¿Qué es la observación no participante y qué usos tiene?
La observación no participante es un método científico de estudio con múltiples aplicaciones y, también, algunas limitaciones. ¿Sabes cuándo debes emplearla, de qué modo y en qué casos concretos permite establecer verdades objetivas?
Diversos ámbitos del conocimiento recurren a la observación como técnica de trabajo. En la práctica científica consiste en:
- Recolectar información sobre el objeto de estudio de forma sistemática.
- Utilizar la percepción de los sentidos.
- Registrar los datos obtenidos.
La observación científica difiere en función de que el investigador se encuentre presente, o no, en el momento y lugar en que sucede el fenómeno. Cuando está allí, se llama directa; en caso contrario, indirecta. La observación no participante corresponde a la primera opción, la directa, y alude a la incidencia del científico en lo que está aconteciendo.
Mediante la observación no participante se lleva a cabo el estudio sin influir en él. Es un método que se está aplicando en muy distintas disciplinas. Históricamente ha sido más frecuente en las ciencias sociales, sobre todo, en la sociología y la antropología. Su finalidad es clara y presuntamente lógica: promover y salvaguardar la mayor objetividad posible.
¿Es aplicable, y de qué modo, la observación no participante a otras ciencias, como la física? En VIU queremos acercarte a esta realidad y, para ello, hemos preparado este artículo.
La observación como método de estudio científico
Para contextualizar perfectamente qué es y cómo aplicar la observación no participante, es importante ahondar con anterioridad en el método de estudio general al que pertenece.
Muchas investigaciones científicas se apoyan en la observación. Este procedimiento persigue reunir y compilar datos objetivos y precisos sobre el objeto de estudio definido. Consiste en vigilar y apreciar sistemáticamente un fenómeno o una situación, percibiendo sus circunstancias y sus características a través de los sentidos.
Aportaciones de la observación
Tanto la observación no participante como la participante comparten el aporte de informaciones valiosas sobre lo investigado. En concreto, permiten a los científicos:
- Recopilar datos. Se obtienen y cuantifican informaciones concretas fiables, útiles para responder a preguntas de investigación, reformular hipótesis o plantear nuevos estudios.
- Describir comportamientos y situaciones. Al hacerlo, es posible reconocer pautas, patrones, tendencias y rasgos concretos sobre lo investigado.
- Validar hipótesis y teorías. Obtener evidencias o indicadores adicionales sobre el acierto o desacierto de lo planteado es verdaderamente útil.
- Generar nuevos interrogantes. La investigación suele avanzar al identificar matices, fenómenos o factores inicialmente no contemplados.
- Monitorizar cambios. Comparar observaciones en las que han cambiado ciertos elementos ayuda a entender el impacto de ciertos elementos, acciones o políticas concretas.
El método de la observación, por supuesto, respeta todas las fases del proceso científico:
- Delimitación del problema.
- Recogida, compilación y optimización de los inputs.
- Análisis de los datos e interpretación de los resultados.
Podemos distinguir cuatro tipos de observaciones científicas, en función del papel del investigador respecto al objeto de análisis:
- Observación no participante.
- Observación participante.
- Participación-observación.
- Autoobservación.
¿En qué consiste la observación no participante?
La observación no participante reduce las posibilidades de que el observador interfiera en el comportamiento de los sujetos. En ella ―llamada también externa―, el investigador se mantiene al margen del fenómeno estudiado, como un espectador pasivo. Por tanto, se limita a registrar la información que aparece ante él, sin interactuar ni implicarse.
De forma premeditada, se evita la relación directa con el fenómeno: el fin es asegurar la máxima objetividad y veracidad posibles. En otras ocasiones, no es una posibilidad sino la única alternativa. Por ejemplo, en los ámbitos humanos a los que el científico no pertenece ni puede interaccionar directamente con la población observada.
Tipos de observación no participante
Existen estas dos variantes de la observación no participante o externa:
- Directa. Se lleva a cabo sobre el terreno, pero sin incorporarse al fenómeno o a la vida del grupo para no influir en su comportamiento habitual.
- Indirecta. Se analiza la realidad a partir de fuentes documentales (prensa, libros, fotografías, vídeos, archivos, documentos gráficos...), no in situ.
Pros y contras de la observación externa
Nada es perfecto en el ámbito humano y, por ello, te conviene conocer los beneficios y los inconvenientes de la observación no participante.
Cuáles son sus ventajas
Estos son los aportes positivos de la observación externa frente a aquella en la que el investigador interactúa activamente con el objeto estudiado:
- Presenta una mayor objetividad, un requisito inexcusable para considerar un estudio como científico. En este sentido, conviene recordar que ciertas disciplinas ―como la antropología y la sociología― son especialmente sensibles a la subjetividad del investigador. Esto no sucede, en principio, en otras ciencias dedicadas al estudio del universo, como la astronomía o las matemáticas.
- Proporciona una visión más precisa y realista de los fenómenos estudiados.
- Dado que no requiere una interacción directa, puede emplearse en situaciones en las que la participación del investigador podría resultar invasiva o alterar el comportamiento natural.
Principales desventajas
¿Eres consciente de que la objetividad completa también puede suponer inconvenientes al llevar a cabo un estudio? Estas son las contras de la observación no participante:
- Posibilidad de sesgos interpretativos, al no permitir una comprensión total y holística de ciertos fenómenos. Esto es especialmente importante al estudiar a determinados grupos sociales donde la participación ayuda a comprender mejor qué los mueve a desenvolverse de ese modo.
- Falta de control sobre las variables del entorno. No intervenir exige esperar hasta que se produzcan por sí solos los fenómenos esperados. En consecuencia, la duración de las investigaciones suele ser mayor.
- Alteración por la mera presencia o por el hecho mismo de estudiarlos. ¿Piensas que no participar elimina por completo la posible influencia en los estados naturales analizados? ¿Y si el mero hecho de saber que un observador acecha modifica el comportamiento humano o las condiciones del suceso? La física cuántica aporta información interesante a este respecto.
Aplicaciones de la observación externa
Esta metodología es ampliamente utilizada en diversas áreas de estudio. Sus aplicaciones son variadas:
- Investigación científica. Hace posible estudiar fenómenos naturales sin interferir en ellos, lo que facilita la obtención de datos objetivos y confiables.
- Ciencias sociales. Se emplea, sobre todo, para analizar interacciones humanas, como en el análisis de grupos sociales o la observación de conductas en entornos educativos.
- Vigilancia y monitoreo de espacios públicos. Propicia la compilación de información útil sin alterar el ambiente natural.
Consideraciones éticas de la observación no participante
Al implementar la observación científica, es crucial considerar las cuestiones éticas que garantizan el respeto y la protección de los sujetos de estudio. Sus principales aspectos son:
- Obtener el consentimiento informado de los participantes, asegurando su confidencialidad, su privacidad, e inhibiendo cualquier forma de manipulación o coerción.
- Mantener una actitud imparcial y objetiva durante la observación, suprimiendo los prejuicios o juicios de valor que puedan sesgar los resultados.
- Proteger y cuidar la integridad del investigador, asegurándose de que su presencia no incide en el comportamiento natural de los sujetos observados.
Mantener estos aspectos éticos en tus investigaciones basadas en la observación externa es especialmente importante, porque:
- Promueves la validez y la confiabilidad de los datos recopilados.
- Salvaguardas los derechos y dignidad de las personas involucradas en el estudio.
- Garantizas que la investigación se realiza de manera responsable y respetuosa.
Si te interesa profundizar en la ética en la investigación científica, el CSIC es una fuente de referencia que te recomendamos consultar.
La observación no participante en la física cuántica
Evidentemente, la observación no participante tiene una especial relevancia en las ciencias sociales y en otras disciplinas, como la biología. En ellas, la interacción del investigador con el objeto estudiado puede alterar los resultados del estudio realizado. Sin embargo, también existe un caso singular en las ciencias físicas, donde la observación externa perjudica al descubrimiento de los misterios del universo. Estamos hablando de la física de partículas.
Cuando se acometen experimentos con partículas subatómicas en entornos controlados, los resultados son diferentes que cuando se observan en su estado natural. ¿Te preguntas por qué? Por las extrañezas de la física cuántica. El simple hecho de observar una partícula hace que se comporte de un modo diferente a cuando no es observada.
En realidad, los científicos todavía no saben explicar cómo suceden estos fenómenos, ni por qué en ocasiones tienen lugar y en otras no. No obstante, se trata de un ejemplo sorprendente de cómo la observación no participante puede afectar a los resultados objetivos en una investigación científica.
Esta relación entre la observación externa y la física cuántica nos invita a reflexionar sobre la idoneidad de esta metodología. ¿Hasta qué punto nuestra presencia como observadores interfiere en lo que estamos estudiando?
Sea como sea, la conclusión de este artículo es clara. La observación no participante es una metodología de investigación con numerosas aplicaciones en diversos campos: sociología, psicología, antropología, biología, etc. Ahora bien, los avances en física cuántica nos enseñan que el mero acto de observar podría alterar el resultado de un experimento.
Por ello, se abren ciertos interrogantes sobre la objetividad de la observación no participante y participante. Es hora de reflexionar sobre los límites de nuestra comprensión y la percepción del mundo que nos rodea. En nuestro Grado en Física vas a adquirir los fundamentos, los conocimientos y las habilidades pertinentes para ahondar en este tema. ¡Ponte en contacto con nosotros y aborda los grandes misterios del universo con el apoyo y expertise de VIU!