Autismo y asperger: qué diferencias existen
Autismo y Asperger se suelen confundir con frecuencia. Por eso, hoy te queremos dar algunas pautas para que sepas en qué consiste cada trastorno, qué síntomas tiene y qué diferencias hay entre ellos.
La confusión deriva de que el Síndrome de Asperger forma parte de los llamados Trastornos del Espectro Autista, pero no son lo mismo, el Asperger es una de las variantes del autismo.
¿Qué es el Síndrome de Asperger?
El niño que padece Síndrome de Asperger tiene un aspecto normal (en algunos casos superior a la media) y una inteligencia normal, suele destacar por alguna habilidad especial y tiene problemas para relacionarse con otras personas. La discapacidad que tienen los niños que padecen este síndrome no es evidente solo en el entorno social.
Las características esenciales de un niño o niña que padece Asperger son las siguientes:
- Tiene mejores relaciones con adultos que con niños o niñas de su misma edad.
- No le gusta el contacto con otras personas.
- Prefiere jugar solo o sola.
- No le interesan los deportes en equipo como el fútbol o el baloncesto.
- No tolera la frustración.
- No siente empatía hacia los demás.
- Es muy sincero/a.
- Interpreta literalmente lo que se le dice.
- Tiene dificultades para entender una conversación que dure mucho tiempo.
- Su memoria es muy buena y puede recordar una gran cantidad de datos.
- Su sentido del humor es diferente.
- Puede tener problemas a la hora de escribir o de vestirse.
En algunas ocasiones a los niños con Síndrome de Asperger se les llamaba autistas de alto rendimiento.
¿En qué consiste el autismo?
El autismo es un trastorno neurológico que dura toda la vida. Un niño con autismo tiene dificultades para relacionarse y comunicarse con otras personas y realiza comportamientos de forma repetitiva. Los síntomas pueden ser desde leves a severos.
En algunos casos los padres detectan que el niño es diferente desde su nacimiento y en otros comienzan a ver que ocurre algo a medida que se desarrolla. Las causas del autismo no se conocen, pero se piensa que puede tener relación con un cambio en los genes.
En general, los síntomas del autismo suelen ser problemas en la comunicación, tanto verbal como no verbal, problemas en las relaciones sociales y realización de actividades monótonas y limitadas.
Las diferencias entre el autismo y el Asperger
En base a la descripción de ambos trastornos se llega a la conclusión de que son muy parecidos. Sin embargo, se pueden destacar algunas diferencias que son las siguientes:
- El autismo se manifiesta de forma evidente durante los 3 primeros años de vida del niño, sin embargo el Síndrome de Asperger no es tan evidente puesto que la capacidad intelectual del puede ser superior a la media.
- Los niños con autismo tienen problemas con el lenguaje, sin embargo, los que padecen Asperger tienen un gran vocabulario y hablan perfectamente.
- En cuanto al movimiento, los niños con autismo suelen mover las manos como en un aleteo o balancearse, mientras que los niños con Asperger no tienen esos problemas, pero pueden tener falta de coordinación.
Sin embargo, cada niño con autismo o Asperger es un mundo y puede tener características muy diferentes, por lo que se deberá prestar mucha atención a sus diferencias de cara a su tratamiento.
Causas e incidencia de estos trastornos
Como señalábamos antes, a día de hoy la ciencia todavía no ha sabido dar una respuesta a la razón por la que ciertas personas nacen con estos trastornos. Se cree que influyen alteraciones genéticas, factores intrauterinos, e incluso complicaciones durante el parto que pueden dar lugar a una falta de oxígeno que desemboca en un desarrollo neurológico anormal.
Lo que sí sabemos es que en las personas con autismo y Asperger la corteza cerebral, el hipocampo y la amígdala están dañados. Las causas que provocan lesiones en estas estructuras cerebrales pueden ser muy variadas, de ahí que no se haya encontrado una razón única para explicar los trastornos de los que estamos hablando.
Por lo que se refiere a la incidencia de los mismos, el autismo afecta a uno de cada 15.000 individuos en su versión más grave. Las alteraciones más leves se dan en una de cada 100 personas.
En el caso del Síndrome de Asperger, se estima que se produce en una de cada 300 personas, siendo bastante más común que el autismo.
Autismo y Asperger son trastornos que deben ser tratados por especialistas, capaces de apoyar tanto a los niños afectados como a sus familias. Si quieres contribuir a mejorar la calidad de vida de estas personas, puedes convertirte en el especialista que necesitan con nuestro Máster Oficial en Psicopedagogía.
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