgo cardiovascular es la probabilidad que tiene un individuo de sufrir una de estas enfermedades dentro de un determinado plazo de tiempo y esto va a depender fundamentalmente del número de factores de riesgo que estén presentes en un individuo, y de cuales estamos hablando.
Los factores de riesgo se clasifican en dos grandes grupos: factores modificables sobre los que podemos intervenir para evitarlos y factores no modificables, en éstos no podremos intervenir.
Entre los no modificables están la edad, sexo, raza, o factores genéticos, es decir, nuestros antecedentes familiares no modificables. Los modificables, por su parte, son los de mayor interés para la población general y profesionales sanitarios, porque podemos actuar de forma preventiva sobre ellos. Ejemplos de éstos son la hipertensión arterial, el tabaco, aumento del colesterol, fundamentalmente el LDL, diabetes mellitus, sobrepeso y obesidad, sedentarismo, abuso de alcohol, ansiedad y estrés.
Es importante decir que el riesgo se multiplica de forma exponencial, no se suma. Es necesario tratar todos y cada uno de los factores de riesgo que están presentes para que realmente este riesgo pueda disminuir.
Nuestro sistema cardiovascular se hace vulnerable a través de complicaciones en la placa aterosclerótica, como trombosis y obstrucción en los vasos arteriales comentados anteriormente y que no solo están en el corazón, en este sentido es muy importante el sistema cerebrovacular por los infartos cerebrales.
¿De estos factores cuáles podemos modificar y cuales son más prioritarios a la hora de hacerlo? ¿Qué medidas podemos tomar de forma inmediata para mejorar nuestra salud cardiovascular?
Los más prioritarios serían la hipertensión arterial, el tabaco, el aumento del colesterol y la diabetes mellitus. Pero no podemos olvidar que todos son importantes, la presencia de varios factores en una misma persona aumenta el riesgo cardiovascular de forma exponencial.
Se pueden adoptar, para disminuir el riesgo, medidas higiénico dietéticas en algunos casos, las llamadas medidas cardiosaludables, pero cuando esto es insuficiente, debemos acudir a un profesional que tras una valoración y cálculo del riesgo nos aconsejará como proceder y en ocasiones solicitará exploraciones complementarias y pautará fármacos en caso necesario.
Evitar el uso abusivo de la sal y las grasas, principalmente las saturadas y evitar el sedentarismo, son acciones que están en nuestras manos y deben formar parte del concepto de vida cardiosaludable.
¿Cómo es de perjudicial el estrés para la salud de nuestro sistema cardiovascular? ¿Es malo todo tipo de estrés?
El estrés es la respuesta del organismo, física o emocional, ante la demanda de cambio, real o imaginaria, que acabará produciendo adaptación o tensión. El sistema cardiovascular no es ajeno a estos mecanismos de adaptación.
El estrés puede ser un factor condicionante en la enfermedad cardiovascular, especialmente en individuos susceptibles.
Existen evidencias de la influencia de los ciclos endocrinos (activación del eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal) en la enfermedad cardiovascular. En el estudio Framingahm, la mayor incidencia de muerte súbita apareció entre las 9 y las 11 horas de la mañana, coincidiendo con el pico de elevación del cortisol.
El estrés obliga al corazón a trabajar de forma más intensa y aumenta la frecuencia cardiaca. Los vasos coronarios, arterias que nutren al músculo cardíaco, requieren mayor aporte de nutrientes. Igualmente, los vasos se vuelven menos reactivos o elásticos; este exceso de respuesta simpática se asocia con trastornos en la conducción eléctrica del corazón y con una mayor vulnerabilidad a padecer arritmias cardiacas.
¿Existe herramientas que podamos utilizar en casa para calcular de forma aproximada nuestra salud o riesgo cardiovascular?
Si. Además, la mayoría de ellas son gratuitas, y fácilmente accesibles a través de la web. Personalmente aconsejaría la calculadora de riesgo Cardiovascular de la Fundación Española del Corazón. Puedes acceder aquí.
Con unos datos básicos (edad, peso, sexo) y una información sobre nuestros hábitos de vida (tabaquismo, colesterol, diabetes, tensión alta, antecedentes de enfermedad cardiovascular) nos permitirá descubrir si la probabilidad de padecer una dolencia del corazón es baja, media o alta.
Además, la propia web de la Fundación Española del Corazón aconseja sobre el tipo de alimentación, el ejercicio y la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
¿Qué señales o síntomas nos pueden indicar que tenemos un problema cardiovascular o que estamos en riesgo de tenerlo?
Las manifestaciones pueden ser muy amplias, dolor en el pecho, dificultad para respirar, etc. Pero también es cierto que estas manifestaciones no son especificas y se pueden dar por otros motivos, ansiedad, abuso del tabaco, etc.
Ante esta pregunta, mi consejo es acudir a un profesional sanitario, médico, que con unas preguntas, exploración física, electrocardiograma, analítica básica, puede calcular nuestro riesgo cardiovascular de una forma mucho mas exacta y así discernir si las manifestaciones comentadas son de origen cardiovascular y recomendar ampliar las pruebas que confirmen estos datos con la prescripción farmacológica mas adecuada. Sin olvidar recomendar los cambios en los hábitos de vida que hemos llamado modificables y sobre los podemos actuar desde ya mismo.