Características de la inteligencia kinestésica
¿Has oído hablar de la inteligencia kinestésica? ¿Conoces su importancia?
La teoría de las inteligencias múltiples permitió transcender esta interpretación errónea. Se trata de un modelo de entendimiento de la mente concebido por Howard Gardner y publicado en el año 1983. ¿En qué se basa? En la idea de que la inteligencia es una red de conjuntos autónomos, relativamente interrelacionados, en lugar de un conjunto unitario que agrupa capacidades específicas.
Dicho de forma más sencilla e intuitiva: los seres humanos no tenemos una inteligencia, sino muchas y muy diversas. La inteligencia kinestésica es una de ellas. En este contenido, queremos explicarte en qué consiste, para qué sirve y cómo se relaciona con el control sobre el movimiento.
Contextualizando los usos y aplicaciones de la inteligencia kinestésica en el ámbito educativo y pedagógico. Comprender, estimular y reforzar esta parcela de la capacidad humana no solo es importantísimo para el desempeño de multitud de actividades. También se convierte en un factor decisivo para la motivación, la superación y el aprovechamiento de las virtudes humanas.
La inteligencia como concepto
Todos tenemos, en mayor o menor medida, una inteligencia kinestésica o corporal. Ser inteligente es mucho más que saber memorizar conceptos, desenvolverse hábilmente con el lenguaje o resolver problemas científicos. Esta concepción obsoleta, centrada en una inteligencia única, ha quedado superada, ya que deja de lado otros talentos, aptitudes y habilidades igual de relevantes para desarrollarse en plenitud y transformar nuestro entorno positivamente. Muchos de los avances necesarios para conseguir un mayor grado de bienestar tienen que ver con otras clases de inteligencia, incluida la corporal.
En 1983, el psicólogo Howard Gardner revolucionó definitivamente el concepto de inteligencia. Lo redefinió a partir de tres grandes criterios o capacidades:
- Capacidad para resolver problemas.
- Capacidad para crear productos.
- Potencial para encontrar o crear nuevos problemas.
Al definirla como una capacidad, Gardner reconoció implícitamente su dinamismo, la capacidad de desarrollarla y su diversidad. De hecho, llegó a establecer hasta 8 tipos de inteligencia:
- Lingüística.
- Lógica-matemática.
- Espacial.
- Musical.
- Interpersonal.
- Intrapersonal.
- Naturalista.
- Corporal-kinestésica.
Describiendo las inteligencias múltiples
Antes de avanzar en el conocimiento de la inteligencia kinestésica, es oportuno ahondar en las otras siete clases de inteligencia existentes. Conocerlas es igual de importante para los educadores como para quienes aspiran a potenciarlas. Así, en los colegios e institutos es posible guiar a los y a las peques en este desarrollo. Tanto educadores como padres deben advertir cuáles son las inteligencias más avanzadas, los talentos innatos, y potenciarlos o no según convenga. A partir de ahí se establecen las bases para trabajar el resto de potencialidades.
1. Inteligencia lingüística
La relación con la lingüística y el lenguaje es su principal factor. La tienen especialmente desarrollada las personas que se desenvuelven muy bien en este tipo de actividades. Por ejemplo, escritores, cuentacuentos, poetas, compositores, dobladores de películas, etc.
Quienes la han desarrollado escriben, hablan, leen, cuentan historias, tienen una buena riqueza y precisión léxica, cantan, crean textos y poemas… Asimismo, esta inteligencia está vinculada al aprendizaje y al buen uso de los idiomas.
2. Inteligencia lógica-matemática
En este caso, la habilidad principal es con los números. Hablamos de hombres y mujeres con predisposición y facilidad para resolver problemas, razonar y analizar los datos de una manera objetiva. Se aplica al hacer ejercicios de matemáticas, estadística, física y otras disciplinas similares.
¿Qué tal se te dan la lógica y hacer operaciones, el cálculo o la resolución de problemas numéricos? Todos conocemos a gente a la que se le dan especialmente bien estos desafíos. Ahora bien, su desarrollo exige práctica. Entre sus salidas laborales habituales destacan las matemáticas, la informática y las nuevas tecnologías, incluida la IA.
3. Inteligencia espacial
Se manifiesta en la certeza visual y espacial. Cuantos la atesoran son buenos en el arte y el dibujo. ¿Por qué? Porque dominan las formas, la perspectiva, la geometría, el color, las dimensiones espaciales y, con frecuencia, las ubicaciones.
Es una inteligencia habitual en arquitectos, interioristas, decoradores y artistas del cómic, la ilustración y las artes plásticas en general.
4. Inteligencia musical
¿Tienes sentido del ritmo? No es algo propio de muchas personas; pero seguro que conoces a niños y niñas con un talento innato para formar sonidos y melodías. Se les da muy bien cantar, tocar instrumentos musicales, componer canciones y hacer toda clase de música.
La inteligencia musical, como el resto, se tiene o no se tiene. La ejercitación y la práctica ayudan, por supuesto, a desarrollarla y a aprovecharla al máximo.
5. Inteligencia interpersonal
Está vinculada con la inteligencia emocional y la relación con el prójimo. Al aumentar la conexión con los demás, aumentan la empatía, la comprensión y la capacidad de apoyarlos y aportarles soluciones.
Los mejores líderes de grupos humanos, los psicólogos y los educadores suelen contar con esta inteligencia más avanzada. Por ello, se desenvuelven bien en equipo, su comunicación fluye y se entusiasman conociendo a otras personas.
6. Inteligencia intrapersonal
Es, en cierto modo, opuesta a la anterior. Estas personas se encuentran muy a gusto solas, trabajando con autonomía y en soledad, sin relacionarse con otros u otras. Tienen un gran autoconocimiento y saben gestionar sus emociones, sentimientos y preocupaciones.
Aunque ninguna inteligencia es excluyente de las otras, la intrapersonal y la interpersonal nunca suelen estar igual de desarrolladas. Siempre hay una que se impone a la otra.
7. Inteligencia naturalista
Es la última que identificó Howard Gardner. Está vinculada a la naturaleza y al medio ambiente. Meteorólogos y ecologistas suelen presentarla especialmente desarrollada. También los geólogos, los veterinarios y los físicos suelen tenerla en mayor medida que el resto.
Y ahora, con este planteamiento perfectamente claro, es el momento de profundizar en la esencia y naturaleza de la octava: la inteligencia kinestésica o corporal.
¿Qué es la inteligencia kinestésica?
La inteligencia kinestésica está asociada a la capacidad para controlar nuestro cuerpo en actividades físicas coordinadas. Entre otras aplicaciones, es fundamental para las prácticas deportivas, el baile y las habilidades manuales. Es una de las más desconocidas. Las personas que la han desarrollado más suelen tender a llevar a cabo actividades en las que tienen especial importancia:
- La fuerza.
- Los movimientos del cuerpo.
- El uso de las manos.
- La flexibilidad.
- La coordinación.
En cierto modo, esta inteligencia tiene mucho de arte. Es posible usar el cuerpo para expresar ideas y emociones, manipular y transformar objetos o demostrar destrezas. Un cirujano, por ejemplo, precisa de una excelente coordinación corporal para acometer sus labores. Por otra parte, gracias a ella adquirimos información que, por efecto del movimiento y las vivencias, se convierte en un aprendizaje significativo.
Cómo son las personas que tienen inteligencia kinestésica
Estas son las principales características del alumnado y, en general, de las personas que destacan en la inteligencia kinestésica o corporal:
- Son capaces de explorar el entorno y los objetos por medio del tacto y el movimiento.
- Tienen muy desarrollado el sentido del ritmo y la coordinación.
- Muestran una mayor facilidad para aprender a través de la experiencia directa y la participación.
- Disfrutan mucho de las experiencias prácticas de aprendizaje: excursiones campestres, construcción de modelos, participación en dramatizaciones y juegos, montaje de objetos y ejercicio físico.
- Demuestran inequívocas destrezas en tareas que requieren el manejo de la motricidad fina o gruesa.
- Atesoran especiales condiciones para la actuación, el atletismo, la danza, la costura, el modelado o la digitalización.
- Exhiben equilibrio, gracia, destreza y precisión en la actividad física.
- Tienen una alta capacidad para ajustar y perfeccionar su rendimiento físico mediante la inteligencia de la mente y el cuerpo.
Cómo potenciar la inteligencia kinestésica
En realidad, la inteligencia corporal no está relacionada únicamente con la educación física o el deporte. Asignaturas como el lenguaje, la historia, la geografía o las matemáticas también pueden abordase desde una perspectiva kinestésica. Los resultados demuestran que se consigue un mejor y más integral aprovechamiento.
Repara en estas propuestas. Si cursas o has cursado estudios superiores sobre Educación, te ayudarán a mejorar la capacitación de toda clase de alumnos y alumnas:
- En las asignaturas relacionadas con el lenguaje, puedes organizar obras teatrales, debates e historietas.
- En historia y geografía, construir maquetas o relieves resulta muy productivo.
- En las clases de matemáticas, realizar cuerpos geométricos en volumen ―prismas, cubos o pirámides, por ejemplo― es una buena alternativa.
- También conviene programar acciones como salidas y paseos, en concreto, visitas al zoológico, a museos, conciertos, mercados o a almacenes. Así, los escolares tienen la oportunidad de oler, ver, tocar, saborear y percibir las cosas directamente. Es una forma de adquirir experiencia e involucrarla con el conocimiento de carácter más teórico a través de una vivencia corporal previa. En consecuencia, el aprendizaje resulta mucho más enriquecedor y divertido.
La inteligencia kinestésica, se trata, como has visto, de una cualidad que conviene trabajar, tanto a nivel individual como en el ámbito educativo. En VIU te preparamos para hacerlo. Apúntate a nuestro Máster en Psicopedagogía e incorpora los conocimientos y las destrezas pertinentes para potenciar las inteligencias múltiples de tu alumnado. ¡Contacta con nosotros y recibe asesoramiento personalizado!