Expertos VIU | El Dr. Javier García-Luengo Manchado es investido como miembro correspondiente en la Academia Andaluza de la Historia

El Dr. Javier García-Luengo Manchado es el perfecto ejemplo de cómo la pasión por el conocimiento, dirigida por una incansable ética de trabajo pueden producir resultados brillantes. Doctor en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca (recibiéndose con sobresaliente cum Laude y Premio Extraordinario) su carrera profesional se ha centrado en el ámbito universitario; impartiendo docencia en el Grado en Musicología y en el Máster Oficial en Investigación e Interpretación Musical en VIU; y en la gestión artística, especializándose en la investigación del arte contemporáneo, en sus distintas expresiones, con una especial relevancia del arte sacro, tanto en España como en México. Esta actividad le ha granjeado numerosos reconocimientos como la incorporación en la Academia Hispanoamericana de Ciencias, Artes y Letras de México en calidad de miembro de número, o más recientemente, la investidura como miembro correspondiente en la Academia Andaluza de la Historia.

Se trata, este último, de un reconocimiento extraordinario -uno más en su fulgurante carrera- ya que la Academia Andaluza de la Historia es una de las Academias Europeas más destacadas en cuanto a actividad y producción cultural, y cuenta entre sus filas a destacados historiadores referentes en sus respectivos campos. Con su investidura, el Dr. García-Luengo se convierte en uno de sus miembros más jóvenes.

Para conocer más detalles sobre su investidura y sobre su punto de vista acerca del papel que las humanidades deben jugar en el contexto actual, nos pusimos en contacto con el Dr. García-Luengo.

Acabas de ser investido como miembro correspondiente en la Academia Andaluza de la Historia ¿Nos puedes contar en que consiste esta distinción y en base a qué se produce?

Esta distinción se realiza en base a la trayectoria investigadora y contribuciones del recipendiario en relación con la Historia de Andalucía. En mi caso, fundamentalmente, a partir de los trabajos realizados en torno a su piedad popular y su proyección en el arte de las vanguardias. Muchos de esos proyectos han sido liderados por el Prof. D. Ramón de la Campa, a quien tanto agradeceré su apoyo, especialmente a la hora de postularme para el ingreso en esta institución.

En este sentido, también ha sido importantes mi relación con México, mi segundo país, con el que secularmente Andalucía ha mantenido un fluido intercambio cultural.

Momento de la investidura del Dr. García-Luengo en la Academia Andaluza de la Historia

¿Qué supone para ti este ingreso en la Academia Andaluza de la Historia?

Supone, en primer lugar, un honor, tanto por el reconocimiento, como por el hecho de poder trabajar con grandes investigadores y autoridades que, desde diferentes ámbitos de la Historia, han realizado notables aportaciones respecto a Andalucía, a su pasado, a su cultura e idiosincrasia. Junto a ello, tal reconocimiento conlleva implicarse y colaborar en todas las cuestiones que se demanden dentro de mi línea de investigación, centrada en el arte contemporáneo.

Tu discurso de ingreso a la Academia llevaba por título “La tradición mariana andaluza en la pintura española del siglo XX” ¿Nos puedes contar a grandes rasgos sobre que versaba y cómo encaja dentro de tus líneas de investigación?

Como decía antes, una línea de trabajo importante en mis estudios ha sido la proyección de la piedad popular con el arte contemporáneo. El discurso pretendía ser, por tanto, un compendio de esa trayectoria, a la vez que una propuesta de trabajo en el seno de la Academia.

Como un gran abanderado de la historia, del arte y de la historia del arte ¿Cuál consideras que es la relevancia del pensamiento humanista en el contexto actual? ¿Cómo puede ayudarnos a dar sentido y explicarnos el mundo fragmentado, inestable y obsesionado con la inmediatez en que vivimos?

El actual panorama social demuestra que las humanidades son cada vez más importantes. De hecho, en el discurso de ingreso decía que en un mundo donde el “pienso luego existo” se ha trocado por el produzco luego soy, el cultivo de las humanidades, como mínimo, nos permiten formular aquellas preguntas más atrevidas para el ser humano, para la búsqueda de su trascendencia, para comprender, en definitiva, que somos mucho más que entes productivos.

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El Dr. García-Luengo posando con el documento que lo certifica como Miembro Correspondiente de la Academia Andaluza de la Historia

En esta misma línea ¿Qué lectura haces de la omnipresencia de la tecnología en nuestras sociedades actuales y de la relación que esta tiene con la cultura y sus distintas expresiones? ¿Cómo ha modificado, si es que consideras que lo ha hecho, nuestra relación con disciplinas como la música, la pintura, la filosofía o la historia?

Personalmente, soy optimista respecto a lo que ello representa, siempre y cuando se tenga en cuenta que las tecnologías son una herramienta, un medio, no un fin. Necesariamente hemos de convivir con la tecnología, aprovechando las extraordinarias posibilidades que nos ofrecen desde tantos puntos de vista.

Como tantas veces les digo a mis estudiantes de arte contemporáneo, ya Walter Benjamin en 1935 anunció las importantes transformaciones que de la mano de las tecnologías está viviendo el arte actual, del mismo modo que está propiciando una relectura del hecho artístico desde la perspectiva histórica.

La noción de conceptos consustanciales al fenómeno artístico se están transformando paulatinamente, casi sin darnos cuenta, de la mano de la tecnología. La relación del público con la obra, el papel del autor, los procesos creativos, plantean una serie de interrogantes sumamente atractivos. De nuevo, ahí deben estar las humanidades, participando activamente de tales retos, adelantándose –como siempre lo han hecho– a sus tiempos gracias a la reflexión de las experiencias pasadas… 

¿Actualmente te encuentras trabajando en algún proyecto de investigación o artículo que puedas o quieras compartir con nosotros?

En la Fundación Gregorio Prieto, acabamos de poner en marcha la renovación de su Museo (Valdepeñas, Ciudad Real) y su nuevo plan director, ha sido un trabajo maravilloso y el resultado óptimo. Os invito a todos a visitarlo.

 Junto a ello, tengo varios frentes abiertos, por una parte estoy elaborando un libro que recopile algunos de mis estudios vinculados precisamente a la religiosidad popular y el arte, así como también colaboro con una futura monografía dedicada al pintor Jesús Molina. Además de ello, participo en la puesta en marcha de diferentes congresos aupados por la Academia Hispanoamericana de Ciencias, Artes y Letras de México, de la que también soy miembro de número.